Debemos acabar con lo dañinos cogollo

Congreso del PSUV afina reglamento que regirá campaña interna

 Cada votante debe seleccionar a tres o más personas, dada la gran afluencia de candidatos a la Asamblea Nacional, donde deben ir los más comprometidos con el proceso revolucionario y con la mayor aceptación de las bases o Patrullas que son como unidades revolucionarias de base estratégicas (URBE)

      Debe metérsele la lupa a este asunto aparentemente sin importancia. Algunos alcaldes y gobernadores tienen ya montados sus Salas Situacionales Electorales, desde las elecciones pasadas, ejes de equilibrio político y otras herramientas, cuentan con “maquinarias” al estilo de AD y Copei, que uno creía que habían desaparecido, con equipos de financistas (léase contratistas de esos que aportan altos porcentajes de sus “ganancias” que van a parar a los bolsillos de algún “zángano” quien cómodamente maneja masas viscerales y se dan golpes de pecho disfrazándose de revolucionarios. Con todas las herramientas posibles habidas y por haber: datas actualizadas, grupos visceralmente “involucrados” nunca comprometidos, vehículos, aceden a los medios con extrema facilidad y le cierran el paso a otros candidatos utilizando todo tipo de “mañas” y aún así la “palangre” los reseña como “revolucionarios”, cuando en verdad son ladrones y asesinos infiltrados en el proceso revolucionario que tenemos que sacar y con los cuales no debe haber absolutamente ninguna consideración posible; ya tenemos una larga lista de traidores a la revolución, es necesario completarla para terminar de deslastrar el proceso revolucionario. Solamente debemos sacar conclusiones con lo que pasa en el PPT.

         Félix Paisano, vocero de los ex pepetistas fue muy claro cuando dijo “… que la renuncia masiva se produjo en 4 estados del país (Monagas, Lara Miranda y Distrito Capital) en rechazo "al secuestro que mantiene la dirigencia del PPT, que sin consultar a sus bases recibió al desertor Henri Falcón", y que hoy es gobernador en el estado Lara gracias a los votos del pueblo chavista. Dicen que cuando el rancho del vecino está ardiendo debemos poner las bardas en remojo.

        Debemos barrer de una buena vez y para siempre a todos los traidores de la revolución, borrar los errores que hemos cometido y buscar a los mejores si es posible debajo de las piedras para gobernar con ellos y así consolidar el movimiento revolucionario para afrentarnos con lo que venga en la segunda década de este siglo, donde es necesario aumentar nuestro caudal de votos y superar esta vez los diez millones para darle piso sólido y confiable a la revolución. Nuestra revolución debe ser incluyente cuando se trata de buscar a los mejores y excluyente cuando se trata de deslastrar el movimiento de traidores, ladrones y demás alimañas.

        Lo que en realidad debe interesar es que todos los miembros del PSUV voten, que las bases se sensibilicen para que hasta el último de los militantes salga a votar y que aquel candidato que tuvo todas las facilidades y oportunidades para proyectarse en las bases del partido aún cuando esta vez pierda la oportunidad, se prepare mejor para cualquier otra ocasión que vendrán muchas y en definitiva salgan convencidos que fueron tratados con equidad y que los adversarios en la contienda interna salgan unidos todos dispuesto para lograr el triunfo electoral en la próxima contienda.

        Así  de esta manera es la única forma de mantener una holgada mayoría en la Asamblea Nacional, sumamente importante para mantener el proceso revolucionario, mantener la unidad, una unidad dinámica no una unidad pétrea.

        Si solo se emite un voto, lo que va a pasar es que el que tenga más  “saliva” (léase influencia y ventajismo, de ninguna manera capacidad y fidelidad al proceso) tragará mas harina (léase votos) y el descontento de los candidatos con menos herramientas se reflejará  negativamente en las elecciones, abriéndose una brecha por donde se “derramara” el poder popular que tanto nos costado conseguir. La polarización interna no es buena porque divide en dos bandos al movimiento y las bases quedan totalmente sin posibilidades de acceso al poder. De esta manera nuestros lemas de que con “Chávez manda el pueblo”, “Para sacar al pueblo de la pobreza tenemos que darle poder al pueblo”, no pasaran de ser pura fantasía, que le saldrán muy cara al proceso en el corto y mediano plazo.

        El Objetivo del Presidente Chávez es bien claro, sobre todo cuando afirma que se la jugará con las bases. Y que él le ha dado la mayor importancia a estas elecciones, hasta el punto que ha manifestado que si se quedara sin una sola  gobernación o alcaldía no sería tan grave como si se perdiera el control de la Asamblea Nacional.

        El ideal sería que se emitieran tres o cinco votos, de acuerdo al número de candidatos porque es imposible que existan más de dos o tres cogollos por aquello de la economía del voto y resulten que los que tengan menos herramientas pero más capacidad y apego a las bases populares rompan los cercos viscerales de involucrados, nunca comprometidos, que los que manejan el poder constituido han mantenido por más de una década, haciéndole mucho daño al proceso y enquistándose como una garrapata en el proceso revolucionario sin ser parte del mismo.

        Hoy por hoy el PSUV cuenta con 7 millones 253 mil 691 militantes, al integrarse a la tolda socialista un millón 531 mil 674 nuevos aspirantes en las jornadas de inscripción y actualización de datos que llevó a cabo el PSUV entre el 07 de mayo y el domingo 14 de junio del año pasado en todo el país y es necesario que hagamos esfuerzos para que los nuevos votantes se inscriban en el CNE para asegurar esta importante mayoría.

        Todavía nos faltan muchos afiliados a nuestro movimiento para cumplir el primer escalón de llegar a los primeros diez (10.000.000) millones de militantes pero si mantenemos el impulso y la dirección del proceso hacia el fin redentor de los pueblos irredentos no tendrán ninguna oportunidad nuestros adversarios de volver a Miraflores más nunca. La única alternativa que tiene la revolución es la victoria, una sola derrota puede retrasarnos el proceso un poco. La Victoria es la suma del triunfo en pequeñas batallas.



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