¿Por qué, lloro? Lloro porque me duele el alma, cuando me impacienta,
La impotencia ante la injusticia
de un niño Iraki muerto a bomba.
Lloro porque no puedo llorar por mis penas, cuando recuerdo la imagen
De un niño Keniano muriéndose de hambre, mientras la FAO, en la
ONU, discute como paliar el
hambre de esos niños. sin producir algún mecanismo ó procedimiento,
exitoso antes que estos niños mueran.
Lloro porque el gobierno de USA no quita el bloqueo criminal contra el
Valiente pueblo Cubano. Aún cuando en las naciones unidas acaban de aprobar con una inmensa mayoría, una condenatoria a estados unidos para que levante el bloqueo, a ese
monstruo de país, no lo conmueve
ni siquiera le ataque despiadado que ha sufrido cuba en ataques continuo
de huracanes en momentos recientes.
Lloro, porque veo a la oligarquía
Boliviana masacrar, torturar y humillar a lo indios bolivianos, solo
por la insana ambición por el poder.
Lloro porque, el gobierno de Uribe asesina a los indios colombianos, y a los pobres
Desplazados por las autodefensas.
y porque Uribe le pide a los indios colombianos que le ofrezcan disculpas
a la policía.
Lloro, al recordar que al año
1492 cuando arribaron los españoles a esta tierra de gracia, ahora
mal llamada América por los conquistadores, existían en esta tierra
desde Alaska hasta la Patagonia más o menos 100 millones de aborígenes
u oriundos como pudieran ser llamados los habitantes originarios
de nuestro continente. Y, luego de 150 años solo sobrevivían casi
3 millones de indios esclavizados o escondidos o arrinconados
en las selvas.
Lloro. al observar por
la prensa escrita o televisiva la masacre realizada por la oligarquía
dé la media luna boliviana contra los indios, de las provincias de
la media luna, hecho perpetrado por la oligarquía solo por el afán
de separarse de Bolivia para quedarse con la riqueza de Bolivia y entregársela
al imperio norteamericano.
Lloro, al pensar en los desaparecidos y asesinados por los gobiernos de la cuarta republica, sobre todo durante la década de los sesenta y los setenta, y que solo ahora en la revolución están comenzando a recibir la justicia, por lo menos el recuerdo de la revolución.
Lloro al recordar
que aun en los recientes años cincuenta, los indios bolivianos, (son
el 80% de la población) no podían caminar por las aceras de
las calles en pueblos y ciudades bolivianas estas aceras solo podían
ser usadas por los “blancos”.
Lloro, por la destrucción de vidas humanas y propiedades, causadas en ciudad de Panamá y sobre todo en el barrio el Chorrillo, durante la invasión de los estados unidos, en el año 1989. Invasión esta que fue justificada por el imperio, como una lucha contra el narcotráfico, y una respuesta militar a un supuesto ataque, contra unos soldados estadounidenses, (montado por la CIA) donde murió un soldado estadounidense de origen latinoamericano, acontecimiento que fue el detonador que buscaban los gringos.
Lloro por la
frustración que me produce la negativa del gobierno de los estados
unidos a extraditar al terrorista asesino Luís Posada Carriles, para
que pague por los crímenes perpetrados en el atentado contra el avión
de cubana de aviación, cuando lo voló, con una bomba, colocada
en su interior, y produjo la muerte de más de 170 muertes. Además
de las muertes, desapariciones y torturas causadas a hombres mujeres
y niños, en Venezuela, cuando fungía como alto directivo de la DISIP
Lloro por,
el sufrimiento y la humillación a la cual someten a los Irakies y afganos
los cuales son prisionero de guerra en la base militar de Guantánamo.
Violando los derechos humanos de cada uno de ellos situaciones que han
sido difundidas por al gúnos medios de comunicación, mostrando
unas fotografías con un contenido, de violaciones tan humillantes como
deprimentes.
Lloro, por la mala puntería del periodista héroe iraki , cuando lanzo los dos zapatazos contra el bárbaro asesino ex-presidente de estados unidos , en la despedida del perro gobernante, solo me alegra que esos zapatazos simbolizan, el desagravio de ese pueblo por tantos muertos, causados por los estados unidos en la guerra de Irak. Nunca un par de humildes zapatos, significaron tanto, como instrumento de dignidad para un pueblo,
son la piedra
que matara al Goliat occidental. Porque ese par de zapatos son el principio
del fin del imperio, les daremos con todo.
¡PATRIA
SOCIALISMO O MUERTE!
¡VENCEREMOS!
¡ UHHH! ¡ AHHH! Chávez NO SE VA
william castillo P.