Arrepentidos / Contra la Corriente

Con un año de retraso, Julio Borges, diputado de PJ, declaró lo siguiente a Celina Carquez, de Últimas Noticias (18-01-04): “Me arrepiento profundamente de nuestra posición durante el paro, de no habernos deslindado y convocado a una rueda de prensa a la semana de haberse iniciado. A lo mejor nadie nos hubiese escuchado porque esa huelga fue un espejismo colectivo. Igual sucede con los sucesos de abril. No quiero que por no llamar las cosas por su nombre a tiempo vuelva a repetirse la historia. Hemos hecho demasiadas concesiones con el tema de la unidad. Creo que el paro fue un error y espero que Dios nos dé la sabiduría para no dejarnos arrastrar”.

O sea, que a la semana el paro había fracasado, pero los panas de Julio –¿o él mismo?- le decían a sus seguidores que ni un paso atrás, que mañana el tipo se cae. Quien tenga memoria recordará que para entonces, igual que en abril, el paro no se sentía en la calle con la contundencia que reportaban los partes de guerra. Como anillo al dedo les cayeron los disparos de Goveia en Altamira, verdadero plot point en la película terrorífica de aquellos días, que insufló oxígeno a los derrotados e intoxicó de intolerancia a los espíritus maleables. Hasta el nuncio apostólico, André Dupuy, decidió saltarse la Convención de Viena, con sotana y todo, para plantear una salida al margen de la Constitución (El Universal, 9-12-02). En fin, un clima de irracionalidad que sirvió para justificar el colmo de los colmos: la paralización de Pdvsa, verdadero motor de la acción suicida, con sus nefastas consecuencias para la economía y la sociedad venezolanas.

Según Borges, por esos días nadie hubiera escuchado una palabra de arrepentimiento, porque el paro, como el golpe, fueron “un espejismo colectivo”. ¿Espejismo? ¿O exceso de realidad? Depende de sí se estaba pegado al televisor esperando la siguiente marcha o haciendo colas por una bombona de gas.

Tal parece que a Julio lo sorprendió, temprano, el curso de los hechos. Si el paro arrancó el 2 de diciembre, entonces, de acuerdo con sus cálculos, ya para el 9 debíamos haberlo visto a él en aquella rueda de prensa jamás convocada. Lástima. Nos lo perdimos, y él también.

Quien no tenía motivos para sorprenderse, pues todo lo tenía clarito, era Luis Giusti. Una semana antes del paro, el 24-11-02, el ex presidente de Pdvsa aparece en una entrevista concedida a otro, Giusti, Roberto, en El Universal. Allí, además de presentarse como director externo de la Shell e integrante del task force que diseñó la política energética de George W. Bush, el hombre anticipó, con lujo de detalles y frialdad impresionantes, la calamidad que se nos venía encima a todos los venezolanos, chavistas, escuálidos y ni-nis. A aquellos, claro está, que tenemos los intereses, sueños y afectos puestos fundamentalmente en Venezuela.

Lea a continuación la parte central de los vaticinios giustinianos, sin descuidar la fecha en que fueron publicados; piense si lo que hubo en Pdvsa fue, como ahora alegan los ex jefes del petróleo, una “decisión individual” de cada trabajador, y luego trate de imaginar a un Luis Giusti “profundamente arrepentido” como Julio Borges.

–La participación de Pdvsa en el paro es determinante y si ésta no se suma, el riesgo de que no funcione es muy alto. Pero tenemos informaciones confiables de que en la industria el paro está cobrando más adeptos y mayor fuerza. En ese sentido, también ayuda el compás de espera.

–En abril, por lo ocurrido el 11, no hubo oportunidad de probar hasta qué punto la paralización de Pdvsa podía afectar la estabilidad política y el funcionamiento del país. ¿Con Pdvsa parada, en cuánto tiempo colapsaría el país desde el punto de vista energético y financiero?
–En Pdvsa están la nómina mayor y la contractual. Todas las operaciones son conducidas por la segunda bajo la supervisión de la primera. Para parar la industria es necesario que la nómina contractual deje de trabajar. Cuando esto ocurre, hay operativos de contingencia en los cuales la nómina mayor asume esas tareas. Pero si la nómina mayor no activa la contingencia, la paralización es casi inmediata. Cuestión de dos o tres días.

–Se paraliza el transporte y nos quedamos sin agua y sin luz.
–Lo primero que empieza a sufrir es el embarque de crudo de exportación. Luego se paraliza el suministro de las plantas de distribución, de donde sale la gasolina y el diesel que alimentan la flota de transporte nacional. De manera que ahí todo comienza a depender de la cantidad de combustible que tengan en sus tanques las mil 580 estaciones de servicio del país. El otro componente son los productos refinados, cuya falta se haría sentir casi de inmediato. Sobre los efectos económicos, los tiempos son distintos y sólo en un mes después de la suspensión de las operaciones comienzan los problemas con la facturación.

–¿Qué pasaría con el gas transportado a las planteas que suministran electricidad a las grandes ciudades?
–En su mayor parte el gas viene asociado con el petróleo. Al dejar de fluir el crudo se detienen las planteas de compresión y si no hay petróleo, no hay gas. En conclusión, si las dos nóminas participan en el paro hay crisis en cuestión de una semana. Pero si la nómina mayor activa el mecanismo de contingencia, la crisis se demora unas tres semanas.

