¿Quién levanta el "toque de queda" en el Zulia violento?

El tema diario de conversación entre la sociedad zuliana es casi monótono, rutinario, inagotable y de resignación: La violencia en todas sus formas que nos lleva al infierno de la inseguridad extrema. Son comunes y recurrentes los relatos de personas atracadas en plena vía pública con arrebatones de bolsos y prendas, con despojo de los bienes del transeúnte pistola en mano, con el robo de vehículos, el secuestro y el tenebroso sicariato importado de Colombia. Son muchísimas las víctimas que han sido sometidas para robarles su carro y cuando van a los cuerpos policiales a efectuar la respectiva denuncia, se encuentran de frente con el victimario. Varios policías regionales que perpetran acciones violentas en el delito del robo y secuestro, además de la extorsión, mantienen a la población en una constante zozobra que raya en la paranoia y la esquizofrenia pues se desconfía de todos los funcionarios pagando justos por pecadores. Existen muchos funcionarios honestos pero un pequeño grupo anárquico mancha la plana del resto.

En Maracaibo, por ejemplo, la cual visito unas 3 veces al mes, me cuentan los amigos que en sus barrios y urbanizaciones no pueden llegar en determinados horarios a sus hogares ni permanecer compartiendo con allegados en el frente de sus casas pues el atraco pende sobre ellos como la espada de Damocles. Los delincuentes llegan y someten a los presentes y se largan con su botín y escapan fácilmente pues la policía tardará horas en llegar al sitio en el mejor de los casos. En el Zulia medio mundo está armado. No hay un plan coordinado para el desarme y de paso, la frontera con Colombia facilita que la gente pueda adquirir un armamento traído de allá “a buen precio”.

Existen barrios de alta peligrosidad donde la policía no llega, ni siquiera hace patrullaje diurno y nocturno ni pensarlo. Me pregunto: ¿Por qué las unidades policiales no patrullan en horas de la noche? ¿Cuál es el criterio científico para esa modalidad extraña? Eso significa que los delincuentes pueden actuar mejor a la sombra de la noche ya que la autoridad está prácticamente ausente.

En Maracaibo comprar comida rápida en las calles es una temeridad. Hacer una fiesta hasta altas horas de la madrugada es casi un suicidio. Transitar después de las siete de la noche es a propio riesgo. Los niños no pueden jugar en esos horarios por razones obvias. Dar un paseo con tu novia o esposa por las avenidas principales y plazas públicas es ser muy atrevido y amar el peligro. El número de robo de carros es de unos 30 diarios, sin contar con los que pagan “rescate” y no denuncian el delito. Hasta los pensionados y jubilados del IVSS son asaltados a la salida de los Bancos al cobrar su dinerito. No vemos patrullaje continuo y selectivo, está la colectividad a merced del hampa y sin el amparo policial. Si haces una llamada al 171 para denunciar que un vecino tiene música a volumen excesivo y eso puede causar un asesinato por el reclamo, no te atienden y que pase lo que tenga que pasar. En esos detalles está la prevención. Muchos crímenes se cometen por las disputas de vecinos porque no los dejan dormir tranquilos por causa del abuso sónico de unos desconsiderados. El dedo se te desgastará en tu teléfono y la policía no aparecerá, a menos que se haya cometido el asesinato. Y después a pagar matraca en la morgue para que te entreguen el cadáver de tu ser querido.

Señor ministro El AISSAMI: Acabo de oír su intervención en el programa “Dando y Dando” sobre el caso del pillo Zuloaga, pero cuando tocó el tema de la inseguridad habló de soluciones que realmente son etéreas, irrealizables, intangibles y decepcionantes. La inseguridad es el flagelo número uno que nos abate y el gobierno tiene que tomar medidas radicales o esta revolución se irá al propio infierno. Ustedes tienen escoltas las 24 horas y no son afectados pero el pueblo llano y de altas esferas económicas sí sabe lo que es padecer el látigo de la delincuencia desenfrenada. El año pasado, en Sicilia, Italia, el gobierno se vio en la necesidad de sacar el ejército a la calle y nadie se alarmó por eso. En el Zulia el gobierno revolucionario tiene que tomar urgentes cartas en el asunto pues se vive de hecho un toque de queda, hay que sacar la Guardia Nacional a la calle pero no en esos estúpidos operativos de los cuales se ríen los bandidos, no, debe ser continuo y sistemático, con el concurso de toda la sociedad pero no esperando hacer una reunión magistral en el Hotel Maruma para crear comisiones de estudio, coño, no, hay que hacer algo urgente o repito, este proceso bolivariano se lo llevará el diablo. Usted muy bien sabe que el gobernador y el alcalde de Maracaibo son de la ultraderecha reaccionaria y no debe esperar nada de ellos. Haga lo que tenga que hacer. El Zulia genera muchos votos. No desconocemos su denodado trabajo en el ministerio que dirige, está haciendo un gran esfuerzo pero por el amor de Dios, levante el toque de queda en el Zuila ¡!

efraingran@gmail.com



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Efrain Jose Granadillo


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