Cinthya Machado Zuloaga está brava. Muy brava. Dice que "no es posible, Roberto, que tu presidente le diga a Lorenzo Mendoza como si fuera de su misma clase: `Te voy a expropiar, Mendoza, así que ya lo sabes, pórtate bien, que tú no tienes sangre azul, todos somos iguales, todos tenemos sangre roja rojita’. Eso nos dejó a todos con la boca abierta. Un marginal. Un vendedor de arañas, que te confieso, amigo, yo soy incapaz de preguntar qué cosa es esa, viene y le dice a Lorenzo que le va a quitar lo que le ha costado tanto a nuestro amigo... Roberto, mi familia, la tradición y la propiedad estamos de luto activo".
Cinthya se pasa las manos por la cara y se estira el pelo. Se mueve en la silla constantemente y su cuerpo baila la danza de la rabia. La danza de clase. El mesonero se acerca. No dice nada. Coloca la botellita de agua Evian sobre la mesa y el café Nero lo pone a un lado.
Ella retoma la palabra: "Nos llevaron el video esa misma noche. Y por primera vez vi el canal 8. Y cuando miré aquel gabinete, donde faltaba clase y glamurt, le dije a mi padre, bueno, estos ahora sí vienen por todo, y justamente, vinieron por Lorenzo. Yo lo llamé y le dije: habla con tu agencia de publicidad, y que te desarrollen una campaña, ya tienes el concepto: Con mi arroz no te metas, marginal. Pero él, caballero como siempre, me dijo: `Tranquila Cinthya, tranquila". "En nuestra White hause, perdona Roberto, es que con la rabia se me olvida que tú eres un marginal y te hablo como si fueras uno de los nuestros, pero te decía, en nuestra casa blanca estamos dispuestos, ahora sí, a salir del teniente coronel, del innombrable, de chacumbele, en fin, del señor que quiere expropiarle el arroz a Lorenzo".
Cinthya Machado Zuloaga se ve linda cada vez que está brava.
Eso sí, no pierde el estilo ni la clase. "Creo que te ofendí, Roberto, y te pido disculpas, pero es que este país es lo que es porque lo hicimos nosotros. No es para que ahora un vendedor de no sé qué cosa, venga a tutear a Lorenzo, a tutearlo, como si Lorenzo hubiese vendido con él la cosa esa que dice él que vendía".
Su chofer se acerca a la mesa y le dice que su papá la está llamando, Cinthya toma el celular y le dice: "Si papi, ya voy. Voy a buscar las pancartas para la marcha de mañana: Con mi arroz no te metas, marginal".
Cuelga y me da un beso y me dice que "ahora sí va a caer, porque ese marginal no sabe con quién se está metiendo".