TeleSUR _ 28/02/08 - El ministro del Interior de Perú, Luis Alva, negó el miércoles que la policía haya matado a dos campesinos ultimados con disparos en la cabeza durante bloqueos de carreteras en un paro agrario la semana pasada.
Al presentar un informe al Congreso sobre los incidentes, que dejaron un saldo total de cuatro muertos, Alva sostuvo que las dos víctimas registradas en la región centro andina de Ayacucho fueron probablemente víctimas de un civil que llevaba una escopeta de fabricación casera.
“Ninguna bala de la policía generó las muertes”, aseveró, a tiempo de afirmar que su ministerio respeta los derechos humanos y usa racionalmente la fuerza.
En un balance de las violentas jornadas de la semana anterior, precisó que hubo cuatro muertos y 123 heridos, entre estos 79 civiles y 44 policías, así como cuantiosos daños materiales.
El reporte exculpa también a los uniformados de las muertes de otros dos campesinos en el norte de la región de Lima y en la sureña de Arequipa.
En círculos periodísticos e instituciones de derechos humanos llamó la atención lo tardío del informe y el hecho que no se haya presentado la necropsia de los cadáveres, que esos sectores demandan desde hace días.
Entre tanto, una delegación de dirigentes de Ayacucho (sur) presentaron el miércoles una serie de grabaciones en audio y video que dan fe de los excesos cometidos por la Policía Nacional durante el referido paro agrario.
Elizabeth León Minaya, legisladora de Unión por el Perú (UPP), opinó que el Gobierno central es el principal interesado en que se esclarezcan los hechos luctuosos registrados en Huanta el 19 de febrero, donde dos comuneros perdieron la vida en medio de los disturbios.
León Minaya demandó una sanción efectiva para los responsables por las muertes registradas durante los días de la huelga. "Lo que queremos es que se respete el estado de derecho. No hay una sola norma en el Perú que diga que se restablece el orden disparando directamente al cuerpo".