La oposición escogió ya sus candidaturas a las elecciones legislativas nacionales del 26 de septiembre venidero. Al final se pusieron de acuerdo. Los unió el odio antichavista y el deseo desesperado de volver al poder. Llevan muchos gallos jugados y algunos inhabilitados reos o prófugos. Esto último es una provocación que el Tribunal Supremo debe zanjar inmediatamente.
Aunque la participación en las emparapeteadas primarias opositoras fue muy escuálida, valga la redundancia, no hay que confiarse porque de aquí a septiembre sobrará plata, publicidad y movilización para reunir al antichavismo furibundo que practican ciertos sectores sociales llenos de rencor clasista. Los que, por suerte, siguen siendo minoría.
Las fuerzas internacionales confabuladas contra la Revolución Bolivariana, con el imperialismo yanqui al frente, están muy activos con su poderosa artillería mediática desplegada, para mantenernos en jaque con sus campañas de descrédito y desinformación.
Temas problemáticos como la crisis eléctrica y la inseguridad pública serán exacerbados para pescar en río revuelto. Sepamos desenmascararlos rápidamente y redoblemos la vigilancia sobre posibles sabotajes.
La cita de este domingo toma carácter estratégico para los bolivarianos. EL pueblo revolucionario tiene que salir a escoger nuestra representación a las parlamentarias con la absoluta convicción que de ello depende el futuro de la Revolución. Recordemos el golpe suave de Honduras.
Seamos conscientes que no estamos eligiendo alcaldes ni representantes de circuitos parroquiales, no, estamos escogiendo integrantes de un poder público nacional que no es el ejecutivo, que no tapan huecos ni reparan cloacas. Serán nuestros representantes en Caracas en la Asamblea Nacional, donde se hacen leyes y se debate la alta política nacional e internacional.
No perdamos esto de vista. Como militantes del PSUV somos gente con nivel político y tenemos que saber estas cosas básicas. No nos engañemos. Nuestra representación parlamentaria debe tener el perfil para enfrentarse con argumentos políticos, ideológicos y técnicos a la bancada antibolivariana.
Claro que es importante la ligazón del representante con su comunidad, pero estemos claros que una vez electa, la persona debe trasladarse a Caracas porque es allí donde reside el poder político de la nación y funciona ese foro de la República que es la Asamblea Nacional.
Lo importante, lo de fondo realmente para la Revolución es la lealtad al proceso, el compromiso con la construcción del socialismo y la fidelidad extrema a los intereses del pueblo y la soberanía de la Patria. Todo lo demás es accesorio.
La meta trazada por el Camarada Presidente, de alcanzar como mínimo dos terceras partes del nuevo parlamento, nos parece muy objetiva. Sin embargo, la militancia revolucionaria debemos hacer los máximos esfuerzos por superar esta meta, a los fines de blindar cualquier posibilidad de fisura en la hegemonía tan necesaria para la profundización de los cambios que ameritamos impulsar en esta etapa de la transición.
caciquenigale@yahoo.es
Constituyente 1999
"... los Estados Unidos que parecen destinados por la providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad..."
Simón Bolívar, El Libertador.