“Bertrand Russell, como es sabido,
no es especialista en estos menesteres
históricos, pero ha atisbado la necesidad
de presentar a la filosofía como parte
integral de la vida social y política”
Adolfo Sánchez Vázquez
Aunque comprendo que muchos lectores cuando ven escrita u oyen la palabra filosofía, le sacan el cuerpo a la lectura, prejuicios no sólo del lector común, sino de los profesionales en otros campos del conocimiento, no puedo apartarme de lo más valioso que he estudiado, luego de tener la profesión de médico i de artista en la pintura; por esto recurro al pensamiento del profesor mexicano en filosofía, Sánchez Vázquez, para indirectamente traer un pensamiento de mi maestro a distancia Bertrand Russell que, como siempre lo hizo, con singular acierto presenta a la filosofía como parte integral de la vida social y política. I al mismo tiempo caigo en cuenta de lo que este filósofo también nos dio a conocer, o sea que, todos en la vida sin proponérselo, tienen o construyen mentalmente, una weltansschaunng que podemos traducir por filosofía de la vida.
Todo ser pensante, tiene que tener coherencia, discrecionalidad, lógica i amor por las ideas que sustenta, a menos que su substancia gris i las circunvoluciones de su cerebro no se lo permitan. Por esto, en APORREA, cuando tomo en cuenta el número de lectores que me siguen o simplemente me leen por no dejar, frecuentemente el promedio es de 300 a 400, lo que es bajo con referencia a los escritos sensacionalistas o mui polémicos, acusatorios o de denuncias políticas. Sin embargo, como decía Da Vinci, “solamente se puede conocer bien la cosa amada” i la filosofía es mi compañera hasta en la profesión médica o en el arte.
Posible corto preámbulo, fastidioso para algunos, pero indispensable para mí al dar lo más conciso que pueda, un concepto de revolución que muchos no entienden, más allá de lo que brevemente puede decir un diccionario de la lengua o “han escuchado a trozos por allí”. Lo observo cuando uno de esos periodistas, “palangristas” como les dice Mario Silva, o antiguos “rebeldes de la izquierda pantallera” (al estilo Petkoff o Pompeyo Márquez), de hallan actualmente vendidos como mercancía barata al imperialismo norteamericano, tal como lo es, el señor Roberto Giusti, hermano de uno de los grandes cacos de la antigua PDVSA que fue mi alumno en bachillerato i actualmente es más norteamericano que venezolano -Luis Giusti- asesor petrolero del emperador Bush; este señor, repito, (si puede llamarse así, puesto que, es título honorario en España) la profesión de periodista i su desempeño ciudadano por años, no le ha proporcionado ni rastro de weltansschaunng. Por eso tiene una confusión grande i afirma que toda revolución tiene que ser violenta, cruel, destructora de cosas materiales i valores, hasta llegar al extremo de asesina o genocida, porque él lo ve en los golpes de estado o en la invasiones malditas del Imperio que admira, i en extraña actitud de ser humano, desea que le suceda a su malquerida patria. I esto es así de válido para muchos, por no decir todos los comunicadores sociales de la oposición, especialmente gaznápiros como Julio César Pineda o Nitu Pérez Osuna, para conformarnos con solamente dos ejemplares.
Revolución, es un término usado en principio en el campo astronómico, que deriva de la palabra latina o verbo latino, revolvere, que significa “dar vueltas, girar”, de donde significa también cambiar. Por eso en la antigüedad fue empleado por Copérnico para aplicárselo al movimiento de los planetas, cuya traslación o girar alrededor del sol, no puede ser más pacífica, a pesar de todos los movimientos que lleva consigo i la expansión de las galaxias para jamás permanecer en el mismo sitio del cosmos. Así también las palabras pueden tener un sentido, con varios significados (como periodista debería saber más allá de la gramática) i por eso las podemos usar correctamente en varios campos del conocimiento. I no le hablo además, de denotación i connotación para no atosigar o acomplejar al escuálido Giusti.
Fue en el Renacimiento, cuando la palabra se le aplicó a los pequeños cambios en los estados italianos, i en el siglo XVII a los mismos procesos en los grandes estados europeos, i de allí en adelante a otros cambios como la llamada Revolución Industrial (que por cierto motivó la obra de Marx i la literatura de Dickens) i se extendió luego a los procesos sociales i políticos. También, se llamó Revolución de la Física Clásica, a los cambios producidos por el encuentro entre la Física Clásica i el Electromagnetismo, de donde va a surgir la Relatividad, i sucesivamente se introduce la revolución en el arte, las letras, i todas las ciencias del hombre que, se manera veloz i persistente, han transformado la vida planetaria. I para que este analfabeto cultural lo tome en cuenta, se ha hablado hasta de las revoluciones en la Filosofía i se han escrito obras al respecto. ¿I eso por qué? Porque precisamente el denominador común de todas las revoluciones, es el pensamiento del hombre, son las ideas las que jamás dejan de evolucionar i revolucionar. Por eso es que, en nuestro país, en América i en el mundo, estamos en los tiempos grandiosos de la confrontación libre i soberana de las ideas i todo lo que trate de impedir este maravilloso cambio existencial, se irá al fracaso tarde o temprano. Por eso sostenemos que esta Revolución Bolivariana, Venezolana, Latinoamericana, seguirá adelante i se extenderá por el mundo. Los muros, los castillos, los reinados, los imperios, nos lo ha demostrado la Historia, son temporales i va hacia la desaparición total, a menos que un imperio profundamente irracional, hunda la única nave espacial que poseemos i que, piénsenlo bien, ¡No lleva botes salvavidas!
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