El aquelarre opositor se anima ante la aparición del brujo mayor y cual cuadrilla de limpieza, le dan uso doméstico a sus escobas para despejar dudas sobre las intimidades que éste “conoce” sobre el Líder Comandante. Esotéricamente nos revela que no es lo mismo Chávez candidato que Chávez Presidente, sin darse cuenta que el de ahora no es el mismo del 2.002. A brujo bien pendejo.
Este Lord Voldemort momificado, dado que no conoce la hierba, se ha desatado a hablar paja desde el fondo de la olla mediática de Albertus Federicus Malfoy, con la vana esperanza de levitar las cifras de sus encuestas nigrománticas.
Se sueltan sus candidatos dementores, buscando a quien paralizar con ademanes cuasi democráticos mientras se apiñan las brujas palangristas alrededor de los apestosos calderos de mentiras, para meter su cuchara. Son tantas que se ven obligadas a hacer fila y recibir su tarjeta de racionamiento.
De las mazmorras de Cloacavisión surgen engendros nocturnos para sumarse al show, atraídos por el hedor del invitado. Un enano siniestro, una vampirita desalmada y un chancho capado que tienen a manera de mascota gesticulante. Con un sortilegio explosivo, Albertus Federicus los convierte en Kiko, Carla y Roland, justo antes de comenzar el vodevil.
El “ciudadano” Leopoldo invoca por enésima vez a todos los fantasmas que lo atormentan diciendo: otra llamada más. En su delirium tremens ve “frankensteins” vestidos de curas y monjas y concluye que no necesita disfraz para el show; ya es un matarife de terror.
Pero son incapaces de leer el futuro político en sus poncheras de agua estancada y mucho menos entrever en sus bolas de cristal que la voluntad popular les ha pasado por encima, dejándolos solos en el oscurantismo de sus prácticas medievales. Apelan, eso sí, al miedo que pueden generar en los ignorantes sus apariciones fantasmales.
Aun andan por algunas calles de algunos barrios, los niños pitiyankis pintarrajeados de candidatos con sus cabezas de auyama, tocando a las puertas de pueblo diciendo: Caramelo o truco. Palo es lo que es.