ella mantener un careo con un tránsfuga como Luis Fuenmayor Toro. Ya dije
lo que de él pensaba y alerté sobre el riesgo de abrirle espacios a los
escuálidos en los pocos medios de comunicación que defienden el proceso.
Que Luis Fuenmayor califique esta posición como le venga en gana , pero
creo que de ataques a la revolución nos basta con El Nacional, El
Universal, Globovisión y tantos otros.
No somos enemigos de la crítica, como insinúa el escuálido en referencia,
pero una cosa es la crítica sustentada ý bien intencionada y otra es que
se pretenda usar a Aporrea para hacerse eco de la estrategia de Ravell y
compañía.
Con descaro, y muy ofendido, afirma el mencionado personaje que nuestra
postura de solicitar a Aporrea que no le de espacios a escuálidos como
él, es antidemocrática y peligrosa para la revolución. ¿Será que lo
democrático y conveniente para la revolución es calificar al Presidente
de dictador, reaccionario, tramposo y traidor al pueblo como él lo hace?
Somos demócratas, pero no pendejos y quien a hierro mata no puede morir a
sombrerazos Es deber revolucionario cerrar el paso, desenmascarar,
denunciar y poner en su lugar a quienes como este mercenario de la
política, intentan confundir a miles de compatriotas con un mensaje
torcido y lleno de mentiras, para colmo usando las páginas de Aporrea.
Dije en mi nota anterior que este intelectual de pacotilla usaba a
Aporrea para acusar al gobierno de represivo y conculcador de libertades,
sin presentar una sola prueba. Hice referencia también a la
irresponsabilidad con la cual acusa al gobierno de Hugo Chávez de haber
cometido fraude en los procesos electorales. Por último, me burlé de su
intención de mostrar al gobierno venezolano como un enemigo de la OPEP.
Respondió Fuenmayor ofendido y se quejó de que lo haya tratado de
mercenario de la política, tránsfuga, intelectual de pacotilla y
escuálido reciclado. Sin embargo, no fue capaz de mostrar una prueba de
las afirmaciones irresponsables que hizo y que me condujeron a calificarlo
de basura.
Por el contrario, en su réplica ataca a PDVSA y afirma que no hay
diferencia entre la gestión de la estatal petrolera bajo la dirección del
gobierno de Chávez y la de Luis Giusti.
Ni si quiera al imbécil de Manuel Rosales se la había ocurrido una
barbaridad de este tamaño. ¿De dónde saca este oscuro personaje esas
conclusiones? ¿cuál es el análisis que las sustenta?
¿Se da cuenta amigo lector, y señores de Aporrea, por qué afirmo que este
pobre diablo es un tránsfuga que no hace sino colaborar con los sectores
más reaccionarios de la patria?
Escribe nuestro personaje que “es lamentable que se recurra a la ofensa
para descalificar a quien expresa una posición argumentada”
¿Cuáles son y dónde están los argumentos? Lo invito a usted, amigo
lector, a que lea las notas de este sujeto y verifique si lo que afirmo
es falso.
Por otro lado y hablando de descalificaciones, observe usted lo que este
ofendido escribió el 10 de noviembre de 2003 en una nota titulada Gusanos
Nos Faltan:
“ En todas partes aparecen como consecuencia de la putrefacción del viejo
sistema, de la anciana república, y tratan por todos los medios de
continuar presentes en los escenarios que les son propios: los
sindicatos, los gremios universitarios, los partidos del gobierno, las
organizaciones estudiantiles y cualquier otro sitio, mejor si la posición
es remunerada como ocurre en los organismos gubernamentales o, aunque no
se tenga sueldo, cerca de donde el dinero corra, para así correr con él y
llenarse los bolsillos mientras dure el engaño”.
¿En qué quedamos Luis Fuenmayor? ¿Se debe llamar gusanos a los gusanos o
no? ¿o sólo usted puede llamar las cosas por su nombre?
Con mucho orgullo afirma este caballerito que nunca ha sido chavista, lo
cual le creemos. Sin embargo para que tengamos idea de la clase de
personaje que es; leamos lo que escribió el 27 de diciembre de 2003 en
una nota titulada Felicitaciones, Presidente:
“Felicitaciones, Presidente. ¿Por qué? Por haber llegado casi a sus
primeros cinco años de gobierno y mantener una popularidad nunca vista en
Venezuela. Por derrotar, junto con el pueblo y la Fuerza Armada Nacional,
un golpe de estado fascista, que pretendió eliminar todas las libertades
democráticas profundizadas por nuestra nueva Constitución. Por vencer el
paro general indefinido de diciembre 2002 y enero 2003. Por haber vencido
a los traidores a la patria que dirigían PDVSA y que la sabotearon por
casi tres meses, con grandes pérdidas económicas y muchos sufrimientos al
país. Por resistir los embates de una oposición salvaje, apátrida,
calumniadora, manipuladora de la opinión pública, atrincherada en muchos
de los grandes medios de comunicación social. Por hacer de PDVSA una
empresa venezolana y para los venezolanos”
¿Y entonces, Luis Fuenmayor? ¿Eres o no un farsante? ¿Cómo explicas
semejantes contradicciones? ¿Quién es el que carece de cerebro?