Este comunicado refleja sólo la visión política y en extremo parcializada de un minúsculo grupo, de menos de 15 personas, miembros del Consejo Universitario, que en nombre de un gran colectivo de más de 50 mil personas incluyendo estudiantes, obreros, empleados y profesores, intentan distorsionar la realidad al hablarle a la comunidad de una supuesta “reelección indefinida” a través de un comunicado aprobado el pasado lunes 09.02.09. En efecto, si leemos la pregunta de la enmienda, podemos apreciar que ni explicita o implícitamente el término “reelección indefinida” aparece en ella. La pregunta reza así: “¿Aprueba usted la enmienda de los artículos 160, 162, 174, 192 y 230 de la Constitución de la República, tramitada por la Asamblea Nacional que amplía los derechos políticos del pueblo, con el fin de permitir que cualquier ciudadano o ciudadana en ejercicio de un cargo de elección popular, pueda ser sujeto de postulación como candidato o candidata para el mismo cargo, por el tiempo establecido constitucionalmente, dependiendo su posible elección, exclusivamente, del voto popular?”.
Este hecho preocupa sobre todo cuando se invoca a la majestuosidad de la Universidad de Los Andes para, por medio de ella, hacer ver que el Consejo Universitario posee el dominio de la verdad absoluta, con lo cual este reducido grupo de Consejeros se aduce una “loable” labor cuando se señala que dicho máximo organismo, cito: “quiere contribuir así a la correcta valoración de la consulta convocada por el Consejo Nacional Electoral”. Es por demás arrogante la actitud de los consejeros universitarios que suscriben este comunicado al señalar, cito: “..”ejerciendo a plenitud los derechos que nos asisten, en correspondencia con los valores superiores del mundo civilizado, tolerante y democrático”. Es decir, que los que no apoyamos este comunicado representamos la barbarie, la intolerancia, lo incivilizado.
Entre otras tantas cosas señalan que la propuesta hecha por “el ejecutivo nacional” altera el principio de la alternancia en el poder. Primero, sabemos de antemano, que no es el ejecutivo nacional quien propone la enmienda sino la Asamblea Nacional, por lo que lo afirmado carece de objetividad y está totalmente alejado de la realidad. Segundo, si vemos los artículos del comunicado, y los aquí señalados, encontramos que lo alternativo se mantiene tal y como está. Esto queda evidenciado por el simple hecho de que el Artículo 6 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela no está siendo sometido a consulta, por lo tanto no está sujeto a modificación y se preserva el precepto constitucional de la alternabilidad.
Con pena ajena vemos también en este comunicado como el máximo organismo que rige a nuestra alma mater tiende a confundir a la opinión pública al comparar, equivocadamente, la reforma del 2007, con la enmienda ahora propuesta. Son dos conceptos totalmente diferentes. Constituyente, reforma y enmienda son procedimientos constitucionales para modificaciones totales, parciales y particulares de la Constitución.
Al aducir que es incomparable el caso venezolano con lo que ocurre en el sistema parlamentario europeo, vemos con tristeza como este documento refuerza la tesis de que muy pocos pueden decidir por el pueblo, pues tal como queda reflejado en el documento cito: “.. no tienen a la cabeza a un presidente sino a un primer ministro electo por el parlamento que puede cambiarlo”, subrayado mío. Aquí, en la democracia venezolana, existe la elección popular, y el revocatorio, ejercido también por el pueblo que es una de los mecanismos democráticos de cambio de gobernantes. Con el añadido de una aberrante apreciación subjetiva al indicar que nuestro país está, cito: “caracterizado por instituciones históricamente débiles”. ¿Lo es el Consejo Universitario de la ULA, en este caso, un ejemplo de ello?.
“Que la experiencia demuestra que desde el poder se adquiere más poder”. Cabe preguntarse cuál fue la motivación que tuvieron todos los miembros del Consejo Universitarios para aspirar tan alto rango político, dentro de la estructura de mando de la ULA, sino es otra que el poder. La historia, en la ULA, sí está llena de esta “experiencia” y tal vez esto sea lo que se pretende utilizar como argumento distorsionante, algo así como “el coco”, para que la comunidad no apoye la propuesta de la enmienda. Ellos saben por que lo dicen.
Acuerdan con mucha falsedad, cito:”que la reelección indefinida lesiona el derecho al voto y la alternabilidad en el poder”. Basta con revisar algunos de los estatutos internos de la Universidad donde decanos, gremios, entre otros, pueden postularse como candidatos cuantas veces ellos lo deseen.
Proponen un rechazo a los actos violentos ocurridos en el país, así como exhortan a los actores políticos, cito:” a no utilizar un lenguaje que incite a la violencia y a la agresión contra la protesta pacífica de nuestros estudiantes”. Curiosamente vemos que muchos de esos “actores políticos” son autoridades universitarias que arengan, o en todo caso apoyan las acciones violentas de algunas de esas “protestas pacíficas”, como en el caso del estado Táchira donde los profesores somos sacados desde nuestra aulas de clases a fuerza de morteros, sin que se tomen medidas para evitarlo, donde se permite que carros del Gobierno sean desvalijados dentro del campus universitarios y donde en las adyacencias de la universidad, en plena vía pública, existan camiones de escombros depositados adrede y que son utilizados como proyectiles por “nuestros muchachos” en esas “protestas pacíficas”, amén de los vehículos y cauchos quemados por ellos.
Finalmente, reitero mi inconformidad y total desacuerdo con este comunicado pues tiene un corte eminentemente político-electoral, con una parcialidad inequívoca hacia una de las dos opciones que ofrece el referéndum por la enmienda. No veo en él ideas diferentes a las expresadas por los actores políticos opositores al Gobierno, incluyendo los medios de comunicación.
Pueblo de Mérida, comunidad nacional, no todos los miembros de este Consejo Universitario, ni los universitarios en general que hacemos vida en esta bicentenaria casa de estudios, compartimos las opiniones, en muchos casos en extremos sesgadas, que son emitidas en este comunicado, lo cual es triste pues suponemos que en nuestra universidad autónoma y democrática debe respetarse la pluralidad política y la libertad del pensamiento y en este caso en particular, con la postura fijada en este comunicado, el Consejo Universitario hizo caso omiso de ello.
(*) Dr.
hr_gomez_60@hotmail.com
Miembro del Consejo Universitario