“Todas las religiones son falsas y nocivas”
Bertrand Russell
“La religión es el opio del pueblo”
Lenin
Los jerarcas de la iglesia que conforman esa mafia que se llama la Conferencia Episcopal Venezolana, la que contradice hasta los llamados principios de la religión cristiana, sustituidos por los malos principios de la política bastarda i los principios alienantes i macabros del Imperio Norteamericano, están en contra de la nueva Ley de Educación, simplemente porque viene de la Asamblea Nacional del gobierno democrático en exceso, del presidente Hugo Chávez Frías, a quien ese “partido político” de sotanas (casi en desuso) hace oposición, simplemente porque se les ordena i se les compra con billetes verdes. A quienes he escuchado adversarla, como el Cardenal Urosa Sabino (tan deplorable como Velasco o Castillo Lara) o recientemente (así de paso en la televisión me lo conseguí) el energúmeno del Monseñor “Ofidio” Pérez Morales, jamás se les escucha citar concretamente un artículo i decir esto está mal por tales i tales razones o contradicciones demostrables. Todo es generalizado; simplemente es malo porque me da la gana de entenderlo i declararlo así; i del mismo modo, jamás proponer un nuevo artículo o una determinada modificación. Es sucede, porque la mayoría de éstos que perdieron los buenos años de aprender, los quemaron como digo siempre, en los libros de Teología, una “ciencia” sin objeto de estudio visible o demostrable, i unos evangelios antihistóricos (está probado que no son documentos históricos), puros inventos i elucubraciones escritos por monjes i sacerdotes incapaces i de mentes limitadas, durante siglos empezando por lo menos 70 u 80 años después de la desaparición de Cristo que, jamás fundó ninguna iglesia, con Pedro como “la primera piedra”, puesto que ni siquiera este apóstol fue en verdad el primer Papa, sino Lino porque fue el primer obispo de Roma, condición indispensable para ser considerado Papa, aunque poco se sabe de él. Pedro, no fue obispo de Roma. La Biblia, además, durante 1.600 años sufrió modificaciones, agregados, supresiones e interpolaciones, con lo que sería el libro con más autores i más años de elaboración.
Así podríamos hacer grandes recuentos de todas estas invenciones que, en siglos o tiempos más recientes, consignaron un largo cuento que llaman Historia Sagrada, como recuerdo me enseñaron de niño, por lo menos durante un año, ya que hice párvulo durante dos años en el Colegio del Pilar, pues quedaba frente a mi casa en la calle Obispo Lazo, donde es verdad que me enseñaron bien a leer, escribir i nociones de números (guardo el más bello recuerdo de una monja maravillosa llamada Carmen Aguado), a punto de que, al ser trasladado al colegio laico del Dr. Raúl Cuenca (Instituto Maracaibo fundado en 1901) se me fue olvidando tantas mentiras “históricas”, lo que en la adolescencia i juventud, como a mi maestro Russell, tuvieron ecos contrarios o adversos; por eso decía con humorismo que, “nada mejor para formar un libre pensador, que tratar de enseñarle cristianismo”. Por eso cuando me trataron de “catequizar” porque de niño comulgué por primera vez sin confesión previa (una cataclismo en el hogar cristiano de mis padres) la tarea resultó como se dice, “de piquete al revés” porque me incitó a documentarme; cuando estudiaba medicina ya leí la Historia general de las Religiones de Salomón Reinach i mucho de Voltaire, Anatole France i Bernard Shaw, lo cual reafirmé extensamente cuando estudié Filosofía, i pude convencerme que, ni siquiera Jaime Balmes, era realmente un filósofo, sino un dogmático, o que Santo Tomás de Aquino, de pensamiento firme i coherente, también era dogmático.
