Otra vez. Con razón el refrán popular acierta cuando dice que el ser humano es el único que tropieza con la misma piedra dos (2) veces (por lo menos). Venimos de una razonable victoria popular con el referendo del SÍ y nuestro presidente, en un acto emotivo y apasionado, juró “consumirse” por su pueblo. Muy bien. Todos apostamos a que su incansable agenda de trabajo siga rindiendo frutos que alivien la pesada carga de las clases necesitadas, que a final de cuentas somos la mayoría. Yo voté por el SÍ pues considero que el Proceso Bolivariano precisa de varios eventos que permitan madurar lo que Chávez comenzó en 1999, o sea, crear la plataforma socio económica unitaria que pueda ser la matriz de una continuación con espíritu revolucionario. Creo firmemente que la llegada al socialismo a lo venezolano va a demorar muchos años, por razones obvias de la realidad nacional. Si nos ponemos a enumerar los obstáculos que debemos superar llenaríamos unas 60 páginas y no es el tema que nos ocupa.
Hoy nos enteramos de la noticia sobre los “cambios” ministeriales. Otro enroque más, inocuo, tímido e ineficaz. ¿Cómo es posible que el señor presidente deje en la cartera de salud al inoperante, ineficiente y mediocre Jesús Mantilla? ¿Es que nadie le va a decir al presidente de lo nefasto que ha sido ese funcionario para la salud del país? ¿Ese señor visita los diferentes hospitales tipo 3 y 4? No. Es el típico burócrata que se esconde en su oficina para no enfrentar la cruda realidad de los hechos, que no vela por las mejoras salariales y sociales de nuestros médicos, etc., etc., etc.
¿Dónde están las caras nuevas, estimado presidente? ¿Será que en el país no hay valiosos compatriotas mejor preparados que los que hasta ahora le han servido? ¿Donde carrizo están las tres “R”?
Desde adolescente asimilé una frase muy sabia de un ilustre socialista ya fallecido: “La Reforma es la continuación modificada del error”. Los cambios en el gabinete son reformas mas no transformaciones y allí es donde radica la falla en la obtención de votos que sean afectos al Proceso. El señor presidente no lo puede resolver todo, para eso están sus ministros, funcionarios de alto y medio nivel, los alcaldes y gobernadores. Pero sí es responsable directo por el nombramiento de sus más cercanos colaboradores. No olvidemos que un millón de personas se sumaron el pasado 15F al deseo de no permitir que Chávez se postule a un período siguiente y eso no se ha ponderado como debe ser, con la suficiente conciencia y autocrítica. Nosotros no crecimos más que la oposición, no, lo que dejamos fue de retroceder y eso es muy diferente. El patrón de referencia con la elección presidencial del 2006 es perfectamente válido con el objetivo planteado en el reciente referendo ya que se trata del mismo personaje con el mismo fin, esto es, que sea presidente de todos los venezolanos, Nos faltan poco más de 800.000 votos por recuperar y eso no ocurrió.
No vamos a insistir por ahora en las causas del desencanto de cientos de miles de compatriotas que se alejan del ideal bolivariano socialista a pesar de que tengamos mejor sistema de salud y mayores niveles de acceso a toda le educación. Eso no es un contrasentido, es un fenómeno sociológico que el presidente y el alto gobierno se niegan a investigar.
No estamos satisfechos con ese nuevo enroque ministerial, querido presidente. Lo respetamos y lo apoyamos pero esta vez NO. Coloque sangre nueva a su alrededor, gente mejor capacitada y comprometida con el ideario socialista y bolivariano. Aún tiene tiempo. El tiempo perdido hasta los santos lo lloran….
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