(La Paz 7 de julio, de 2008).- El Presidente Evo Morales y el embajador de Estados Unidos en Bolivia, Philip Goldberg, se reunieron hoy en Palacio Quemado y acordaron la posibilidad de “construir” entre ambos países una nueva agenda bilateral que se sustente sobre siete pilares.
El Gobierno boliviano exige a la Casa Blanca un diálogo político con relaciones de mutuo respeto y no intervención en asuntos internos; la aplicación de mecanismos de cooperación que aseguren la compatibilidad con el Plan Nacional de Desarrollo y la ampliación de la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas y Erradicación de Drogas (Atpdea); cooperación judicial en la extradición de Gonzalo Sánchez de Lozada, Carlos Sánchez Berzaín , Jorge Berindoague y Luis Arce Gómez; desarrollo integral en la lucha contra el narcotráfico y cooperación en temas migratorios.
El Ministro de Relaciones Exteriores, David Choquehuanca, indicó, tras la reunión del Mandatario con el diplomático estadounidense, que esa es una “agenda positiva de siete puntos” plateada por Bolivia.
"Aún no se ha resuelto nada, sino se ha iniciado un proceso de diálogo", precisó el jefe de la diplomacia boliviana, quien sostuvo que Goldberg trasmitió al Presidente Morales el mensaje de la Casa Blanca señalando “que se pueda mejorar las relaciones bilaterales”.
El Gobierno considera que es posible generar un ambiente de confianza mutua y para ello, anunció Choquehuanca, se organizarán una serie de reuniones en Bolivia y Estados Unidos.