II
Cuando leí en uno de esos breves pero sustanciosos artículos de Roberto Hernández Montoya i lo mismo con el otro Roberto, Roberto Malaver i su monumental Cinthy, con la que se puede soñar también, el primero de los Roberto hablaba de los sueños de la oposición i recordaba al Gabo, a mí me trajo a la memoria unas coplas de Antonio Machado que dicen:
Ayer soñé que veía
a Dios y a Dios hablaba;
y soñé que Dios me oía…
Después soñé que soñaba
Se impone entonces aclarar que, los hombres supuestos líderes de la oposición, aún los del Opus Dei, no sueñan con Dios, a menos que lo hagan con Obama (i antes con Bush o con Paterson) o los jefes del Pentágono siendo entonces politeístas. A Dios lo irrespetan al creerlo cómplice de ellos. Son en la Mesa de Unidad, como el título de una película que creo se llamaba Nido de Ratas, para cuyos integrantes le vienen bien otras coplas de Machado:
De diez cabezas, nueve
embisten y una piensa.
Nunca extrañéis que un bruto
se descuerne luchando por la idea.
No nos extrañemos si alguno de ellos ordene aterrorizar por Globoterror a Antonio Machado el chavista ese. Se le consultará en Perú a Manuel Rosales, a quien deberían dejar de llamar el filósofo del Zulia, pues ofenden a la región.
III
Una de las cosas disparatadas que tienen las religiones o sus sectas, fue lo que leí en un artículo publicado en APORREA, sobre los Testigos de Jehová, con los cuales tuve problemas en una ocasión, respecto a una paciente que iba a operar. Se trataba de una muchacha de unos 24 años, soltera, que presentaba una tumoración ovárica como del tamaño de una mandarina grande i tenía algún tiempo con eso. Pensando en un quiste ovárico le hice el tratamiento indicado si éxito, por lo que la hospitalicé para intervenirla. Sin embargo me presentó una advertencia: era Testigo de Jehová i exigía que si fuese necesario necesitar sangre o sus derivados, no podía administrárselo porque su religión lo prohibía. ¿Por qué razón? No sabía explicármelo pero buscó a una tía que si sabía dar razones. La tía fracasó en su intento, ante los argumentos que le puse, por lo cual pidió posponer la operación hasta que hablara conmigo un rabino. Éste se presentó a mi consultorio, me llevó una serie de libritos i folletos que esparció sobre el escritorio i me dijo que no podían ellos recibir sangre, porque la sangre es alma i no se consentía recibir alma de otra persona, ni que fuese familiar. Eso, me dijo, está en el Génesis “no beberás la sangre de otros animales”. Yo había conversado eso con un jesuita sereno, culto e inteligente en el Colegio Gonzaga (el padre Arriortuga creo que se llamaba, ya fallecido), donde yo daba clases de Zoología i Anatomía Comparada. Me había explicado que eso estaba en el Génesis, versículo 17, porque cuando Moisés llevaba al pueblo hebreo rescatado en Egipto, como esa caravana de traslado a la Tierra Prometida, se dice que duró hasta 40 años, i en el camino habían tomado costumbres paganas como el Vellocino de Oro i otras supersticiones, entre ellas sacrificios de animales (corderos sobre todo) i beber su sangre. Moisés se los señaló como “pecado” (la más grande de las estupideces según Bertrand Russell) i ellos lo transformaron en eso de que la sangre es alma. Al rabino que argumentaba esto le dije (estaba yo estudiando filosofía) en la entrevista: Dígame: ¿La sangre es alma? Sí, respondió categórico. Seguí; ¿Toda la sangre es alma? Sí, ¿hasta la última gota? Sí, otra vez mui firme. Entonces con estas tres premisas a mano, le pregunto: ¿Cuándo un hombre recibe unas puñaladas i derraba su sangre, o una mujer tiene su regla o mejor, una gran hemorragia ginecológica, a veces una simple hipermenorrea, pierden alma? Dígame, insistí: ¿Pierden Alma? Se puso pálido (se le transparentó el alma) i se quedó pensativo. Apresuradamente recogió sus folletos (que pensé me los iba a obsequiar para instruirme) sin decir palabra, i cuando cerró su maletín con los libritos me dijo con voz temblorosa i baja: ¡Nunca me habían hecho una pregunta así; voi a consultar i volveré! No regresó más nunca. Afortunadamente en este lapso, el quiste ovárico se rompió espontáneamente (respondió tardíamente al tratamiento) la paciente sanó i le di de alta.
