Hace algún tiempo afirmamos que el partido Podemos funcionaba más como
una franquicia que como una organización política. Dijimos en ese
entonces que allí se negociaban postulaciones y respaldos; que su
filosofía era el cuánto hay pa’ eso y que si estaban con el comandante
era porque económicamente se beneficiaban.
Tuvimos que aclarar que nos referíamos a la dirigencia, pues algunos
intentaron manipular afirmando que ofendíamos al pueblo.
No resultó menos polémica nuestra aclaratoria, pues afirmamos que la
dirigencia de podemos era hechura de Teodoro, Pompeyo, Tablante, Puchi y
otros, y que discípulos de semejantes maulas tenían que ser traidores
congénitos y ladrones por afición.
Aún militaban en la revolución los líderes de Podemos, pero ya conocíamos
de los negocios de Ramón Martínez, de la corrupción de Ernesto
Paraqueima, de la inmoralidad de Didalco y de la posible traición de
Ismael García.
No faltó quien afirmara que le lanzaba piedras a la revolución con
semejantes acusaciones, más ello no hizo mella en nuestra convicción de
llamar las cosas por su nombre y subordinar nuestra pluma, sólo a nuestra
conciencia.
Volvimos a alertar sobre Ismael y su combo en una nota titulada “Recula
Podemos”. Allí dijimos textualmente: “Dios quiera que esté equivocado,
pero me parece ver a los dirigentes de Podemos comenzar a transitar el
camino que conduce a RCTV, a Globovisión y a la Plaza Altamira.
No serían estos los últimos en recular. Esta claro que en la medida en
que se profundice la práctica socialista, se irá produciendo la migración
a la derecha de aquellos que creyeron que la revolución no era más que el
cambio de unos privilegiados por otros... Eso sí, tengan por seguro que
el pueblo no los seguirá”
Hoy retomamos el tema pero desde una perspectiva diferente. Ya no nos
embarga la preocupación porque el pueblo pueda ser confundido por el
discurso manipulador y la experiencia del judas Ismael. Tampoco no
desvela el hecho de que nuestra dirigencia siga considerando a esa banda
como aliados.
Hoy estamos felices porque Ramón Martínez es un cadáver político, porque
los gritos histéricos de Ismael se pierden en la indiferencia de los
escuchas, porque a Tablante no lo quiere ni su familia y porque a Didalco
nadie quiere asociarlo con su apellido.
El pueblo acaba de demostrarle a los dueños de Podemos como se trata a
los traidores. A fuerza de votos los desalojó de las cincuenta alcaldías
y dos gobernaciones que controlaban.
Podemos es hoy, gracias a Dios y al pueblo, un cascarón vació, y ocupara
en la historia, junto con sus dueños el basurero que le corresponde.
Probablemente la oligarquía los utilice un ratito más para tratar de
confundir con el caso de la enmienda. Con petimetres como los de Primero
Justicia, con discursos como los de Manuel Rosales y con desconocidos
como el Planas de Copei, siempre un político con experiencia y sin
escrúpulos como García puedes serles útil; pero ya no pueden causar más
daños. Allí están los recientes resultados electorales como demostración.
Poco a poco se limpian las filas revolucionarias.
arellanoa@pdvsa.com