–Pero tú afirmas que el paro cogió fuerza en Pdvsa.
–Fedepetrol está dividida y algunos de sus directivos se concertaron con el Gobierno para obtener un contrato colectivo jugoso que podría sesgar algunas posiciones. Pero Carlos Ortega no sólo es un dirigente nacional de primera línea, sino el líder sindical petrolero con mayor peso dentro de la industria. Pienso que este factor inclinará a los trabajadores a favor del paro.

–En síntesis, en una semana el país colapsa.
–Sí. Habría una crisis profunda de escasez de combustibles y se comenzaría a declarar fuerza mayor en todos los contratos de suministro.


Taquitos


CHORREADOS. Ramón Escovar (¿Salom? ¿León?) está en su derecho de ir a los tribunales. Comprendo su molestia por la difusión de una conversación telefónica entre el ex fiscal y su hijo, quienes allí discuten acerca de una información de Súmate, según la cual sólo se recogieron 1 millón 900 mil firmas para pedir un revocatorio presidencial, número insuficiente para activarlo, a pesar de que los voceros de la oposición, en sus alocuciones públicas, aseguraban haber alcanzado cifras entre 4 millones y 3,4 millones. La trascripción de dicha conversación fue citada aquí en la edición 371, bajo el título “Chorreados”, aunque la primicia, lamentablemente, no la dimos nosotros, www.aporrea.org, una de las páginas políticas en Internet más visitadas del país, de donde la obtuvimos y a la cual dimos crédito en nuestra publicación. Uno de los dos Escovar –no tengo claro cuál, pues los reportes son contradictorios- inició trámites en un tribunal de control como aparente paso previo a una acusación privada por la supuesta comisión de un delito tipificado en la Ley de Protección de las Comunicaciones Telefónicas, que conlleva pena de 3 a 5 años de prisión. Por fortuna, ya Escovar León confirmó que la conversación citada es auténtica, y no un montaje, con lo cual queda establecido lo más importante para este periodista: que lo que usted leyó aquí en Quinto Día fue veraz, no falso o tergiversado, sino verídico. La confirmación la hizo él mismo el 18-12-03, durante una entrevista de más de una hora con quien suscribe, transmitida íntegra varias veces por VTV. Escovar León accedió a hablar voluntaria y públicamente, en ese medio de comunicación masiva, acerca del contenido de aquel diálogo, clarificando conceptos allí emitidos y aportando nuevos detalles sobre los hechos noticiosos contenidos en la conversación. Una actitud que confirmó, legitimó y validó el interés público y periodístico del material publicado, pues nadie en su sano juicio, y mucho menos un abogado Summa Cum Laude y Doctor en Derecho como él, hubiese accedido a ventilar en un programa de TV materias que estuvieran reservadas al ámbito de la privacidad e intimidad de las personas. En todo caso, quien suscribe está consciente de los riesgos que conlleva el ejercicio del periodismo. Uno de ellos son los desafíos judiciales como el planteado. Bienvenidos sean, desde nuestra tranquilidad de conciencia, producto de haber cumplido con el deber inherente al oficio de periodista de informar a los lectores sobre asuntos de alto interés público, y de la convicción de no haber incurrido en ninguno de los supuestos de hecho penados por la ley, como temerariamente pretende establecerse. Si finalmente se abre un juicio, la oportunidad será propicia para poner a prueba la sinceridad del actual debate en torno a la libertad de expresión y el Derecho a la Información en Venezuela. Por cierto, qué afortunados aquellos que podemos ejercer nuestro derecho a la defensa. Un derecho que, recordemos, se le negó al gobernador Ronald Blanco La Cruz cuando era “reducido por la fuerza y arrestado” por una turba enardecida, excitada e instigada a ello y reforzada en su resolución para cometer el hecho por Ramón Escovar Salom desde Venevisión, el 12-04-02, por el gravísimo delito de opinar que había ocurrido un golpe de Estado en Venezuela. ¿Instigación a delinquir? ¿Apología del delito? ¿Cómplice necesario? ¿Están completos los presos del Táchira?

IDENTIDAD. Medio millón de extranjeros con más de cinco años de residencia en el país obtendrán la nacionalidad venezolana por medio de una de las misiones puestas en práctica por el Ejecutivo: la Misión Identidad. La DIEX, al mando de Hugo Cabezas, ha preparado un proyecto de decreto que agiliza los trámites correspondientes. Sólo falta la firma del Presidente, lo cual debe ocurrir en cuestión de días. Un dato que seguro levantará roncha: estos 500 mil nuevos venezolanos adquirirían el derecho político de votar en las próximas elecciones. Otros 500 mil extranjeros que se encuentran ilegalmente en el país podrán regularizar su situación. Con ellos harán un censo de extranjeros. FRASE. “EE UU quiere que Chile sea el Israel de Latinoamérica”. Evo Morales, líder político boliviano.

evepe1@cantv.net

http://www.quintodia.com/archivos/376/edicion/index.php?dir=columnas&pag=corriente_1


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Ernesto Villegas Poljak

Periodista. Ministro del Poder Popular para la Comunicación e Información.

 @VillegasPoljakE

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