No pierden el morbo maldito de andar exaltando a sus locos. El Ravell llama al Matacuras a la medianoche y le dice: “Tenemos que lanzarnos, y que no le paremos a ningún CNE y se pongan al aire a Enrique salas Feo y a Pérez Vivas, y que si protestan, que se jodan”.
Qué grandioso es para esta gente calentar la calle, agitar a los infinitos papanatas, por ejemplo, de esos maracuchos inmorales, que les gusta el robo y aman a los que roban, esos hijos pródigos de Rosales, de los caga-leche de Primero Justicia, de los infra-humanos de Capriles Radonski. Pronto, los enloquecidos fascistas cargaron sus metrallas y salieron a fulminar los blancos más apetecidos de estas ratas: los CDI’s. En Táchira, Miranda, Zulia y Mérida salieron a destruir servicios para los pobres, a atacar con saña las misiones Barrios Adentro, Sucre y Rivas.
Está llegando otra vez la hora de que los barrios bajen a mostrarles sus garras a los ricos. Si quieren matar al pueblo negándole la salud y la educación, que bajen los barrios. Si algún comemierda negro, mulato o indio le dio el voto a Capriles Radonski (me consta que los hubo), que comiencen a sufrir el desprecio de los ricos. El 15 de noviembre tomé un taxi en Caracas, lo conducía un negro y yo de manera irónica voy y le digo: “¿Qué le parece a usted que ahora Capriles Radonski anda en plan de ir abrazando negritas?, y el taxista me contestó sin vacilación ninguna: “Ese es mi candidato”. “¡Puta! –le dije-, ¿está usted dispuesto a darle el voto a un degenerado fascista, a un ultra-racista que si pudiera a colgarlo a usted por los cojones lo haría?”
Eso de que los medios han ido penetrando con efectividad los barrios y los centros pobres es muy cierto. Ese negro taxista, muy pobre además, con qué ojos estará viendo lo que fascistas están haciendo con los CDI’s en Los Teques. Qué pensará de su propia gente. Le dije al taxista: “Falta de conciencia de clase y de amor por nuestro país es lo que uno ve en muchas partes. Lanzamos un satélite al espacio, contamos con un gobierno enteramente entregado a tratar de salvar a los pobres, frente a un mundo capitalista que se vuelve mierda por sus prácticas colonialistas, y viene usted, caramba, a decirme que votará contra ese hermoso proyecto”.
El taxista trató de explicarse de que él no estaba votando contra Chávez, pero yo tenía que apearme, y cuando le cerraba la puerta se lo puse muy claro: “Usted sencillamente es otro hijo de Globo-mierda-visión”.
Ahora veo al más grande mata-negros que ha parido este país: Alberto Fedérico Ravell denunciando que su cloaca muy posiblemente amanezca cerrada el lunes, pero que él, como siempre lo ha hecho, se va a defender como gata patas arriba. Yo lo que digo es que si a CONATEL otra vez se le mojan los calzones y no cierra a esa sentina, coño, aquí lo que viene es otra tiranía adeca-copeyana. Y ante eso, compañeros, vayámonos preparando para alzarnos y coger el monte. No puede ser que estos tipos se crean intocables y que digan que ante las leyes, ante la justicia, ellos se van a defender como gatas patas arriba. Esta vaina no es broma. El vagabundo de Ravell tratando de mover los mocos de su bando, con gritos histéricos: “Sabemos que no es una decisión de Conatel, sino del Presidente“.
Francamente estoy hasta los calcañales de tanta blandenguería con estos cerdos, y después nos quejamos de que vayamos como vamos, latiéndonos en nuestras conquistas esos bandidos...
