Leí un artículo en Aporrea, donde la autora habla de la teología de la Liberación desde una perspectiva que desde mi humilde punto de vista esta equivocada. Con todo el respeto que se merece María Cecilia Valecillos, le digo que no se puede hacer juicios tan radicales aunque tengamos ciertos criterios de juicios valederos desde nuestra perspectiva personal.
No considero de manera personal que la Teología de la Liberación de un fracaso, aunque haya habido fracasos y desilusiones que vivimos en décadas pasadas.
La Teología de la Liberación, es el gran aporte hecho desde nuestra realidad como pueblo creyente latinoamericano, ella misma trasciende aun a muchos de sus creadores o mejor dicho sistematizadotes, porque el verdadero creador de la Teología de la Liberación es el pueblo, las comunidades.
Triste es que la Teología de la Liberación sea juzgada por un autor sacado de las Páginas de The Economist, expresión visible de la derecha económica. Para poder analizar el reencuentro con la Iglesia. Es imprescindible encontrarnos desde una verdadera Epistemología religiosa con el concepto de Iglesia y de Reencuentro Eclesial con esa Iglesia. No podemos limitarnos a los reduccionismos de unos economistas de derecha que hacen un mal intento de teólogos.
Pregunto a María Cecilia Valecillos ¿Si hoy la teología de la Liberación podemos catalogarla de fracaso cuando tanta gente murió y está muriendo por esa opción por los pobres que los ha llevado a la entrega total por el otro con la otra? La Teología de la liberación es más que los teólogos de la liberación y sus religiones.
Entonces diría, que todo el esfuerzo de mucha gente en nuestro propio país que nos hemos mantenido firmes y fieles a nuestros principios y valores liberadores y que nos hemos identificado plenamente con los ideales de esta Revolución, no ha valido la pena porque los chicos economist, o los Chicago y Boston Boy´s, o los círculos de intelectuales de derecha decidan hacer un llamado a reencontrarse con una imagen o fantasía de Iglesia, que ellos han construido desde sus Postulados economicistas. El Teotropismo, o la teoría invocada supuestamente por los chicos economist, y citada por María Cecilia Valecillos, viene de las teorías Axiotrópicas. Por lo tanto el Teotropismo tiene que ver con Dios, pero señalando que el valor de los valores es Dios, y no con el acercamiento a ninguna institución eclesial o religiosa.
Reafirmamos que la Iglesia no es la institución que nos han hecho creer que es. La Iglesia como Concepto tiene su origen el Antiguo Testamento con la Palabra hebrea qahal, y en el Nuevo testamento con la palabra Griega Ekklesia. Ambos términos señalan que es los que son convocados, una asamblea, un grupo de persona. Por eso nuestra definición de Iglesia está profundamente centrada en el ser humano, no está vinculada a instituciones o jerarquías.
La Iglesia, es el ser humano, hombres y mujeres convocados en torno al Dios encarnado por un ideal, por una espiritualidad, por sentimientos de hermandad. La Patria es el hombre, decía Ali Primera. Ese es verdaderamente el sentido o la concepción de lo que es Iglesia en la Teología de la Liberación, la Iglesia somos los seres humanos.
Como dijimos para nosotros y nosotras, la Iglesia no es la Institución, ni mucho menos el edificio. Toda visión cristiana de la Iglesia trasciende a las Iglesias- instituciones, a sus propiedades y a sus jerarquías.
La guerra contra el secularismo en la historia de las Comunidades Cristianas liberadoras, ha sido superada por más de cinco décadas. Aquella primera etapa de la Teología de la Liberación quedó demostrada la vinculación de la Teología Latinoamericana con el Marxismo, como herramienta de Análisis social de la realidad. Esto es una prueba real del encuentro de la Teología de la Liberación con los elementos políticos tan seculares, como es la teoría de Carlos Marx.
Es necesario recordar que la “incorporación a Cristo”, no es necesariamente la incorporación a la una institución eclesial. La pertenencia eclesial es una formalidad de las diferentes religiones. La incorporación a Cristo es un compromiso de vida que trasciende lo denominacional o lo particular.
Me parece mas absurdo, el ultimo párrafo aparecido en este articulo de Aporrea, la comparación de la Teología de la Liberación Con la Coca-Cola. Utiliza la autora un argumento digno de la más rancia derecha latinoamericana, cuando expresa de manera desconsiderada lo siguiente: “La teología de la liberación pretende volver (¿o fortalecer?) La Teo-política, la mezcla de religión y política, para la unión incestuosa y repugnante de la iglesia y el estado. Esa es la gran mentira, la gran estafa, el gran engaño de la teología de la liberación”.
El objetivo de la Teología de la Liberación, no es conquistar el gran maridaje de la Iglesia y el estado. Nunca ha propuesto la Teología de la Liberación, ningún tipo de religión política, muy por el contrario desde su análisis marxista de la realidad plantea que todo es político y que todas las relaciones de los seres humanos tienen una fuerte característica política. No le ha interesado nunca a la Teología de la liberación ser gobierno, ni ostentar el poder. Siempre se ha opuesto por naturaleza a la Iglesia Poder, a la iglesia-estado.
Creo que en su artículo, María Cecilia Valecillos, ha confundido a la Iglesia- Institución- jerarquía, con la Teología de la liberación, que como ya le dije que no es una Iglesia, sino una Teología o forma de pensamiento, que trasciende a las instituciones religiosas.
Vuelvo a plantear, hay la imperiosa necesidad de abordar estos
temas desde una base Epistemológica
amplia, desde una perspectiva interdisciplinaria que nos permita abordar estos
temas y otros, de manera objetiva y más acorde con lo que está aconteciendo
nuestra