Al mes de la partida del Checo de nuevo nos reunimos con sus hermanos: Luisana y Feijoo, sus hijos, familiares y todo su millón de amigos en el auditorio "Simón Bolívar" de la Universidad Bolivariana de Venezuela -UBV- donde Gregori Colomine el Checo, en sus últimos años armonizó su talento, disciplina, ética, entusiasmo por la formación de un nuevo profesional académico, social y digno para su Patria
Ocasión en la cual las autoridades universitarias al frente de la Rectora Yadira Córdoba junto a profesores y alumnos de esta casa de Estudios dieron a su memoria el merecido homenaje de profesor honorario post morten
El Checo estuvo en permanente combate, antes en la guerra de posiciones exponiendo valientemente su vida, porque sí que tuvimos guerra en los sesenta, setenta, que fue llevada al fracaso deliberado por muchos falsos dirigentes de entonces que nos movían como piezas de su tablero. Menos mal que Chávez andaba por ahí y ahora esta aquí luchando a brazo partido.
Es imprescindible destacar que este combatiente, de gran agudeza política, esmerado investigador y docente, en cualquier circunstancia, sus actos estaban precedidos del optimismo y la alegría, y por eso hace un mes al despedirlo lo hicimos como vivió: amante de la alegría, de la parranda, en los avances por las luchas por la justicia. A su alrededor, entonamos la música de su Venezuela adentro, corridos, pasajes, cantares revolucionarios, ya de guerra o de amor por los pueblos como las de Alí Primera, con quien pasó largos ratos cantando y luchando. No pudo faltar : ... "(..) soy comunista toda la vida y comunista he de morir (..) "Su historia enmarcada en la alegría, la constancia la amistad, reunió en su despedida, junto a sus hermanos e hijos a centenares de hombres y mujeres, amigos, camaradas, algunos de la oposición incluso hoy anti camaradas.
Sentido y numeroso también, fue el homenaje que el 1º. De junio se le brindó a Gregori Colomine ya en la disertación de su hermano Feijoo, como de la Rectora Córdoba quien le imprimió hondo sentimiento a sus palabras.
Fue una suma de pasajes fotográficos del Checo, quien fiel a la consigna de Julius Fucik: su nombre nunca estuvo unido a la tristeza.
A propósito de la plenitud de su vida, nos contaba su amigo y camarada Santiago que días antes de su partida, se le oyó recitar "20 Poemas de Amor"
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