Ya se ha avanzado un trecho en el proceso que conducirá hacia el referéndum ratificatorio, como lo llamamos los revolucionarios bolivarianos, que se realizará el 15 de agosto venidero. El hecho más notorio y relevante sin dudas lo constituye la fulminante y creciente campaña 'Batalla de Santa Inés', la creación de los Comandos Maisanta -nacional, regional, municipal y parroquial- de las Unidades de Batalla Electoral (UBE), de la Patrullas Electorales. Ha sido un telúrico movimiento que se ha posesionado del alma popular y ha puesto en movimiento un gigantesco y descomunal accionar de masas que cumple a cabalidad con lo que establece la Constitución Bolivariana, que vivimos en una democracia participativa y protagónica.
La contrarrevolución de la oligarquía y de la clase media fascista y el imperialismo ni esperaban que Chávez aceptara, con el pañuelo en la nariz, los resultados de la recolección de firmas -los reparos incluidos, con su contrabando de fraude- y menos que se organizara un aparataje de defensa del NO, de Chávez y del proceso en un tiempo no sólo record sino con la participación de millones de venezolanos y venezolanas como garantes del NO y para enfrentar el fraude.
A estas alturas, faltando un mes y medio para la realización del referéndum, la derecha contrarrevolucionaria apenas comienza a medio reaccionar del golpe que la revolución le ha asestado a las clases dominantes. Su organización luce incipiente, desganada, fofa, sin fuerza, pese al enorme caudal de dólares que les inyecta el gobierno norteamericano y sectores monopólicos como el Grupo Cisneros, el Grupo Polar.
Pero eso no quiere decir que la canalla contrarrevolucionaria, el comando de las coordinadoras fascistas, los partiduchos de la extrema derecha, los grupúsculos de la llamada 'sociedad civil', estén tranquilos esperando su nueva y gran derrota, su sinergia se concentra, entonces, en aquella parte donde son más duchos, expertos, veteranos, en el fraude porque, piensan ellos y sus amos del norte, esa es la única con la que creen pueden vencer al presidente.
En el Consejo Nacional Electoral (CNE) es donde está concentrado el "esfuerzo" de la reacción. Más de 400 empleados de AD, COPEI, PJ en función del sabotaje y el fraude, dos "rectores" en función de la trampa y la desestabilización, Ezequiel Zamora y la adeca Zobeya Mejías quienes ponen minas en el organismo, tratan a toda costa desestabilizarlo, crean crisis artificiales y conspiran sin mucho recato.
Retardar al máximo la depuración del Registro Electoral Permanente (REP) es la función de la Mejías y no sacar a los ciudadanos fallecidos desde hace más de 30 años que siguen votando o que sus números de cédula de identidad son utilizados por personas que tienen su propia cédula de identidad, es decir, un fraude electoral.
Pero la otra fase del fraude está centrada dentro del proceso de inscripción electoral, planificado hasta el 10 de julio. ¿Dónde se ha concentrado mayormente la reacción en los Centros de Inscripción Electoral diseminados, por ejemplo, en Caracas y el área metropolitana? En las estaciones del Metro de Caracas. A las personas provenientes de las parroquias caraqueñas, de los barrios y cerros, la orientación es no inscribirlas, hacer el apatuque que fueron inscritas, entregarle a la persona incluso el recibo de inscripción, pero luego borrar sus datos o falsearlos. Como la revolución, el Frente Francisco de Miranda vienen impulsando un agresivo proceso de cedulación que ya casi llega al millón de personas, y ese alto índice de nuevos votantes con seguridad incrementará el caudal electoral a favor del NO, por eso el montaje de la falsa inscripción electoral en muchos puntos que operan en estaciones del Metro.
Pero no es sólo en el CNE, en la Onidex también se mueve la contrarrevolución en el proceso de cedulación de la ciudadanía, una de las característica que se viene dando es llegar extremadamente tarde a los operativos de cedulación en los barrios populares y cedular a un pírrico número de personas. Es decir, retardar en operaciones morrocoy el proceso y obstinar a la población que, cansada de esperar, se va y no vuelve a intentarlo.
La táctica es retardar al máximo el proceso de cedulación, sabotear la inscripción de un alto número de ciudadanos porque temen que éstos puedan votar a favor de Chávez.
Otra de las tácticas de fraude es producir el cambio de residencia de miles, quizás millones de votantes inscritos, a muchos los cuales los mandan para el interior del país, a 500 o más kilómetros de donde viven. El cambio de residencia es un verdadero riesgo porque incluso la persona puede ni aparecer en su nueva dirección de residencia ni en la anterior y perder su voto, impidiéndole a las personas el ejercicio del derecho al voto.
Estas denuncias deben procesarse porque a la calladita se viene obstaculizando el proceso de cedulación y más aún, el proceso de inscripción en el REP. Eso, a nuestro entender, debe plantearle al Comando Maisanta y al Gobierno la conveniencia de que el CNE extiende el proceso de inscripción al menos por 10 días más. En los 10 días que quedan no se puede, con tantos obstáculos y trampas, ni cedular al millón de ciudadanos que está por cedularse ni inscribir en el REP al millón y medio de personas que son votos seguros del NO.
La actitud de la mayoría honesta del CNE luce muy débil en el sentido de depurar el REP, aún con la importante decisión de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia que le ordena depurar el mismo, no porque no quieran hacerlo sino porque el tiempo conspira en contra de la ciudadanía. La delincuencia electoral tiene "amarrados" votos en ese REP que les garantiza ser elegidos a gobernadores, alcaldes, diputados nacionales o regionales, concejales.
La lucha de AIPO, organización social y popular que encabeza, entre otros, la abogada Fresia Ipinza, desde hace dos años ante el Tribunal Supremo de Justicia para que se pronunciara por la depuración y reconstrucción del REP, finalmente alcanzó la victoria, pero ahora comienza una nueva batalla para el movimiento popular, "tomar" el CNE para que se cumpla la sentencia del TSJ.
Vamos a un proceso electoral, en este caso un proceso revocatorio, con cartas marcadas por los delincuentes electorales que están en el CNE, los lapsos son perentorios y todo indica que en tan poco tiempo no se va a reconstruir el REP, millones de huellas dactilares, de 1982 a 1999 fueron quemadas por los gansteres del antiguo Consejo Supremo Electoral, no es sólo los muertos que por cientos de miles están en el REP y votan, es que millones de votantes inscritos no tienen huella electoral porque las quemaron los delincuentes, sin contar los miles de votantes que dejaron de votar en dos procesos y les hicieron creer los adecos y los copeyanos que estaban fuera del REP, pero que no los sacaron porque eso es ilegal, pero prevalidos de la debilidad o la inconsistencia de muchos ciudadanos que no iban investigar o creían estar excluidos del REP, los pillos electorales los "mudaron" y "votaban" en otras circunscripciones garantizándose así cien mil o más votos, fraudulentos, sin mayor problema, por eso es preciso depurar o rehacer el REP, difiriendo, si es preciso el mismo referéndum. (1°-07-04)