“La revolución es un elemento que no se puede manejar. Es más indócil que el viento”

Simón Bolívar…


Haciendo uso de mis derechos consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en sus artículos: (20) “Toda persona tiene el derecho al libre desenvolvimiento de su personalidad…”, (57) “Toda persona tiene derecho a expresar libremente sus pensamientos, sus ideas u opiniones de viva voz, por escrito o mediante cualquier otra forma de expresión y de hacer uso para ello de cualquier medio de comunicación y difusión, sin que se pueda establecerse censura previa....” (61) “Toda persona tiene derecho a libertad de conciencia y a manifestarla…”.

Como lo decía Bolívar: “Si un hombre fuera necesario para sostener el Estado, ese Estado no debería existir, y al fin no existiría” Si aplicamos este concepto al PSUV, su consideración sería la misma.
¡Que mal ejemplo se le esta dando a la militancia! Creo sin lugar a dudas, que el culto a la personalidad del líder de este partido, terminara convirtiendo al PSUV en una “secta religiosa” mas que en una “organización política”; donde la pluralidad de pensamientos tiende a ser sustituida por dogmas, ciegas obediencias y disciplinas, que no admiten la crítica y la libertad de conciencia. Es por ello, que me atrevo a denunciar las tremendas injusticias que vendrán ante la disidencia. …“La victoria conducida por la justicia, fue siempre nuestra guía”: Simón Bolívar.

Hay que recordar que la derrota de la reforma constitucional el 2D del 2007, se debió al “mondongo frio ideológico”, que mata al que se lo coma siendo cocinado, por unos burócratas con la ausencia protagónica y participativa del pueblo venezolano, como elemento principal del proyecto bolivariano.

Actualmente las demandas por una mejor calidad de vida del pueblo venezolano ante el: caos eléctrico nacional, la inseguridad, el mal funcionamiento de los servicios públicos, la corrupción, el burocratismo etc. No articulan con el socialismo estalinista y totalitario que fracaso en el siglo XX. La revolución bolivariana la están volviendo pura retorica, hueca y sin contenidos, careciendo de un efectivo y verdadero reimpulso revolucionario.

La gestión del gobierno bolivariano esta parapléjica, los burócratas enterraron el proceso popular constituyente, falta una revolución ética y moral en todos los niveles de gobierno. Siguen sin resolverse las necesidades básicas del pueblo. Por este camino no se avanza hacia ningún socialismo. El pueblo rechaza un gobierno con régimen de partido/único, que ahora agarró el atajo de la represión. El que critique inmediatamente es descalificado, y si se descuida lo meten preso. La batalla de las ideas esta siendo hecha trizas por el dogmatismo y el fanatismo de sectas satánicas ideológicas. El burocratismo y la corrupción se tragan a la revolución bolivariana, llevándola a un estado terminal. Hay una carencia de dialogo con los aliados políticos de la revolución y los distintos movimientos sociales. Lo que priva es la ambición por cargos y los negocios en el gobierno, en fin de cuentas “Un socialismo para pendejos y capitalismo para los audaces y vivos de siempre”. ¿Para nadie es un secreto que la oligarquía venezolana se esta llenando con los negocios que hacen con todos los niveles del gobierno bolivariano?

La militancia bolivariana esta dejando el pelero, porque los caciques nacionales, regionales y locales están imponiendo sus candidatos a billetazo limpio para las curules de diputados a la Asamblea Nacional. Colocando a los corruptos, las mismas caras arrugadas y serviles de siempre. ¡La talanquera esta bajita y las “reses electorales”, están cogiendo el monte! La nomenklatura del PSUV, patea al PPT y al PCV como les da la gana. Hay un confusión entre la “lealtad en la acción” con la “sumisión y el jalabolismo”. La oposición gana terreno ante los horrores, y metidas de pata por parte de funcionarios del alto gobierno.

El parcelamiento burocrático/partidista, esta enterrando a la revolución bolivariana, están sordos, ciegos y mudos para sentir el clamor popular. La corte de aduladores palaciegos apuntala el culto a la personalidad. Hace falta la unión de verdaderas fuerzas sociales y políticas de inclusión social, que no le tema al debate y a la diversidad de pensamientos, y combata los intentos de hegemonía ideológica.

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