04 de septiembre 2008. - Desde el avión que lo transportaba de regreso a su país, el presidente boliviano, Evo Morales, denunció este jueves que está en marcha un golpe civil cuyo primer capítulo es la toma de instituciones públicas por parte de grupos de choque financiados por las prefecturas que controla la oposición.
Ante esta situación, convocó a la unidad del pueblo y a las Fuerzas Armadas para defender la democracia boliviana.
Morales, quien tenía previsto llegar al país andino en horas de la noche de este jueves, luego de visitar a Libia e Irán, en contacto telefónico con la Agencia Boliviana de Información (ABI) indicó que la derecha puso en marcha ese plan subversivo para crear las condiciones para derrocar a su gobierno.
El mandatario señaló que los intentos golpistas, "amparados sólo en la ilegalidad y que se atribuyen la representación del pueblo", reeditan los sucesos de la asonada del 17 de julio de 1980, que lideró el ex dictador Luís García Meza.
"Las acciones del llamado Consejo Nacional de la Derecha, Conalde, en Cobija y Trinidad, coinciden con las asumidas durante el levantamiento armado contra la democracia el 17 de julio de 1980. Ahora intenta iniciar un golpe civil tomando instituciones", denunció Morales.
Añadió que los sectores conservadores del país, encabezados por los prefectos de Santa Cruz, Pando, Beni y Tarija, ahora arremeten contra las Fuerzas Armadas y la Policía porque ambas instituciones se constituyen en firmes baluartes del estado de derecho que hace 26 años recuperara el pueblo.
El presidente boliviano advirtió que es obligación del gobierno constitucional que encabeza preservar el estado de derecho y utilizar todos los instrumentos que le otorga la Carta Magna para garantizar su vigencia.