Parte de la habilidad
profesional del piloto militar es el dominio del vuelo en formación;
principalmente en la especialidad de combate (aviones de caza como los
Sukhoi). El vuelo en formación es la rutina y la disciplina inherente
a las operaciones que ejecuta el piloto de caza. Una formación se organiza
con base en el líder y los gregarios. El líder tiene la inmensa responsabilidad
de conducir a los gregarios y hacer del conjunto un equipo homogéneo
para alcanzar el objetivo propuesto. Los gregarios siguen las instrucciones
del líder y tienen que hacerlo, hasta de manera ciega, para no poner
en riesgo la misión asignada.
Así visualizo la
decisión tomada por el Presidente sobre la enmienda constitucional
que va a ser solicitada por la militancia revolucionaria. En esta circunstancia
hay que organizar el vuelo en formación. El líder, quien tiene la
visión estratégica y los conocimientos más completos sobre
la situación, decidió tomar un rumbo. Los gregarios que somos seguidores
de sus indicaciones tenemos que cerrar la formación y volar por ese
camino escogido.
No obstante, observo
que para organizar la formación y volar cada vez más pegados se requiere
continuar con el esfuerzo de la capacitación política, basada en la
asimilación ideológica. Si se estima que el llamado a consulta popular
será más o menos en febrero, considero que en esos 60 días que nos
separan de la fecha, se tiene que actuar bidireccionalmente para no
perder el objetivo. Las dos direcciones de la acción política de la
militancia revolucionaria son las siguientes: (i) la movilización orgánica
del partido y aliados con toda su estructura activada a fin de dar cumplimiento
a lo exigido por la Constitución Nacional; (ii) paralela y simultáneamente
a la movilización, tenemos que fortalecer la conciencia revolucionaria
tanto de los propios militantes como de su entorno y de los espacios
que abarca cada uno de ellos en cada estructura orgánica. El fortalecimiento
de la conciencia pasa necesariamente por difundir e inducir al estudio
de la ideología revolucionaria. Los nuevos valores y categorías políticas
implícitas en el Socialismo exigen la sustitución del marco teórico
que nos ha impuesto la democracia representativa.
Con la experiencia
del 2D a cuestas considero que la difusión ideológica, para que se
concrete la base conceptual de la tesis del SSXXI, debe contener elementos
teóricos que expliquen y justifiquen la necesidad en este instante
de una enmienda constitucional. La captación del voto de militantes,
aliados y ciudadanos no solamente hay que basarla en compromiso y emoción.
Hay que darle vida consciente para que desarrolle espontáneamente el
sentido de pertenencia. Entonces, como consecuencia de sus propias reflexiones
sin caer en contradicciones ni dudas acepte la enmienda, defienda su
alcance, justifique su vigencia, quede en condiciones seguras para rechazar
los manejos subliminales de la poderosa maquinaria comunicacional de
la contra-revolución que se opondrá ferozmente a ella; y luche por
la consolidación del Proceso Revolucionario. El espejo del 2D y la
clarinada del 23/11 los tenemos cerquita. Miremos sus reflejos para
evitar caer en ellos.
Por lo tanto, la acción del revolucionario no es solamente buscar el voto, hay que echarle bolas a la ideología pues es la garantía del socialismo y la única vía para solidificar la nueva sociedad que busca la Revolución.