A la oposición no se le puede dar ni una gota de poder sin que su naturaleza fascista salga a flote. Allí están de nuevo, como el 11 de abril, con un discurso fascista y discriminatorio, arrasando con todo lo que huela a chavismo.
¡No me jodan!
Los medios de comunicación golpistas pretenden imponer su visión de la geopolítica venezolana a punta de un discurso divisionista, sacando formulas matemáticas que solo una población disociada puede tragarse.
¿Cómo es posible que la oposición diga que su victoria en Miranda, Zulia, Carabobo y la Alcaldía Mayor signifique que tienen el apoyo de 8 millones de venezolanos?
¿Dónde quedan los habitantes Caucagüita, Macarao, Antímano y El Valle? ¿Van a meter a esa abrumadora marea roja debajo de la alfombra para después reprimirla?
¡No me jodan!
Si aplicamos la misma formula a la Presidencia de la República, podríamos también afirmar sin temor a equivocarnos, que los 28 millones de habitantes que tiene Venezuela respaldan al Presidente Chávez porque gobierna en todo el país.
Pero el fascismo de la oposición rebasa fronteras. En el diario español neoliberal El País del martes 25, salió publicada una nota editorial completamente xenófobo y racista, propia de un país que apoyó la Directiva de Retorno sin miramiento, violando los derechos humanos de los migrantes y sus familias a granel.
“Esas cinco provincias [donde ganó la oposición] reúnen 12 millones de habitantes, más de un 40% de los 28 millones de venezolanos, mientras que la victoria del socialismo chavista se concentra en regiones menos pobladas, menos ricas y mucho menos urbanizadas, donde orientar el voto es mucho más fácil que en las grandes ciudades.”
Para el diario El País, la población rural venezolana es un sector de la sociedad inferior, manipulable, que no piensa; es pobre y por lo tanto no tiene derecho a la democracia, que solo la entienden los habitantes mas refinados de las grandes ciudades, de las colinas, de la aristocracia.
Pero este pensamiento xenófobo y racista no debe causar sorpresa. De hecho, España ha apoyado la Directiva de Retorno para expulsar a los pobres de Europa y al mismo tiempo apoya la Directiva de la Tarjeta Azul para robarse el recurso humano capacitado de “las grandes ciudades” en nuestros países.
Y eso no es todo. En la misma edición, el oportunista Ibsen Martínez, que se lee dos libros en ingles para creerse intelectual, refuerza la percepción xenófoba y racista de El País al afirmar, sin un ápice de vergüenza, que “Caracas es Caracas y lo demás monte y culebra”.
¡No me jodan!
De verdad hay que ser bien oportunista para que después de escribir “Por Estas Calles” y dársela de “amigo del barrio” vaya a bajarse los pantalones frente a los euros de El País para arremeter contra la mayoría del pueblo venezolano: mas de 7 millones que votaron por el Comandante Chávez en 2006 y otros 6 millones que apoyaron a las fuerzas revolucionarias en la contienda del 23-N.
Y no les hablo de los medios nacionales porque allí la manipulación es demasiado descarada.
El oposicionismo racista ha empleado una agresiva matriz mediática dentro y fuera de Venezuela, en base a infames mentiras, en las que aseguran que la Revolución Bolivariana perdió apoyo en los sectores populares.
¡No me jodan!
Ganamos Caracas y perdimos en Baruta. Ganamos en Petare y perdimos en la Urbina y Macaracuay. Los votos de Baruta, Chacao, La Urbina, El Marques y Macaracuay se contabilizaron dobles, una vez para Miranda y otra para la Alcaldía Mayor.. Pero los de Caracas solo se contaron una vez.
La oposición mantiene sus cuatro millones, pero el apoyo bolivariano sigue nadando entre los 4, 5, 6 y 7 millones, y no logra mantenerse estable. La oposición vota cómoda y sin cola, mientras el pobre todavía debe hacer grandes esfuerzos para movilizarse a su centro electoral más cercano para encontrar una cola kilométrica.
Pero como dije en mi nota anterior, si es verdad que estamos derrotados, desmoralizados, por el piso y sin poder, vamos entonces a votar una Enmienda Constitucional para que el Presidente de la República, Comandante Hugo Chávez Frías, pueda garantizarle al pueblo venezolano la continuidad de la Revolución Bolivariana más allá del 2013.
La oposición no tiene nada que temer.
Pero si están cagados, pues que pidan taima…
¡POR LA ENMIENDA CONSTITUCIONAL YA!
¡NO VOLVERÁN!
carrascoeugenio@yahoo.com