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En ese Aló Presidente, como siempre sucede, Chávez es realmente un pedagogo, maestro de multitudes o del pueblo. Me ha hecho repasar, conocer o investigar más cosas sobre El Libertador, que los maestros que tuve en el bachillerato i en los largos años de estimarme un bolivariano, con una biblioteca que lo demuestra. Mucha gente de la clase media i que han pasado por la universidad, han aprendido de Bolívar con un maestro como Chávez, o de la historia de nuestra patria Venezuela, i todo con una amenidad increíble, matizada de poemas o de cantos. El único “dictador” que declama poesía i canta tonadas criollas. Por cierto que, hablando de Maisanta, su abuelo Pedro Pérez Delgado, el Presidente Hugo Chávez Frías, me recordó a un hombre que se graduó de médico junto conmigo; que la vida i las distancia i los problemas, nos alejaron, aunque manteníamos cierto contactos por los amigos i los libros, hasta que, luego de unos 40 años sin vernos, nos encontramos persiguiendo los mismos ideales, en el Asamblea Nacional Constituyente. Parecía que el tiempo no hubiese pasado i la amistad de antaño no floreció de nuevo, sino que simplemente estaba allí presente en el afecto i la estima de nuestras mutua cualidades. Nunca estuvo marchita en nuestros corazones. Estaba al lado de mi amigo José León Tapia, médico i escritor barinés, autor de Maisanta, el último hombre a caballo, obra que en primer lugar dedica a su padre Luis Alfonzo Tapia Encinoso, quien por primera vez le habló de Maisanta i sus hazañas, a quien le adjudicó lo que un viejo hombre del llano apureño le señaló a José León (lo dijo Chávez) como “el último hombre a caballo”; advirtiendo de principio que los hechos, las fechas i los personajes, son auténtica o rigurosamente ciertos comprobados por documentos. Es una interesante obra de este amigo que los venezolanos deberían conocer, además de un conjunto grandes de obras, la mayoría recopiladas en tres tomos. Por cierto que, cuando intercambiamos libros, recuerdos i conceptos de vida, me dijo unas palabras mui ciertas. Me dijo: Roberto, tú has escrito quizá mucho más que yo, i más variado o amplio los horizontes; historia, filosofía, medicina, literatura (cuentos, novela, ensayo) pero con una grande e importante diferencia entre los dos: yo escribí en Barinas i publiqué en Caracas (José Agustín Catalá Delgado fue siempre su editor) i tu escribiste en Maracaibo i publicaste en Maracaibo. A mí me conoce todo el mundo; a ti, no te conoce nadie. La pura verdad. Eso lo hizo a él, profeta en su tierra; a mí no solamente se me ha impedido serlo en la mía, sino que me adversan a granel i gratuitamente. Siempre pienso que muchos en Maracaibo, especialmente los que se creen “importantes i sobresalientes” no me consideran marabino (apenas si acaso el despectivo maracucho) pero sobre todo, ni zuliano. Alguna vez escribiré al respecto.
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Entonces, como esta columna de comentarios ha girado sobre la capacidad de nuestro presidente para enseñar historia bolivariana, con facetas bellas como su matrimonio con María Teresa del Toro y Alaiza, su viudez i vuelta a la vida de soltero rico en Europa; sus conquistas amorosas desde Fanny du Villars, hasta la Manuelita la bella quiteña i generala, pasando por Anita Leloit, Josefina Machado i otras hermosas mujeres que se prendaban del héroe que conquistaba con talento, quizá superior a Juan de Austria o Casanova; el impacto de su rebeldía desde niño, canalizada en la adultez por el genio magistral de Simón Rodríguez, su juramento cumplido en la gesta libertadora con brillos de leyenda inmortal, etc., hasta llegar al final en San Pedro Alejandrino, todo como una madeja o un encaje de recuerdos que captan la atención de los oyentes i cuando incita a opinar o dar pareceres de los invitados extranjeros sobre todo. Entonces la reunión se vuelve una mesa literaria, filosófica e histórica, tal vez como los intelectuales franceses de la ilustración o los desayunos de Kant con sus amigos, que dejaban sedimento de conocimientos i alegrías.
Por eso enseña cosas que muchos venezolanos ignoran de la virtudes i grandezas de Bolívar, de Sucre, de Zamora i casi nada de uno que junto a los dos primeros, constituyen mi Santísima” Trinidad: Bolívar, Sucre i URDANETA, que es un personaje de primera línea en la Independencia i un tanto olvidado por el presidente. De este zuliano llamado El Brillante por el Libertador, he escrito una Biografía Novelada cuyo primer tomo me fue publicada hace años (por Maraven i la Gobernación), tengo escrito un segundo tomo i me queda material para un tercero. Urdaneta fue el más constante amigo i fiel soldado del Libertador, i quien junto con José María Vargas trajo sus restos hasta Caracas. Además, el fundador de la Sociedad Bolivariana, para cuidar el pensamiento de Simón Bolívar, haciéndolo perenne en nuestra mente i corazón. También nos habló Chávez de la espada del Libertador, por primera vez mostrada la original, al pueblo en un acto público, como cada domingo, junto a la muestra de las realizaciones del gobierno, deja lección de honor i de patria. Por eso valora la poesía i hasta nos muestra la reciedumbre revolucionaria en versos. Es la mejor de las tareas, construyendo el socialismo. El socialismo no se decreta, se construye con los formidables sedimentos del marxismo i todo lo nuevo i creativo que la humanidad libre va forjando, para felicidad de los pueblos i la salvación del mundo.