La recta final

Cuando se publique mi próxima columna, es decir, el 16 de febrero, ya habrá un veredicto en las urnas sobre la enmienda constitucional que amplía los derechos de los venezolanos al permitir la postulación -no la reelección-, sin limitaciones en el tiempo de cualquier compatriota que ejerza un cargo de elección popular.

De parte de los adversarios de la enmienda no ha habido un solo argumento valedero en contra, ni de orden jurídico y, menos aún, de carácter político.

Todo cuanto se ha dicho es: a) que ya el tema quedó resuelto cuando la reforma constitucional fue derrotada el 2-D; b) que se pretende consagrar la reelección indefinida para instaurar una dictadura en el país. Ambos argumentos fueron rebatidos de manera contundente, y creo que el debate sirvió para precisar con claridad dónde está la verdad y dónde la mentira.

La posibilidad de que alguien se postule no significa que sea reelecto. Puede serlo o no, como ya hemos tenido casos. El elector venezolano no es tonto: vota a favor o en contra sin ceder ante las manipulaciones. Ejemplo: vota por Chávez e igual, como sucedió el 2-D, sufraga en contra de la propuesta que él hizo de reforma constitucional. Respecto a gobernadores y alcaldes, éstos han sido rechazados o confirmados conforme a lo que el elector decide en cada oportunidad, y no por presión de las maquinarias políticas. Venderle al elector la tesis de que si Chávez tiene la posibilidad de postularse de nuevo se entronizaría en Venezuela la figura de la presidencia indefinida, vitalicia, es ridículo.

Algo que en el debate se cayó por su propio peso como lo reflejan las encuestas. Tampoco es cierto que de aprobarse la enmienda estarían amenazados derechos de los venezolanos como la propiedad privada y las libertades públicas. Ese cuento lo difundieron los adversarios de Chávez desde el momento en que fue electo presidente en diciembre de 1998 y nada ocurrió. El derecho de propiedad no fue lesionado; al contrario, se amplió. Y en cuanto a la libertad y los derechos democráticos, se fortalecieron y la actual situación en esta materia dista mucho de la que existió durante los cuarenta años de la IV República.

Una oposición sin argumentos ni principios tiene que apelar, fatalmente, a la mentira. Mentira potenciada por los medios que hoy son la verdadera oposición, ya que los partidos de ese bando perdieron vigencia basta ver en las encuestas sus esmirriados porcentajes- y terminaron delegando en el medio su papel ductor. Reivindicar la verdad, derrotar la desnaturalización del debate político, fortalecer la democracia y el Estado de Derecho, es lo que se plantea el próximo 15 de febrero. Lo demás es aventura.

Es, por ejemplo, utilizar jóvenes para resolver con guarimbas lo que hay que decidir con el voto.

Para el momento en que escribo esta columna tengo la corazonada de que hay sectores que no admitirán el veredicto popular del 15-F. Hay muchos indicios de que ese día o, posteriormente, tratarán de darle el palo a la lámpara reaccionando contra la voluntad de los electores e incrementando la violencia de estas últimas semanas. Nada de extraño tiene que así ocurra: en estos diez años no han hecho otra cosa. Toca al Estado de Derecho y al régimen democrático defender lo que los venezolanos decidamos soberanamente con nuestro voto.


La estrategia Obama

Presidente de EEUU



No es casual que en la mira del apolíneo y cuidadoso discurso de Barack Obama -una vez que se instaló en la Casa Blanca- esté Hugo Chávez. No hay alusiones desconsideradas a otras naciones y gobernantes de la región. No figuran Cuba, Bolivia, Ecuador, Paraguay, Nicaragua, Honduras ni, por supuesto, Argentina.

El blanco es el mandatario venezolano. Los dardos envenenados contra éste los lanza el presidente Obama mediante el recurso del retrato hablado, mientras que el sucesor del inefable Negroponte, Jim Steinberg, alude directamente a Chávez y reedita el lenguaje de su antecesor -que es el mismo de Bush. En otras palabras: si bien es cierto que el genocida de Irak, el apologista de la tortura, salió de la presidencia de EEUU, su sombra aún se pasea por los salones de la Casa Blanca. ¿Qué pretende Obama con los ataques velados o abiertos contra Chávez? Aislar al líder de la revolución bolivariana.

Chávez es para Obama la piedra en el zapato. Él cree que con la tácita amenaza de limitar la importación de petróleo venezolano y la sibilina advertencia a "los regímenes hostiles", podrá aislar y debilitar a Chávez .

Esa estrategia es torpe, por decir lo menos, e impropia de alguien que demostró en la campaña por la presidencia sentido común e inteligencia.

Quienes lo aconsejan sobre el tema latinoamericano quizá lo hacen para complicarle la situación, y habría que ver si en realidad están con él. Ojalá Obama -Galeano dice que todo lo relacionado con él hay que inscribirlo en el ¡ojalá!- tome más en cuenta la realidad de la región y deje de lado a consejeros responsables de la catástrofe económica y financiera de su país y su descrédito mundial. Ojalá tomara en cuenta la reflexión del presidente Lula en el reciente evento de Belem: "Esta crisis no la hicieron ni Chávez ni Evo".


LABERINTO

El libreto
del Pacto de Puerto Rico carece de originalidad. No valía la pena dar pie a un escándalo que perjudicó mucho a la oposición para buscar unos reales (dólares) y traerse un formato publicitario contra la enmienda "Made in Chile".

Entre las recomendaciones está: insistir en la amenaza contra los bienes de las personas; el ataque a las instituciones que respaldan al Gobierno; ilegitimar la enmienda por la violación del derecho de los nuevos votantes; insistir en la alianza con guerrilleros y narcotraficantes; enfatizar el autoritarismo; generalizar la acusación de corrupción; posesionar la matriz de que el NO ya ganó en base a viejas encuestas, con lo cual se abre la puerta a la posibilidad de cantar fraude.

Toda esta basura
publicitaria es, por supuesto, falsa de la primera a la última letra. Pero una oposición inmoral e intelectualmente agotada, la recicla para dar una batalla que tiene perdida.

Lo que son las cosas:
en Davos, el foro de los ricos, de los neoliberales, le pidieron auxilio al Estado para estabilizar la economía.

Editada
por el Parlamento Andino circula una magnífica edición del libro "Cipriano Castro, el eterno peregrino", cuyo autor es el luchador social y diputado Víctor Hugo Morales. El texto es apasionante. Refresca la memoria. Está ilustrado con fotografías y caricaturas de la época. Contra Castro se ensañaron las potencias imperiales con sin igual desprecio. La obra, muy bien diagramada, contribuye al rescate de la memoria histórica y es un singular testimonio sobre la dignidad de un venezolano contra el cual se abatió la más innoble campaña de descrédito que se conozca.


Silencio total
sobre las contundentes declaraciones del ex jefe del DAS, Rafael García, entrevistado por este diario sobre los planes de los paramilitares y ese organismo de seguridad colombiano para asesinar al presidente Chávez..

Lástima que ayer
fue el último día en que se pudieron difundir encuestas sobre el resultado del referéndum del próximo 15 de febrero. Cada día que pasa hay nuevos datos que sirven para que la opinión pública tenga una idea clara acerca de lo que sucederá el domingo y, de paso, saber cuáles son las encuestadoras que engañan a sus clientes y al país y cuáles actúan con honestidad.

jvrangelv@yahoo.es


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José Vicente Rangel

Periodista, escritor, defensor de los derechos humanos

 jvrangelv@yahoo.es      @EspejoJVHOY

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