Querido Teo:
Estoy arrechísima. Y te lo pongo así, con una palabrota que no es de mi vocabulario, para que quede claro cómo me has hecho sentir. Esa infidencia tuya me cayó como balde de agua fría. ¿Cómo se te ocurre delatarme de esa manera? O delatarnos, mejor dicho. Tú eres político corrido y sabes muy bien que esas cosas delicadas no se dicen por teléfono, salvo que quieras que un tercero las sepa. No era difícil imaginar que el Gobierno, Franklin, Henry, la embajada o tu jefe de seguridad te estaban grabando. Para eso hicimos arreglos con Gustavo para que todos tuviéramos nuestro T-motion y chateáramos con ese tecladito. Ay, Teodoro. ¡Estoy fúrica! Releo tus imprudencias con Alberto Quirós Corradi y no termino de creerlo. Y las leo porque no soporto ver el video con el loguito de VTV, una de las tantas cosas que tendremos que exterminar antes de privatizar ese canalucho. Por fortuna (es un decir, claro), Panorama publicó completa la trascripción, de donde copio el párrafo en el que me aludes: “¡Eso no es verdad, chico! Desde el primer momento siempre se supo que eran 3,1. Esa creación de una matriz de opinión fue uno de los más graves errores. Eso me lo dijo la misma María Corina Machado el primer día: son 3,1 millones de firmas. Nunca fueron 3,4. ¡Son esas vainas que llevaron al consultivo, que llevaron al primer Firmazo! ¡Ese poco de cobas y mentiras que se le mete a la gente y ese poco de políticas ambiguas, Alberto!”. Ay, Teodoro. ¿Cobas y mentiras? Haber puesto a miles de venezolanos a repetir como loritos que entregamos 3.445.747 firmas no pasa de ser una mentirilla blanca. Sí, yo te dije que sólo entregaríamos 3.086.013, incluyendo defectuosas, inválidas y planas, perdón, asistidas, como en efecto después anunció el CNE. Pero eso tenía su razón de ser: abultamos las firmas para poder decir que entregamos un millón más de las necesarias. Así la gente no extrañaría tanto los 5 millones que prometimos y dejábamos al CNE en el trance de volver a quedar como mentiroso. Acuérdate de que con nuestras fortalezas comunicacionales, todo lo que digamos siempre será verdad. Nadie pondrá en duda nuestros numeritos. Analistas y periodistas dirán amén, sin hurgar mucho. No necesito decírtelo a ti, que diriges un periódico, del que sólo se medio lee tu editorial, pero periódico al fin. Lo peor, Teodoro, fue cuando hablaste de megafraude. ¿Te imaginas cómo se habrá sentido nuestra gente? Yo casi me desmayo. Esas cosas no se dicen. Transcribo de nuevo: “¿Tú te imaginas que de un millón de personas no hay 600 mil que completen esta vaina? ¿Entonces tenía razón Chávez? ¡Un megafraude!”. Más abajo lo vuelves a plantear, Teo: “Si tú cierras la posibilidad de los reparos, se acabó la vaina. De aquí pa´lante no sé cuál es el plan”. No te hagas el loco, Teo. Tú sabes muy bien cuál es el plan. ¿Acaso hace falta explicártelo? Abril, Teodoro, abril... Tú mismo lo expusiste con maestría en el editorial del 12-04-02, que me permito recordarte: “Aquí no hay manera de resolver institucionalmente el cambio político habido. Vicepresidente, presidente de la Asamblea, presidente del Tribunal Supremo no sobreviven al colapso del chavetazo. Esa línea de mando institucional murió con el régimen. Ya se verá cómo se resuelve el problema de las formas...”