El Imperio contraataca

Para las autoridades de los Estados Unidos de Norteamérica algo extraño debe estar ocurriendo en su gran patio trasero, particularmente en Venezuela. Y no resulta conveniente permitirle coger vuelo a esta manada de indígenas indigentes. “Los indios son demasiado ignorantes para el marxismo”, solía decir Sam Zemurray, amo de la United Fruit en Guatemala, mientras preparaba –con Casa Blanca y CIA sincronizados-- el derrocamiento del gobierno democrático de esa región en 1953. Imprescindible es frenarlos en su intento por consolidar una fuerza opositora a nuestros designios celestiales.
Mr Bush arrecia y dice a sus halcones: ¿Cómo pretenden andar hablando de independencia y soberanía, cuando nosotros somos los amos del mundo? Nosotros decidimos cuánta libertad y democracia pueden permitirse. Díganme ese loco de Venezuela, el tal Hugo. Nos tiene hasta la coronilla. ¡Negro bembón! Descalificando a nuestras insignes autoridades; metiéndose con Powell y Rice (que más bien debería llevar por nombre Condolencias, y Risas como apellido.) ¡Habráse visto tamaño descaro!
Unos patiquines insultando a dos eminencias. Estos muchachos malcriados necesitan una reprimenda. Y debemos dársela rápido. Porque nos pueden embochinchar al resto del continente. Mándenle órdenes a Noriega, Reich y Shapingo. Ellos han acumulado suficiente experiencia en Latinoamérica y saben cómo tratar estos casos. O aprenden por las buenas, o les mostramos nuestro inmenso poderío militar o les enseñamos cómo destituir “diplomáticamente” gobernantes legítimos y democráticos. ¡No nos obliguen!
Alboroten el avispero. Vincúlenlos con la guerrilla del vecino país y con Al Qaeda. Insinúen su carácter terrorista. Muestren fotos con Husseim y Fidel. Como no existe, monten una con Chávez y Marulanda. Que Basaltar Córrale enfrente al comunismo enemigo de Dios y de la Patria Venezolana, en nombre de todos los cristianos, aunque no hayan sido consultados. Aplíquenle la misma receta suministrada en Chile, con Salvador Allende; en Brasil, con Joao Goulart; en Guatemala, con Jacobo Arbenz; en República Dominicana, con Juan Bosch, y en Cuba, siempre contra Fidel Castro.
Pongan alerta a nuestras fuerzas del Plan Colombia. Que Lucio Gutiérrez y Álvaro Uribe dispongan de sus fronteras para una eventual “intervención humanitaria”. Que el FMI les apriete las tuercas a los argentinos, para ver si callamos a su presidente. Porque anda medio alterado. Quizá Chávez lo contaminó.
Si las cosas en Venezuela siguen como van, en cualquier momento la invadimos. No nos ofrecen otra alternativa. ¡Es que son tan tercos estos indios! En pleno Siglo XXI y hablando de revolución y socialismo. Recordando al Che y Sandino y Gaitán. El día menos pensado, Hugo hará referencia a Marx, Engels, Lenin y Trotsky. ¡No y no y no! ¡Imposible! ¡Párame eso ahí! Poder para los pobres; organización; democracia directa; participación y protagonismo; capitalismo sin explotación ni explotados; ¡ni pensarlo!
¡Hasta cuándo seguirán refiriéndose al tal Bolívar! Cuando caigan, quemen en sitios públicos todo el ideario de ese loco y también a la fulana Constitución Bolivariana. La nuestra podría servirles. Vayan preparando el terreno. Envíen suficientes billetes verdes en valija diplomática para financiar huelgas, sabotajes y conspiraciones. Para comprar “periodistas” y “opinadores”. Mientan cuantas veces sea necesario. Gustav Adolf Chismeros debe seguir participando en el juego. Él es una pieza fundamental en nuestro plan desestabilizador.
¡A los bolivarianos no me los calo más!, sentencia Mr. Bush al finalizar su arenga. Los petroleros de su gabinete aplauden con frenesí. ¡Que presidente tan macho!, piensa Condolencias y Risas. Y alguien recuerda una alegría parecida cuando Pedro el breve, en abril 2001, disolvía de un plumazo todos los poderes públicos y todas las instituciones de muestra República.




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Giandomenico Puliti

Nació en Mérida el 10 de abril de 1961. Hijo de inmigrantes italianos, de 43 años de edad para el momento de su deceso. Casado y con dos hijos. Al cumplir un año, su familia se traslada a Tovar. Su padre, Arnaldo Puliti, junto a Giustino Sciamanna y Cósimo Salvemini, funda el ?Taller Roma?; empresa metalúrgica familiar de reconocida trayectoria en el Valle del Mocotíes. Cursó todos sus estudios en Tovar. En el Ciclo Diversificado José Nucete Sardi obtuvo el título de Bachiller en Ciencias. Formó parte de la Selección Nacional Juvenil en Campeonatos Panamericanos y Mundiales de Ciclismo. Estuvo compitiendo en Italia, Colombia, República Dominicana, Uruguay y Norteamérica. En la Universidad de Los Andes obtuvo el título de Licenciado en Letras. Cursó estudios de postgrado en Literatura Iberoamericana.


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