La noticia no asombra, pero conmueve. Sin dejar de pensar críticamente acerca de algunas líneas de su gestión gubernamental (como Alcalde, sobre todo), expreso mi respeto por el gesto de Henri Falcón y valoro la dignidad que ese paso pudiera estar encarnando. No toda renuncia es un “salto de talanquera”, como seguramente se apresurarán a decir de ésta los autómatas de la política, quienes ante la realidad política, sólo atinan a repetir consignas. Paciencia, por favor. El tiempo irá poniendo las cosas en su sitio, pero entretanto, la sensatez nos invita a no ver todo en “blanco y negro”. Esta renuncia tal vez sea una oportuna disidencia frente al PSUV y no frente a la Revolución Bolivariana.
Quiero destacar el hecho de que Henri Falcón ha pedido ser aceptado en el PPT y ha invocado el nombre estelar de un revolucionario como Alfredo Maneiro. No prejuzgo. Simplemente celebro esa invocación, cuya autenticidad, si bien debe ser probada, no tenemos por qué descartar a priori.
Las razones aducidas por Falcón para su renuncia al partido no pueden ser ignoradas. Son una invitación para el debate.
Por favor, no despachemos este hecho con la simpleza prevista en un “librito” elaborado por el sectarismo.
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