Una invitación a la Revisión, Rectificación y Reimpulso

La violencia en Mérida

Ser revolucionario es hacer la revolución, es desenmascarar al enemigo de clase y derrotarlo, esté ubicado claramente en el lado burgués o esté realizando su labor de zapa desde adentro. El Estado Mérida es un espacio para la reflexión urgente. Consecutivamente la revolución perdió la más importante alcaldía del Estado (Libertador) y luego la Enmienda. ¡Increíble! realmente increíble que en municipios rabiosamente chavistas se perdiera la Enmienda. Mérida (la ciudad) es un nido de víboras reaccionarias con pedigrí y otras sólidamente enquistadas en la ULA. Un espacio –hasta hace poco ganado por la revolución- donde el pueblo revolucionario retrocede entre la confusión y el desconcierto. No causa ese desconcierto las acciones de las huestes burguesas apátridas. A esas, el pueblo las tiene bien identificadas. Esta angustia visible proviene fundamentalmente del accionar miserable de algunos de los llamados “líderes” regionales y/o municipales del proceso revolucionario.

El Alcalde de la ciudad de Mérida hasta el pasado 23 de noviembre, Carlos León, difícilmente podría haber ejecutado una administración más divorciada con los valores socialistas si se lo hubiese propuesto como tarea. Un carnaval de acciones de clara entrega a los intereses más oscuros de la burguesía merideña (permisos de construcción, agresión a la naturaleza en beneficio de los de siempre, olvido de las necesidades del pueblo, formas de vida pequeño-burguesas -del peor gusto, por cierto- y mil cosas más) colocaron la Alcaldía en las manos del corrupto e inmoral Lester Rodríguez, de triste recuerdo por su pasantía por el rectorado de la ULA. Algo muy parecido a lo que nos ocurrió en Petare. Casi sólo Petare nos costó la derrota y la entrega al fascismo de la gobernación de Miranda, la Alcaldía de Petare y la Alcaldía Mayor, donde además “quemamos” algunos de nuestros mejores cuadros, como Aristóbulo Isturiz, por ejemplo. Si eso no nos pone a Revisar, Rectificar e Impulsar, mejor que el último apague la luz, por favor ¡claro! por favor.

Cada vez es más evidente el divorcio entre las necesidades del pueblo, los planes y proyectos que el Presidente Chávez motoriza desde el gobierno nacional y las acciones y conducta de algunos líderes del partido y burócratas en altos cargos. La derecha oligarca no pelaría ese boche, y no lo está pelando. Desde la ULA y el arzobispado de Mérida se están construyendo todos los caminos que conduzcan a un reventón estudiantil y social que ensangrente la ciudad y desde allí promover reacciones en otros lugares de Venezuela. Paramilitares y delincuentes con asiento en la ULA, transitando en moto por el centro de Mérida, con armas largas, atemorizando y provocando desasosiego y angustia son situaciones recurrentes. En la última marcha estaban representantes de la mayoría de las otras universidades autónomas, todas complotadas en esta conspiración. ¿Será que han elegido Mérida?

Con motivo del recorte presupuestario –que por cierto para nada afecta el funcionamiento de la Universidad porque tienen reales de sobra en partidas no ejecutadas ganando intereses en bancos- las autoridades universitarias están movilizando y espoleando a un estudiantado –en su mayoría de clase media- enfermo por la campaña mediática inmisericorde y la ausencia de pasión patria, para generar los acontecimientos violentos que estamos presenciando.

Acaba de morir –sorprendentemente con un impacto de canica o metra entre las cejas- el joven revolucionario Yuban Ortega. Sorprendentemente –digo- porque muere de la misma manera que lo hizo hace apenas unos meses otro estudiante en espacios de la ULA, con un metrazo en la nuca evidentemente proveniente desde los terrenos de ULA y no desde la cerca donde estaba la policía de frente al estudiante. La policía regional del Estado Mérida ha sufrido en carne propia la agresión asesina de “estudiantes” como los que integran el M-13. Pasan de 80 los policías heridos con impactos de bala por gentuza de este movimiento protegido por las autoridades de la ULA y cuyo jefe supremo –el violador y asesino- Nixon Moreno, fue graduado de politólogo por Lester Rodríguez y miembros del Consejo Universitario en acto bochornoso celebrado en la Nunciatura Apostólica en Caracas. Puedo decir que me consta el desaliento y malestar que esta situación de impunidad causa en el cuerpo policial, compuesto en su inmensa mayoría por buenos muchachos, pues no hay un solo delincuente preso. Por otro lado, ¿Quién nos garantiza que esa policía no está –como ocurre en otros estados- infiltrada gravemente?, ¿Por qué para “reprimir” una protesta del IUTE (Instituto Universitario Tecnológico de Ejido) mayoritariamente compuesta por estudiantes revolucionarios y leales se enviaron policías regionales desde distintos sitios y sin conocimiento entre ellos? Hay suficientes preguntas como para detenernos a meditar y evitar juicios apresurados.

El Colectivo Libre Aquiles Nazoa, desde la emisora de radio ECOS, acaba de lanzar un grito de lucha denunciando que este es un crimen de la estructura de un Estado que continua siendo profundamente burgués. Añaden estos camaradas, radicalmente revolucionarios, otro rosario de denuncias, justamente asociadas a las que comencé a reseñar en este artículo. No faltará quien vea en este grito de angustia revolucionaria del Colectivo Libre Aquiles Nazoa, manipulación contrarrevolucionaria o incluso penetración de la CIA; no será esta la primera vez que se maltratan a los Colectivos. No deberíamos ser tan leves a riesgo de cometer graves injusticias. En esta revolución –como en cualquier otra que lo sea de verdad- es fundamental saber quien es quien. El Colectivo Libre Aquiles Nazoa tiene una trayectoria de lucha justo cuando la lucha ha sido eso: lucha y no precisamente guerrilla Pentium. Este Colectivo –es mi percepción- tiene fundamentos ideológicos anarquistas, pero eso no los convierte en contrarrevolucionarios. El Colectivo se siente herido por 9 años de inconsecuencias, de concesiones a la burguesía, de contratos y manejos que siempre han benificiado a los ricos y contratistas.

Al gobernador Marcos Díaz Orellana, lo respaldamos con todas nuestras fuerzas porque vimos –y aún vemos- en él la esperanza de que puede superar las inconsecuencias de Porras. Es tiempo de hacer revolución socialista, gobernador. Al capitalismo hay que derrotarlo y enterrarlo para que nazca el socialismo. Lo que está muriendo y no termina de morir, tiene que morir, y lo que está naciendo y no termina de nacer, tiene que nacer y es cosa de los revolucionarios acelerar el enterramiento y apurar el parto. Con sentido profundo de los tiempos, con talento táctico y atentos a la dirección del Comandante, pero sin tregua ni pausa. ¡Hagamos revolución, Gobernador!, ¡Hagan la Revolución camaradas de la Dirección Regional!, ¡Chávez es Socialismo!

¡PATRIA Y SOCIALISMO…. O MUERTE!
¡VENCEREMOS!


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Martín Guédez


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