Como es verdad que ese decir criollo de que, quien le pega a su familia se arruina, para la oposición venezolana se ha convertido más que en axioma, en pesadilla, porque siempre les sale el tiro por la culata, como decimos popularmente cuando queremos denotar un fracaso. La canalla venezolana que siempre ha estado apostando a la invasión militar norteamericana a Venezuela, como si a la hora de una situación de esta naturaleza los marines y los contratistas (léase sicarios para el trabajo sucio), van a distinguir entre chavistas y “nobles” disociados por globoterror, hace de todo y mientras más tentativas mayores son los fracasos.
Siempre que salen con el último grito en conspiración y elaboran sus planes, para hacerle creer a sus financistas, que ahora si se va el de la berruga vuelven a tropezar con la misma piedra, la sabiduría del pueblo.
Hagamos memoria desde 2002 a la presente fecha. Primero la desesperación les llevó a tomar el atajo del golpe de estado, aventura que solo disfrutaron durante 37 horas, porque el pueblo no les permitió ni siquiera tomarle el gustico a Miraflores, de donde salieron marcando la milla luego de llorarle a Aristóbulo Isturiz, a Isaias Rodríguez, a Ana Elisa Osorio y a los demás custodios del palacio, para que los dejaran salir por donde la manifestación que rodeaba al palacio blanco no les fuera a lastimar. Tan benévolos fueron estos camaradas, que olvidándose que hacia pocas horas que les ponían precio a sus cabezas, no solo les indicaron el sitio de escape, sino que hasta café les brindaron, para que espantaran ese frío que produce el miedo y que pone a temblar y a castañetear los dientes.
Ese fracaso comenzó a descapitalizarlos políticamente, de cerca de seis millones de seguidores que tenían se vinieron a menos. Luego se montaron en el criminal paro petrolero que amén de los 20 mil millones de dólares que les costó al país esa infame traición, dejó una estela de muertes por diferentes motivos, pero conectados al paro patronal y donde se dio una diabólica y a histórica alianza, la cúpula empresarial mafiosa de Fedecámaras, con la cúpula sindical corrompida de la CTV. Esta canallada contra el pueblo, a quien tuvieron el tupé de invitar a comerse las hallacas y el pan de jamón de navidad en febrero, pero sin Chávez, mientras los cabecillas se fueron a disfrutar su navidad y año nuevo en las Antillas, continúo corroyendo las bases de las organizaciones partidistas que integraron la Coordinadora Dermocrática al punto de llevarlos a ser entelequias políticas que hoy por hoy, entre todas no llegan ni a 30 por ciento del electorado y de el pueblo que apoya a Chávez.
Se montaron en el revocatorio, otro intento que se convirtió en bumeran, porque para el oposicionismo fue un revolcatorio, porque el revolcón que se llevaron fue mayúsculo, de mollejón, que todavía les mantiene tataretos. Uno de sus máximos conductores gritó fraude y salió a buscar las pruebas para presentarlas al otro día y hasta el sol de hoy.
Intentaron satanizar la enmienda para la reelección presidencial y sus amos perdieron el bojote de dólares que les dieron, para montar guarimbas, quemar chaguaramos y calles en la Gran Caracas, porque nuevamente fueron aplastados por la voluntad popular y otra vez quedaron como pajarito en grama. O mejor dicho como el coyote con el correcaminos.
De allí han venido de fracaso en fracaso. Quisieron impedir la aprobación de la Ley Orgánica de Educación, con Guarimbas y actos violentos y..ay..sorpresa se encontraron con una Fiscal del Ministerio Público, con los pantalones bien puestos y clarita como el agua de manantial en cuanto a sus funciones y ahí están, a buen resguardo, donde tienen que estar los revoltosos guapos de barrio, que infringen la Ley.
Luego haciendo acopio de los adelantos de la tecnología de la comunicación y por mandato de su pana Alvaro Uribe, la Malinche de Suramérica, se empataron en la convocatoria a través de Facebook, de la manifestación mundial “No + Chávez” y nuevamente escogieron el lugar, el momento y la táctica
equivocada. Otra vez la CIA, la NED y la USAID perdieron los cobres, no fue una inversión fue un gasto, amén del esfuerzo mundial que hicieron los “Cachorros” del imperio para reclutar gente que pudiera gritar contra el presidente venezolano. Pero ni el poder de Facebook, ni los dólares imperiales, ni la entrega de quienes se empeñaron en la protesta mundial, pudieron alcanzar lo que querían. Todo lo contrario el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías fue aclamado en el mundo árabe, en Trípoli y se dio el lujo de poner de pie al auditorio en el festival de cine de Venecia, donde fue estrenada la cinta “Al sur de la frontera”,con guión del intelectual pakistaní Tariq Alí y la dirección del cineasta norteamericano Oliver Stone, un veterano de la guerra de Vietnam, en la cual los artistas relatan la historia del liderazgo del guía de la Revolución Bolivariana, de como nació este fenómeno político y comunicacional en Suramérica, que ahora contagia al mundo entero.
Trataron de esgrimir el estigma del narcoterrorismo, en contra de su propia patria de la mano de su mentor Alvaro Uribe, porque para ellos, el fin justifica los medios, no importa que caigan hasta sus propias progenitoras, y sale Rafael García, ex Director de Informática del Departamento de Administración y Seguridad (DAS) y deja en pelotas en plena calle al narcoparamilitar del Palacio de Nariño y su pandilla de cómplices en Colombia y Venezuela, develando las conspiraciones de la mafia Uribe – Santos y la oposición venezolana, contra la democracia y la paz venezolana. El destape de olla de García obligó a la fiscalía colombiana a profundizar las investigaciones y lo más seguro es que toquen al inquilino del Palacio del Narquiño, como llaman ahora humorísticamente en Colombia al Palacio de Nariño, o lo que es igual, otra vez, “Les salió el tiro por la culata”.
*Periodista