La semana pasada, el jueves a las 10 a.m. asistí a un Foro sobre el feto -así decía la nota de prensa- realizado en la Universidad “Rafael Urdaneta” situada a la entrada del Paseo del Lago. Sin embargo la misma nota decía ¿Es el feto una persona humana? i como invitaba el Departamento de Derecho Privado, la Cátedra de Historia de la Medicina de LUZ i el Director de la Escuela de Psicología, resultaba una actividad programada conjuntamente por la Universidad del Zulia, la URU i la Fundación Fernando Rincón Canaán. Se efectuaría el foro en la Sal B del Aula Magna, teniendo como panelistas al rector Dr. Jesús Esparza Bracho i al Dr. Rafael Molina Vílchez, especialistas de dilatada trayectoria. Asistía por la Cátedra de Historia de la Medicina como invitado especial el Dr. José Santeliz i participó también como ponente una joven abogada, cuyo nombre no precisé. Al ver la motivación del foro, enseguida comprendí por dónde venía el interés del mismo, o sea, indirectamente tratar de la “personería jurídica” del embrión, la vida o alma “insuflada desde la concepción” i la oposición no mui racional al aborto, tocando además, algunos artículos de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Auque soi eterno olvidado de las autoridades de LUZ (en Medicina i en Humanidades) i conociendo tanto médicos como abogados o humanistas mis claras posiciones científicas, jurídicas, filosóficas i especialmente éticas, fue casualidad que me topara con las dos escondidas i menudas invitaciones al foro, por lo menos en PANORAMA. No sé si la publicarn más resaltante en el otro periódico del mismo formato, el cual hace años no tolero leer. Por eso, pensando que mi presencia debía sorprender, me acompañó el dilecto amigo i colega Humberto Bracho Vale i su hermano Oswaldo.
La intervención del rector, fue mui discreta o comedida, con generalidades bien expuestas, sin comprometerse mucho con las intenciones siguientes del foro; además, muestra de su caballerosidad, inteligencia i gentileza, hizo saber que fue mi alumno (ya profesional del Derecho) en Filosofía i siempre nos hemos distinguido como excelentes amigos i profesionales. Empero, el siguiente, mi colega Rafael Molina, ya cuando nos saludamos al llegar, me sorprendió con una advertencia que no voi a repetir aquí; pero que, explica en parte su posición un tanto ambigua, cuando después de explicar los aspectos biológicos i médico-científicos del embarazo, el comienzo de la gestación, la fecundación (no la concepción) i cómo se constituye el embrión i luego el feto. Fijó unos límites entre un elemento unicelular i otro ya diploide, para hacer diferenciaciones a medida que se desarrolla el embrión, sabiendo lo imposible de fijar límites o fronteras en la práctica, como disparatadamente hicieron algunos abogados ignorantes de la biología i la medicina, en la Asamblea Nacional Constituyente.
Este dejar sin precisar muchas cosas (que por mi parte comparto eso de límites i cálculos porque he estudiado La Medida en la ciencia) dejó el camino libre para que luego, la joven abogada, que trajo su ponencia escrita, pero recitó un caletrazo casi sin respirar, de un solo tirón, sin pausas ni énfasis i pudo deslizar muchos errores e influencias arcaicas sobre supuesta moralidad (yo manejo eticidad como filosofía de lo moral) impuesta por la religión más que por la ciencia i el Derecho. Estaba en muchas cosas en contra de los Derechos de la Mujer que defendí en la Constituyente. Eso, como en la mencionada constituyente, ocasiona mala interpretación de ciertos artículos, sobre lo que no voi a comentar, puesto que estimo fui mui duro al decir que muchas de las cosas expuestas, pertenecen al siglo XIX. Me ablando un poco, i las pongo en el XX, pero la iglesia siempre es Medieval.
Terminadas las exposiciones, se había antes repartido tiras de papel (para que no fuesen largas elucubraciones las preguntas) i entonces, rompiendo el protocolo, como lo advertía, solicité del rector la palabra, puesto que no tenía ninguna pregunta que hacer, para exponer que, teniendo 57 años dedicado a la obstetricia (con énfasis en los problemas sociales), habiendo sido constituyente que se ocupó de defender los derechos de la mujer sobre su cuerpo, como lo hizo Gert Kurmenov (en la obra Perfiles Jurídicos de los Transplantes), profesor de la UCV i ULA, i siendo yo fundador de una Cátedra de Ética Médica en la Facultad de Medicina de LUZ, me sentía con autoridad para opinar. I opiné más o menos lo que he expuesto, aunque solicitaba una oportunidad para en una o varias conferencias, exponer mis ideas.
Sin embargo, en las cortas palabras que pude dirigir a los asistentes, recordé lo distinto que tratan esos problemas en la primera i más antigua Universidad Católica del mundo, como es Lovaina (1444) en Bélgica. Allí, en un curso superior sobre regulations des nassances, el Pbro. Pierre Locht, el mismo que encabezó la delegación belga al Concilio Ecuménico del siglo pasado, nos aclaraba con insistencia que, los órganos sexuales masculinos i femeninos no son “fuentes de la vida” como se dice, sino que la fuente de la vida es la persona humana. Si un niño al nacer no se le incorpora a la “cultura de la época” no llega a ser verdaderamente un ser humano, de lo cual los textos serios de Sociología, tienen varios o muchos ejemplos. I eso de la vida desde la “concepción” es un disparate aristotélico, repetido por Santo Tomás de Aquino, incluso discriminatorio para la mujer, porque según ellos el “alma” se “insufla” en el óvulo fecundado, a los 40 días en el hombre i a los 80 en la mujer. Creo que una universidad del siglo XXI, debería proporcionar más conocimientos veraces a sus alumnos. Estuve ligado sentimentalmente a la URU (i no quise introducirme en ella, puesto que ya estaba en la del Zulia i nunca perseguí cargos ilegales) porque fui gran amigo i vecino del Dr. Eloy Párraga Villamarín su fundador; pero la Primera Actividad Cultural de la URU, fue una exposición de mis pinturas, en la sede inicial en Campo Claro. Por eso propuse que se escucharan mis ideas i estudios, de toda una vida como médico i filósofo.
No recibí respuesta al respecto. El rector se despidió con suma cordialidad; los otros ponentes e invitados desaparecieron. Sin embargo, un buen o gran grupo de jóvenes me rodeó a preguntar; la mayoría alumnos de Derecho. Les aclaré lo que pude, pero tal vez se queden esperando verme dándoles una conferencia imparcial i científica. PANORAMA, publicó una reseña del foro, posiblemente enviada por la misma universidad, i el doctor Jiménez no estuvo allí junto al Dr. Bracho que también orientó a los alumnos que se acercaron interesados en el tema. Humberto se siente incómodo; personalmente no. Estoi “vacunado”. C’est la vie!