El director estratégico de Últimas Noticias sufre de envidia

Chávez por favor a petición de Eleazar Díaz Rangel constrúyele un estadio al Caracas y otro al Magallanes

Reiteradamente he notado del serio lapicero de Eleazar Díaz Rangel cierto rencor, cierto resentimiento, aversión y reconcomio por la infraestructura futbolística dejada por la Copa América 2007, concretamente a través de cinco estadios de fútbol (Barquisimeto, Mérida, Puerto La Cruz, Puerto Ordaz y Maturín), además de otros escenarios que fueron remodelados para recibir al histórico evento de la Conmebol desde 1916 y que nuestro país nunca había organizado.

(La razón es sencilla Eleazar, geopolíticamente hablando, antes de 1999 Venezuela no estaba ligada a Suramérica; el país era sólo una cabeza de playa de un centro imperial, con capitales importantes establecidas en Miami, NY y Bostón; pues nada teníamos que ver, ni cultural, ni política, ni comercialmente con los indios bolivianos, con los mal hablados brasileños y mucho menos con los sobrados argentinos. Colombia sólo era un proveedor de cocineras y jardineros nada más. Nada que ver con ese mapa. Vivan las hazañas de Pete Rose y los paseos veraniegos a Disneyword desde el aeropuerto de Maiquetía).

Por supuesto, un elemento como Eleazar Díaz Rangel, que escuchó de cerca el ruido dejado por el campeonato mundial de béisbol de 1941 y la posterior expansión del béisbol en Venezuela como un fenómeno de masas, le causa asco que el deporte más importante del planeta tierra comience en nuestro país, por lo menos, a equipararse con nuestros vecinos que, de 1999 para acá -cacofónicamente dicho- nos dimos cuenta que eran nuestros vecinos.

La razón de la aversión de Rangel por el fútbol apunta al desperdicio de haberse construido cinco modernos estadios, cuando el Estado (el gobierno) ha debido de levantarle al Caracas un estadio de unas 80 mil personas y otro al Magallanes para otros 100 mil espectadores.

Eleazar Díaz Rangel, saca unas cifras elaboradas producto de una investigación periodística (intuyo del diario Ultimas Noticias) donde da razones de asistencia a los estadios entre uno y otro deporte. Dice que en la última temporada al béisbol “asistieron 2 millones 138 mil 249 personas, mientras que a los estadios de fútbol entraron 842 mil 16”, y remata el ejemplo con esta comparación: “el fútbol tiene uno en Maturín donde todos los espectadores que fueron a sus 17 partidos de la temporada 2008 no lo habrían llenado si se hubiesen puesto de acuerdo para asistir a un solo juego: su capacidad es de 51 mil 796 mientras la asistencia a todos sus juegos fue de 35 mil 242”.

De acuerdo a este razonamiento matemático del director filochavista de Últimas Noticias, si el gobierno le construye un estadio al dueño de los Leones del Caracas y otro al dueño del Magallanes de no sé dónde, las cifras de fanáticos deberían de aumentar de 2 a 4 millones por temporada –mínimo- de acuerdo a Eleazar, el 60% del negocio.

Vamos a estar claro Eleazar, tu representas una pieza estratégica de los dueños de la Cadena Capriles para captar el grueso de la publicidad que genera el gobierno bolivariano a los impresos de esa empresa. Tus artículos los lee Chávez en público casi que semanalmente. Una opinión como la tuya vale mucho en el entorno del gobierno. No me extraña que a partir de tu campaña contra los estadios de fútbol (que es una campaña para que le construyan los nuevos estadios que la industria del béisbol necesita) algunos gobernadores, ministros y hasta el mismo Chávez comience a preocuparse para comenzar a levantar los modernos estadios que el béisbol venezolano merece. Mejor dicho: el estadio que el dueño del Caracas y la empresa que dirige al Magallanes requieren para expandir sus negocios.