Sin embargo los que siguen toda la vida de estudios en un pre-escolar (antes párvulo o kindergarten), educación media (primaria i bachillerato, todo continuo) i en una universidad católica como la del Padre Ugalde i los profesores semejantes a este hombre medieval, tienen que salir dogmatizados, fanatizados, i drogados de opio burgués, religioso i capitalista como lo vemos en hombres de derecha recalcitrante, en opositores sin fronteras, o en jóvenes tarados como “Yon” Goicochea, Ricardo Sánchez i uno curioso por el nombre de Stalin. Futuros émulos (aunque resultarán frustrados) de Pinochet, Carmona o Goriletti, adictos además que a la religión, al neoliberalismo, a la búsqueda afanosa de riquezas i a la adoración del Imperio. Pues eso, señores, están libres de formarse así; es lo que se llama la vocación, esa voz interior que nos llama a una determinada profesión o inclinación fervorosa, como llama a algunos a ser sectarios, racistas, arrogantes, ricos pretenciosos, corruptos, falsos, mentirosos hasta llevarlos por evolución a “grados superiores” de ser tiranos, dictadores i asesinos, en escalas sucesivas. Ley de Educación (LOA) no se los impide en nada. La primera lavada cerebral religiosa, empieza en el hogar i con absoluta libertad lo pueden seguir haciendo en escuelas e institutos católicos, hasta para el grado de gorilas universitarios. Tienen ejemplo caducos como Eduardo Fernández, Juan Caldera o Álvarez Paz, un poco menos bejucos como Randosky, Julio Borges, Gerardo Blayde o Leopoldo López, o más “tiernitos” como los antes nombrados con Goicochea a la cabeza. Lo absurdo e inadmisible, es que quieran imponérselo al pueblo en las instituciones i universidades públicas, cuando sería inconstitucional. Por favor, todavía muchos no conocen la Constitución, i muchos de los que adversan la Ley de Educación, ni se han tomado la molestia de leerla sino, como autómatas, atender los llamados i dichos de la oposición gorilista, en especial por la cátedra infamante de Globoterror. Es como si en una sociedad o conglomerado, los consumidores de drogas, quisiera que se les enseñara el vicio a las nuevas generaciones. Creo que en los Estados Unidos, eso es un éxito, sobre todo porque ahora tienen de comienzo la super-mariguana, i aquí, sin ser un país narco como pregona el Imperio, son muchos los que está alienados por lo medios de “comunicación social” que aunque especulen como dice el señor Zuloaga, al menos dan empleos.
Por último -sin comentar la suma inmensa de disparates que dice la oposición religiosa- me referiré a la estúpida negación de Dios que ellos mismos hacen, resultando ridícula i risible, por lo que trataré de incluir una caricatura que represente el mayúsculo disparate en unos trazos: la LOA (muchos no saben ni qué es una lei orgánica) HA SACADO A DIOS DE LAS ESCUELAS. ¡Supremo i quizá “bendito” disparate! Eso no merece ni comentarlo, porque la estupidez no tiene agarre por donde empezar. Para expresar una barbaridad semejante, simplemente hai que carecer de principios éticos o ser una moral débil i acomodaticia a los intereses de una institución milenaria que se principio adversa aparentemente la Verdad, así con mayúscula, Cuando lean el libro Las mentiras Fundamentales de la Iglesia Católica, del escritor español Pepe Rodríguez, en el Introito que encabeza con Jn. 8,32, “La verdad os hará libres” se encuentran con esta definición de la Iglesia Católica: “la mentira es la ofensa más directa contra la verdad; mentir es hablar u obrar contra la verdad para inducir al error al que tiene el derecho de conocerla. Lesionando la relación del hombre con la verdad y con el prójimo, la mentira ofende el vínculo fundamental del hombre y de su palabra con el Señor”. (Catecismo de la Iglesia Católica, Santa Sede 1992. Madrid.) Hice la caricatura que, por problemas técnicos no he podido poner aquí, pero que me recuerda estos versos de Benedetti:
MUTIS
Dios morirá de viejo
pesaroso y hastiado
triste por no poder
encomendarse
a Dios
Esto no es nada creíble hasta ahora; pero cuando por boca de los energúmenos de la Conferencia Episcopal Venezolana, se anuncia que una lei hecha por los hombres, puesta en el papel, lo puede sacar de las escuelas, muchos empezarán a dudar. ¡Cómo mienten para inducir al error!
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