Antes del año 2005, la producción independiente era un sueño reservado a grupos privilegiados, o a colegas que, por la vía de la excepción, lograron que su idea se materializara a través de la radio y de la televisión.
La comunicación estaba en manos de los poderosos, como profesionales de la comunicación no teníamos la libertad de elegir qué decir y cómo decirlo, tampoco los recursos para materializar nuestras ideas, a menos que ellas promovieran el consumismo, la perversión o el envite y el azar. y aún así, siempre la producción independiente, original de aquellos creadores, quedaba en manos de los propietarios de los medios, aquellos que en 1991 el comunicólogo Andrés Cañizales, en su texto Los Medios de Comunicación Social, reconoció como una verdadera oligarquía comunicacional.
La Producción Nacional Independiente, entendida como el instrumento que tenemos por derecho para difundir nuestro pensamiento, libre de censura o condicionamiento de la propiedad de los medios, es una figura de producción eminentemente socialista, es la democratización de la comunicación, la socialización de un espectro radioeléctrico que es de todas y todos los venezolanos.
Hoy se nos plantean dos opciones: La primera, continuar consolidando este proyecto socialista, que nos ha dado una primera victoria en esta larga lucha por nuestra libertad de plasmar nuestros sueños, en la pantalla y en los altavoces; y la segunda, retroceder a la época donde otros decidían por nosotros, donde nos ponían limites sobre qué decir, cómo decirlo y hasta cuando podíamos decirlo.
Los Productores Nacionales Independientes, reunidos hoy ante Ustedes, elegiremos este 15 de febrero la posibilidad de continuar con nuestra larga lucha, la cual hoy, en el marco de una patria justa, nos permitirá consolidar los dictados de nuestra Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión, y de los próximos mecanismos de asignación de espacios, fase final para que nosotros, como creadores independientes, con nuevos contenidos, cambiemos la historia de la televisión y la radio en Venezuela.
Colega Productor, profesional de los medios audiovisuales… En una Venezuela que históricamente se caracterizó por la falta de continuidad, tenemos el derecho a cambiar lo malo, y ahora se nos ofrece el derecho, sobretodo, a continuar lo bueno, a continuar con la Producción Nacional Independiente, bajo la responsabilidad del Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información (MINCI), a continuar con el Fondo de Responsabilidad Social bajo la responsabilidad de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL), entre otras conquistas alcanzadas.
Los Productores Nacionales Independientes somos hijos de la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión, por eso debemos luchar para que la ley se imponga en el tiempo, esa es la opción.
Nadie ha podido dar continuidad a aquello que se opuso, más aún si tiene pactos históricos con sectores poderosos. Aquellos que ayer se enfrentaron a la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión son los mismos que hoy nos piden frenar la continuidad para “darle oportunidad a ellos”. Sus privilegios nunca les permitirían estar en la disposición, ni en la capacidad, de mantener, mucho menos de mejorar, lo que nosotros, los productores, los soñadores, hemos logrado.
La decisión no puede ser otra. QUEREMOS CONTINUAR, ES NUESTRO DERECHO.
Por nosotros, y por el futuro de nuevos creadores, LA ENMIENDA SI VA.
FRENTE SOCIALISTA DE PRODUCTORES NACIONALES INDEPENDIENTES