Abre sensualmente sus labios y levanta la botella de agua Evian y se la lleva directamente a la boca, y desde la barra del café se escucha un alarido: "Aaayyy, madre, que muero virgen". Cinthya Machado Zuloaga es un espectáculo en el centro comercial Ciudad Tamanaco. Ella termina de tomar agua y comienza a decir:
- Cada día nuestra gente está más loca, amigo. La oposición está perdiendo la cabeza y no quiere cruzar el Jordán. Ahora no sólo asesinan por Internet a Diosdado Cabello, quien por cierto se ha defendido muy bien de todo lo que se le acusa, nadie muestra una prueba y todos dicen que es dueño del país y parte de Cuba, y así no se le puede creer a la gente. Ahora también me tocó a mí. Ayer me mataron por Internet por culpa tuya.
Sacaron una nota en el noticiero ese de cuyo nombre no quiero acordarme, donde decían. "Cuando llegaba a su casa en el Country Club, fue asesinada la joven Cinthya Machado Zuloaga, quien venía de reunirse con un chavista marginal en el Centro Comercial San Ignacio". Y seguía diciendo la nota: "La joven de la altísima sociedad civil recibió más de seis disparos de cuatro delincuentes de la más baja sociedad".
Se detiene un momento y sonríe. Su belleza encandila.
Y el mesonero se acerca casi llorando y le pide "por favor, señorita, por lo que más quiera, tómese una foto conmigo, que en el barrio donde vivo, en El Observatorio, no creen que yo he visto a la mujer más linda del mundo". El hombre me entrega una cámara digital y Cinthya se pone de pie y el mundo se paraliza.
Ella se acerca al mesonero y lo abraza, me hace una seña para que le tome la foto y luego se sienta. El mesonero toma la cámara y ve la foto y dice: "Ahora me van e envidiar todos en el barrio".
Y Cinthya sigue: "Son demasiado irresponsables. Utilizan miles de seudónimos y hacen oposición por Internet y te dicen de todo, así no se le gana a tu Presidente. Uno tiene que asumir. Ser responsable. Ya más de uno está hablando de que nos van a derrotar en las elecciones del 26 de septiembre y ellos siguen matando gente por Internet. Menos mal que cuando mis padres leyeron la noticia de mi muerte por Internet, yo estaba con ellos en la casa, porque si no, los matan de un infarto. Y nadie se hace responsable, porque claro, somos de la oposición y hacemos lo que nos da la gana. Esa es la enfermedad infantil de mi oposición.
robertomalaver@cantv.net