Es importante tratar de mantenerse en equilibrio cuando andamos sobre la cuerda de las diatribas del mundo político. Hay decisiones que se toman a la ligera o que se precipitan por las pasiones desbordadas. Cuando el señor presidente quitó al ministro Samán del cargo inmediatamente pensé: Fueron las mafias que pululan en Miraflores las que nuevamente sacaron del escenario a un revolucionario de verdad. Lo mismo hicieron con el entonces ministro de salud Erick Rodríguez que tuvo la osadía de enfrentarse a los poderosos grupos ligados a las clínicas privadas, que tienen sus tentáculos en el alto gobierno. También borraron del mapa político al ministro Samuel Moncada que logró rescatar para la nación más de 56.000 Bs.viejos de nóminas paralelas de las universidades públicas, donde hasta el alcalde de Naguanagua, a la sazón, cobraba como vicerrector de la universidad de Carabobo. Siguió la impunidad. El señor Moncada fue enviado bien lejos, al imperio británico. Los anillos de poder que rodean a nuestro noble presidente evitan que muchas informaciones le lleguen con objetividad y sin cortapisas. Cada quien que asuma su responsabilidad. Y lo digo por enésima vez: Si el “Aló Presidente” se abriera al público para que telefónicamente interactuáramos con nuestro líder, Venezuela sería otra, ya hubiésemos avanzado mucho más de lo que hemos logrado.
Ahora le tocó el turno al gobernador Henry Falcón. Como alcalde tuvo sus aciertos. Si llegó a la máxima autoridad del Estado fue en buena lid. Los proyectos del Trolebús y el nuevo Terminal de pasajeros no los cristalizó por luchas internas cargadas de un alto tufo de envidia. ¿Qué se ha separado del Psuv? Eso no es extraño en un partido que no cubre las expectativas del soberano pues su estructura es altamente burocrática y dividida en una especie de clanes que impide se acerque al pueblo que le dió vida, que es su razón de ser. Yo me inscribí también en ese partido pero no estoy de acuerdo con la designación a dedo de sus principales autoridades y en las decisiones unilaterales que allí se toman. El cabildeo, los grupillos de algunos ministros y diputados, el fanatismo chavista, la intolerancia y la falta de consulta al soberano no permiten que sea un verdadero partido revolucionario. ¿Se acuerdan de Luis Tascón? ¿Quién lo sacó del partido? ¿Recuerdan las declaraciones que en su momento dieron Cilia Flores y José Diosdado? ¿Ese señor Tascón saltó la talanquera? No lo ha hecho y se mantiene con los ideales bolivarianos y socialistas pero las cúpulas caraqueñas lo execraron al mejor estilo inquisitorial.
Debemos tener cuidado para no fomentar divisiones estériles que nos puedan perjudicar en las venideras elecciones para la Asamblea Nacional, proceso que es de vida o muerte para que este proyecto se mantenga en la cresta de la ola. No podemos darnos el lujo de contar con una AN en minoría o cercana a esta, eso sería mortal. La oposición asesina y lacaya debe quedar en número reducido para que el ideario de país que Chávez encarna no se detenga.
¿Quién era el principal oponente a Henry Falcón cuando fue alcalde y aspiraba a la gobernación?
¿Por qué el señor presidente no conversa directamente con Falcón y así las verdades puedan salir a la luz? En Lara es vox populi que el ahora ministro Reyes Reyes es el que enciende las hogueras de las dudas para darle a Chávez una versión torcida del asunto. Si Henry Falcón saltará la talanquera esperemos los acontecimientos pero por ahora no es así. Varios alcaldes y gobernadores “revolucionarios” han promocionado eventos culturales trayendo artistas del exterior y pagándoles en dólares y de eso nadie habla. Lo que habla por un mandatario municipal o regional son sus obras y estas avalan al señor Falcón. Sigamos adelante sin pasiones y devaneos que el tiempo dirá la última palabra. No condenemos a un compatriota sin antes haber tenido un juicio imparcial.
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