Otro caso que recuerdo fue el de una señora trigueña, cincuentona, mui deteriorada físicamente, con un abdomen como de siete meses de gestación, pero con un útero duro e irregular como saco de piedras. Tenía menos de 5 gramos de hemoglobina. Le dije que tenía que hospitalizarse, hacerse transfusiones, recuperar el estado general i luego operarse, hacerle una histerectomía. Me dijo, usted es el médico número once que consulto i todos me han dicho lo mismo. No puedo hacerme transfusiones porque soi Testigo de Jehová i lo que debo hacer entonces, es irme a la casa a morir. No supe más de ella, pero debió morir mui pronto dentro de su irracional creencia.
Unos años después, en un foro en el Hospital Clínico, tuvimos la sorpresa de encontrar un médico de la Costa Oriental, Testigo de Jehová i…¡Hematólogo! Cuando expuso muchos disparates i se fundaba en la autoridad de San Lucas que dicen fue médico, pero de los que no conocían anatomía del cuerpo humano siquiera, que no sabía ni qué era la sangre ni su circulación mayor i menor, i que murió de hambre i harto de paledoñas, recuerdo que le dije mi opinión con una anécdota de Voltaire respecto a Rousseau i sus obras. Le dije: “No estoi de acuerdo ni con una sola palabra de lo que usted ha dicho, pero defenderé hasta la muerte su derecho a decirlo” (Francisco María Arouet, Voltaire). Cosas veredes Sancho. La verdad es que tengo que respetar las creencias de los demás i ni oponerme ni importarme que me parezcan extravagantes disparates anti históricos i anti científicos. Cada quien es libre de pensar i de creer lo que le venga en ganas o se lo inculquen. Respeto a los religiosos en general; pero cuando cosas como estas chocan con la ciencia, en estos casos la medicina, es obvio que estoi del lado sensato, noble i verdadero de la ciencia.
IV
Uno de los cambio o nombramientos nuevos que se han hecho recientemente, es el nombramiento como Presidenta o Directora de Venezolana de Televisión, de la destacada periodista Tania Díaz, quien desde su magnífico programa DANDO Y DANDO, ha cumplido una labor realmente extraordinaria, con un desempeño ejemplar, decente, de verdadera cultura e información verídica que le ha ocasionado firmes reconocimientos profesionales e intelectuales. La verdad es que los programas conducidos por mujeres en VTV, todos son magníficos, como MOMENTO i CONTRAGOLPE, el cual trato de ver también en lo posible, conducido por esa otra gran periodista i revolucionaria como Vanessa Davies a quien tuve el gusto de conocer en una visita a Maracaibo. Lo cierto es que Tania además de excelente conductora de su programa, siempre tiene grandes colaboradores como Aristóbulo Isturiz, Alberto Nolia, Ricardo Menéndez (ahora ministro) muchos ministros (Navarro, Jaua, etc.) haciendo de Dando y Dando prácticamente una cátedra. Otra cosa que me complace es ver llegar a la Vice Presidencia de la República al compañero constituyente Elías Jaua, pues ha sido no solamente un extraordinario ministro en el rescate del agro i el acabo de los latifundios, sino que ha demostrado ser quizá de los más constantes i fieles colaboradores del presidente Hugo Chávez Frías. Él i Nicolás Maduro, son ejemplos de superación, constancia i fervor revolucionario. I el porvenir está en la juventud revolucionara que sigue conducida por la espada de Bolívar.
robertojjm@hotmail.com