Realmente nos resulta
increíble que en pleno siglo XXI los llamados link en la jerga digital,
previstos en la páginas web para, entre otros asuntos, comunicarse, no funcionan
en casi todas aquellas que tienen abiertas los organismos
gubernamentales, salvo en muy contados casos y ello ocurre, en nuestra opinión,
porque en algunas ni siquiera se logran despachar los mensajes, quizás por
pequeñas fallas en su diseño y en la mayoría de los casos, porque no hay forma y
manera de que se producan las debidas respuestas.
El tema lo
venimos abordando desde hace ya varios años y con
bastante frecuencia, sin que nadie del estamento gubernamental salga a
intentar explicar lo que pueda estar ocurriendo. A todos los compatriotas que
han pasado por el Ministerio de Comunicación e Información, sin excepción, les
hemos escrito sobre el particular y sólo uno de ellos, Andrés Izarra, tuvo la
amabilidad de contestarnos y no olvido que sobre el asunto nos dio la razón en
el sentido de que la causa de esa inexcusable falla, se debía (palabras más,
palabras menos): al sabotaje de funcionarios que tienen a su cargo la
responsabilidad de esas páginas digitales, pero nada nos dijo sobre cómo se
podría resolver el problema, no obstante que le habíamos sugerido la necesidad
de una reforma en el área que colocara esas dependencias bajo la coordinación de
la cartera a su cargo, pues no podía seguir tolerándose el manteniendo una
enorme burocracia, muy costosa, por cierto, sin hacer nada o, peor, aún,
conspirando contra el gobierno.
De manera que hoy
volvemos a tocarlo porque es realmente preocupante que ello se mantenga igual y
nos preguntamos: ¿Es muy difícil supervisar esas dependencias que, entendemos,
en la mayoría de los casos son gerencias que reportan directamente al máximo
jerarca del organismo, como lo son las de relaciones públicas y prensa? Si
queremos que haya efectiva participación ciudadana en la gestión de gobierno, en
todas sus instancias, estos mecanismos de comunicación digital, que son una
maravilla de invención, deben estar muy activos y, además, manejados por equipos
que estén consustanciados de forma cabal y plena con los planes y programas del
gobierno revolucionario. Pero no sólo deberían estar esos equipos allí para
responder por responder, sino para que sirvan de eficientes canales que lleven a
su destino las inquietudes, angustias, denuncias, reconocimientos, etcétera, del
soberano y más allá de ello, para que implementen estrategias que les
permitan hacerle seguimiento a los mismos. Vale la ocasión para
decirlo, como una crítica constructiva, que son muy escasas las posibilidades
que siguen habiendo en el país, en general, para que la gente plantee sus
problemas y que se le escuche, como debe ser...
Como es muy probable que esta nota sea leída por funcionarios responsables
del área de la información y la comunicación, les rogamos que, por favor, nos
digan ¿Qué está pasando con esta increíble falla que no puede ser superada
o será que hay necesidad de que el presidente Chávez la advierta y llame a botón
a sus responsables?