Se nos aclara el panorama; caen las caretas; se nos define mejor el enemigo. Hoy vemos mejor sus tentáculos moviendo a sus peones, caballos, torres y reina en un juego decisivo. La batalla política es como el Ajedrez: “desconocer al enemigo es desconocer sus pasos.”
La digna posición asumida por el Comandante Chávez en su condena al Estado genocida de Israel y su denuncia al Holocausto Palestino, pero también, por su determinación de cortar, por tiempo indefinido, todo tipo de relaciones diplomáticas y comerciales con esa entidad criminal y fascista ha puesto de manifiesto lo que muchos creíamos imposible en Venezuela. El imperialismo norteamericano, el sionismo internacional y su más importante lobby sionista venezolano denominado: “La Confederación de Asociaciones Israelitas de Venezuela (CAIV)” ha movilizado a sus “tanques pensantes” en los distintos medios de comunicación y también ha movilizado sus piezas en el ajedrez de la política con la intención de chantajear y presionar, por varias vías, una respuesta contra Chávez. “No se quedaran con esas”.
Los lacayos de la lumpen burguesía venezolana agrupados en su dirigencia han manifestado con el silencio su incondicional e irrestricto apoyo a las acciones terroristas de Israel sobre el pueblo palestino. A la despedida del embajador israelí expulsado de Venezuela asistieron varios dirigentes de esa bastarda clase política de la burguesía para solidarizarse con el máximo representante de esa entidad criminal quien, al marcharse prometió al unísono grito junto a la canalla asistente: ¡Volveremos!
Por si no bastó, el poder de los tentáculos sionistas en Venezuela también fue útil para influenciar sobre algunas de las personalidades consideradas afectas al gobierno. En la intención de instigar un cambio a la digna y trascendente postura asumida por el gobierno revolucionario (por cortar relaciones con Israel) algunos ignorantes hicieron el juego al sionismo. Quien podía imaginarse ver al mismísimo presidente del Partido Comunista de Venezuela (PCV), Jerónimo Carrera, expresar su desacuerdo por esta medida en su resiente artículo titulado: “Entre dos fuegos”. En él, Carrera asume una dudosa neutralidad y pide disculpa a sus amistades (árabes y judíos) “por temor a decepcionar a todos”. Vaya que los únicos decepcionados fuimos nosotros.
Por si no fuese suficiente, el hábil lobby sionista venezolano no deja de lado el empleo de sus más directos representantes en la contienda contra Chávez y la Enmienda. Ahora la reacción en su conjunto (-la burguesía judía y cristiana; nacional e internacional, todos-) se propone, a toda costa, evitar la aprobación de la Enmienda Constitucional que plantea eliminar las restricciones para que el Presidente y lo demás cargos de elección popular puedan ser reelectos de manera continua las veces que el pueblo lo desee. En este nuevo escenario para su juego de ajedrez no bastan los peones y los ignorantes.
Ya antes hemos denunciado las implicaciones directas del sionismo en el Golpe de Estado en Venezuela del año 2002; en las muertes de esos días. Hoy nuevamente advertimos sobre sus implicaciones en los últimos acontecimientos políticos que pretenden desestabilizar al país para estos días de consulta popular pautado para el próximo 15 de febrero.
Para muchos venezolanos, son muy conocidas algunas figuras sionistas que liderezan las actuales movilizaciones contra el gobierno, entre ellas: el gobernador del Estado Miranda, Henrique Capriles Radonski, al iracundo rector de la Universidad Simón Bolívar (USB), Benjamín Scharifker, y a los incendiarios dirigentes estudiantiles David Smolansky y Diego Aaron Scharifker Hochman, pero muchos desconocen los verdaderos intereses a los cuales estos personajes responden. Sabemos, todos ellos son miembro de la acaudalada burguesía judía-sionista radicada en Venezuela desde tiempo atrás, y de familias propietarias de grandes propiedades y negocios, y que además disponen de importantes cadenas mediáticas. Naturalmente, ellos responden a los intereses de Israel. Y para alcanzar sus objetivos estás dispuesto a todo.
Recientemente, el Gobernador Radonski no vaciló al manifestar públicamente su idea de contratar a las fuerzas de seguridad israelíes para entrenar a la policía de su Estado. ¿Pretenderá acaso importar criminales de guerra para adiestrar a nuestros policías sobre la manera de cómo deben reprimir a nuestro pueblo? ¿No son acaso, esas fuerzas mercenarias las mismas que varios apátridas desde Miami han aludido pretender contratar para eliminar físicamente al Comandante Chávez? ¿No son acaso ellas las responsables de dar entrenamiento a los grupos paramilitares colombianos para torturar y eliminar a los dirigentes de izquierda, al pueblo y los campesinos de ese país? ¿Pretenderán la canalla sionista violentar nuevamente las leyes y la paz en nuestro país? Las caretas han caído.
El sionismo junto a sus pares de la burguesía criolla amenazan a la Revolución Bolivariana. Hoy más que nunca intentarán, por todos los medios posibles, destruir al gobierno revolucionario y recuperar el control del Estado venezolano. Los intereses de la burguesía sionista venezolana son los mismos intereses de sus pares venezolano. Hoy podemos distinguir con claridad que la burguesía es una; la misma en todas partes aunque se pinte de distintas religiones; que el enemigo es también uno, el mismo en todas partes; el que masacra al pueblo palestino de Gaza es el mismo que hoy pretende eliminar al Comandante Chávez y a su pueblo. ¿Quién puede hoy negarlo?
No existe duda de que en la aprobación de la Enmienda reside la única garantía de paz, desarrollo y soberanía del país. En ella está en juego la vida y la dignidad del pueblo venezolano, pero también la esperanza de todos los pueblos del mundo. Decirle Si a la Enmienda es igual que decir: Si a Palestina; Si a la vida; Si al socialismo, pero también es decirle Si a la integración; Si a la unión de los pueblos.
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