. Clarito como el agua. Y lo escribiste tú mismo, con tus manitas peludas, así que no te me pongas legalista hoy. ¡El 350, vale! Aquí, en realidad, no necesitamos revocatorio para salir de Chávez. ¿Para qué seguir gastando dinero en votaciones? ¿Y si, por el voto de la chusma, se nos cuela otro tierrúo? Las formas son secundarias, Teodoro, cuando el fondo es desalojar a esa chusma. Y no me digas que “con modo todo se puede”, que es una frase de Bolívar, cosa que ya me revuelve el estómago, y porque a la hora de la chiquita tú tampoco te acordaste de ella. Sólo después, cuando viste que Carmona dejó entendiendo a Ortega, saliste a embromar a Pedro con tu “empezamos mal”. ¿Que volver a apelar al 350 supone otro golpe de Estado? Bueno, ¿y a estas alturas tú le vas a estar parando al qué dirán? Fíjate cómo ya casi no hablamos de referendo, ni de firmas, ni de círculos bolivarianos. Ahora el tema son los DDHH y la represión de la GN. La idea, si acaso debo explicártelo, es que aparezcamos como víctimas de abusos y atropellos, mientras más muertos y heridos mejor –y si no los hay, los provocamos, que de eso se encarga tú sabes quién- para recuperar el apoyo de mucha gente que se nos ha ido distanciando, borrar de la memoria colectiva los estragos que causamos con el golpe, el paro y la rebelión de la basura, desmoralizar a los militares y sus familias para que terminen negándose a reprimir y por último, lograr un pronunciamiento de la OEA que deslegitime por completo al régimen, para que los militares se pongan de nuestro lado y, entonces sí, nos hagan el trabajo sucio que les faltó en abril. Así, Teodoro, claro y raspao, para emplear palabras tuyas. Es más, estoy tan molesta contigo –incluso más que Julio y Ledezma, a quienes insultaste feamente- que por lo menos me daré el gusto de bajarte de una nube: el hombre con el visto bueno de nosotros, los Amos del Valle, no es tu partner Pompeyo, cuya figuración en tarimas, programas de TV y ruedas de prensa es claramente una obra tuya y tampoco el otro viejito adeco, Tejera París, quien anda vendiéndose como “presidente de transición”, pero sólo para distraer al régimen. Las dos cartas con nuestro OK y también el de Otto, son Adán Celis, sí, el ex presidente de Fedecámaras, y Raúl Salazar, mi gordo y bello general. Si me preguntas, yo me inclino por el segundo, porque nació un 29 de abril y esa fecha me parece cabalística y porque parece tener los testículos de torero que hacen falta para limpiar a este país de esa chusma pretenciosa que tanto afea. En tu descargo, Teodoro, he de decirte que me agrada la forma como reaccionaste ante la difusión de esa grabación. Haces bien obviando tu delación numérica y, más bien, mostrándote indignadísimo con el morenito ese Vladimir Villegas. Gente mayor me ha dicho que su papá también era un tipo conflictivo, de esos sindicalistas que no aceptaban negociar bajo cuerda con nosotros, empeñados en cambiar el mundo, en despotricar del capitalismo y distribuir nuestra riqueza entre los trabajadores. Menos mal que tú te dejaste de eso a tiempo. ¡Te aseguro que ese Villegas, y su hermanito, jamás conseguirán un trabajo decente cuando estemos de vuelta! Es bueno, Teodoro, que no hayas atacado a los policías que pudieron grabarte, mira que con seguridad serán muy útiles cuando seamos sus jefes. Muy inteligente eso de afirmar que Quirós y tú sólo intercambiaron opiniones sobre un tema banal. ¡Ni se te ocurra publicar una línea sobre el fondo del asunto en tu periódico y mucho menos volver a hablar de megafraude, porque con una llamada mía te quedas sin la poca publicidad que aún tienes! Hoy nuestros blancos son la GN y VTV, pues la guerra central es mediática, de credibilidad. Hay que ir allanando el camino para que, cuando haya que desmantelarlas, la opinión pública esté preparada para aceptarlo. Bueno, Teodoro, he drenado bastante con estas líneas. Espero que nuestras conversaciones privadas no las estés comentando con terceros por teléfono y mucho menos en público. Te sigo teniendo cariño. Un beso cívico, pacífico y democrático.
Atentamente,
María Corina
P.D. Y acuérdate, recogimos 3.448.747 firmas. Repítelo varias veces y borra de tu memoria la cifra que te di en nuestra conversación inicial. Recuerda lo que te dijo Quirós: “No hay palabra de un político que dure 24 horas”.