Yo recuerdo que el payaso de Acosta Carles tenía un proyecto de construcción de un estadio para el Magallanes que no se logró porque, para ese momento, el flamante gobernador había caído en desgracia con el gobierno central; además de que la gente de la Fundación Magallanes también le hizo un parao por su pretendido interés de querer meter las manos al exclusivo negocio de esta familia valenciana.

Volviendo al grano, Eleazar, ¿por qué no te preocupas y haces una investigación de todos los peloteros que quedan sin jugar desde febrero hasta octubre (son 8 meses sin actividad) porque el formato de competencia (pensado para la MLB USA) establece sólo 4 meses de actividad: octubre, noviembre, diciembre y enero.

¿Por qué con tantos peloteros formados en muchas escuelas del país, extrañamente sólo existen 8 equipos profesionales? Si ponemos una nómina de 40 peloteros por equipo, estaríamos hablando de unos 320 profesionales (no hice el descuento de los importados) que viven de un deporte que genera cuantiosos dividendos a algunas empresas y a unos cuantos empresarios.

¿Cuántos buenos peloteros se quedan en el camino de la frustración producto de esta absurda estructura establecida por los empresarios de la pelota en Venezuela, diseñada fundamentalmente para el servicio de las marcas de la MLB?

Señor Eleazar mande a sus periodistas a hacer una investigación de por qué se excluye a Táchira y al estado Bolívar de la pelota profesional y ¿por qué costó tanto que la liga se “expandiera” de 6 a 8 equipos? Otra pregunta, ¿si el béisbol mueve el interés porcentual de 8 sobre 10 venezolanos, cuál es la razón de la existencia de sólo 8 equipos representativos de un país de 23 estados?

He leído, incluso, ciertas molestias de voceros de novenas como los Caribes de Anzoátegui y de la recién desaparecida novena de Portuguesa, donde los equipos grandes trabajan para la desaparición de éstos, alegando que el interés de los empresarios de la publicidad, de la prensa y de los fanáticos es sólo para el Caracas y el Magallanes.

Entiendo que a usted no le gusta el fútbol, pero por favor no utilice su nombre para enlodarlo; ni para que exhiba públicamente el pecado capital de la envidia. Yo no he leído algún comentario de Rafael Esquivel sobre los fracasos de este deporte en las dos últimas presentaciones de la Liga Mundial; tampoco sobre la serie del Caribe, donde no le ganamos ni siquiera a México, país éste donde el béisbol no es de la preferencia de los mexicanos.

“Tenemos un fútbol de baja calidad”, dice Rangel, “y la afición está bastante lejos de la del béisbol, pero cuenta con modernos estadios, semivacíos, eso sí”. Y? ¿El gobierno debe construir los escenarios de un negocio eminentemente privado? Es como si el director del diario El País de España emprendiera una campaña para que el gobierno del Primer Ministro Zapatero, le construya un nuevo estadio al Real Madrid, alegando que el viejo Santiago Bernabeu es un escenario inseguro y con poca capacidad, para lo cual hay que adaptarlo a la nueva realidad de una ciudad como Madrid, etc, etc.

Señor Rangel, mande a sus periodistas a que investiguen cuántas canchas de béisbol (no estadios) debe construir y reacondicionar el Estado en los pueblos venezolanos para que nuestros jóvenes practiquen y se formen en este deporte. Igualmente, en ese mismo sentido, mande a sus periodistas a investigar, a razón de ver, cuántas canchas ha construido o acondicionado la Fundación Magallanes, por ejemplo, en los municipios carabobeños y comunidades de Valencia.

El que no existan estadios de béisbol dignos para la afición venezolana, es problema de los empresarios del béisbol. Llámese como se llame. No es asunto del gobierno señor Eleazar. Utilice su nombre para propósitos que dignifiquen su profesión de periodista. Y si le preocupa el béisbol como fenómeno social, trabaje para que nuestros peloteros (que son mucho más de 320) vivan de ese deporte todo el año, y no los cuatro meses diseñados por esta “liga venezolana”, que nunca se ha sacado de encima el remoquete de “liga de invierno”, reconociendo que es un apéndice periférico de la MLB de los Estados Unidos.

al-fredone61@hotmail.com




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Freddy Martínez


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