La enmienda otorga más derechos al pueblo

Si tiene la potestad de revocar mandatos por malos desempeños, también debe tenerla para reelegir por el buen gobierno

La potestad del pueblo a elegir a sus gobernantes en comicios libres y transparentes en los lapsos que contempla la constitución no pueden tener ninguna limitación en una democracia modelo, como lo es la que aspira toda sociedad digna que lucha por su liberación y por su desarrollo en el marco de la plena soberanía, sin sujeción a poder extranjero alguno.



La enmienda que se votará el 15F sólo busca eliminar de la constitución la restricción que tiene el pueblo de optar por la opción de reelegir a un gobernante, llámese presidente, o gobernador o alcalde, etcétera, simplemente por que, en su personal criterio, se trata de un ciudadano que ha cumplido y lo ha hecho bien mientras ejerció sus funciones.



Es falso de toda falsedad que la enmienda lleva el propósito de eternizar en el poder a Chávez, ni a nadie. La enmienda tiene como único objetivo permitir que quien ejerza un cargo de elección popular puede optar por presentar a los electores de nuevo su nombre para continuar ejerciéndolo y si resulta electo en el respectivo proceso electoral que establece la norma constitucional, ello le permitirá, sin interrupción alguna, seguir implementando los proyectos que no pudo culminar, así como comenzar los que ya estaban en su agenda inicial, así como aquellos otros de largo plazo que su propia gestión y la dinámica social le iba demandando, día tras día.



Es un contrasentido que una verdadera democracia prohíba la posibilidad de la reelección, pues con ello deja de serlo y se transforma en un instrumento que restringe la libertad plena que debe tener el pueblo a escoger libremente a sus gobernantes y que, además, se convierte en un mecanismo que sólo servirá para la componenda y los pactos políticos con letra pequeña que signaron los cuarenta años del puntofijismo.



De otra parte, es necesario tener presente que nuestra constitución prevé la revocatoria del mandato para los cargos de elección popular a la mitad del período, en aquellos casos en que el propio pueblo así lo decida en libres comicios. De manera que si es constitucionalmente posible revocar mandatos por mala gestión, igualmente el pueblo debe tener el mismo derecho de reelegir a quien ha hecho un buen gobierno, tantas veces como pueda y que la limitación para ello sólo descanse en su soberana decisión.



Finalmente, queremos resaltar esto que hoy escribe el Comandante Presidente en su columna "Las Líneas de Chávez": "El Sí es la llave para abrir los portones de un nuevo horizonte; el Sí es el futuro. Lo contrario sería no sólo clausurar esa posibilidad, sino algo peor: abrir las puertas tenebrosas del pasado."



oliverr@cantv.net


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Ivan Oliver Rugeles


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