En General Motors-Venezuela no hay huelga, sino una toma impuesta con métodos violentos y terroristas, afirma Orlando Chirino

Credito: Notitarde

Valencia, 6 de septiembre de 2008.- La paralización de las actividades de la transnacional automovilística General Motors Venezolana, por parte de miembros del Sindicato de Vencedores Socialistas (Sinvensoc), mantiene a la expectativa a las empresas concesionarias, vendedoras de repuestos y autopartes, debido a que esta compañía es la encargada del 50% de la producción del parque automotor del país.

Orlando Chirino, miembro de la coordinación nacional de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) ahora con sus siglas UNETE, para diferenciarse del partido zuliano Un Nuevo Tiempo (UNT), evaluó la situación sindical de esta empresa y dijo que "en dichas instalaciones no hay una huelga, sino una toma impuesta a través de métodos violentos y terroristas que son repudiables".

El dirigente laboral fue el invitado por esta casa editora al Desayuno en la Redacción, encuentro en el que estuvieron presentes también: Margarita Jiménez Márquez, miembro de la junta directiva; Laurentzi Odriozola Echegaray, director de este diario; Alejandrina Uribe-Betancourt, editora jefa diurna; y quien escribe, Marlene Castellanos.

Durante su intervención, Chirino comentó que el grupo que calificó de tomista está aplicando una acción ilegal que perjudica a 3 mil 500 trabajadores entre directos e indirectos.

El representante de la UNETE anunció que maneja información de que los miembros del sindicato están poniéndoles uniformes y camisas de la compañía a "malandros", para mantener cerradas las instalaciones, porque están conscientes de que no utilizaron los procedimientos establecidos en un estado de derecho.

Condenando la posición asumida por el Sindicato de Vencedores Socialistas (Sinvensoc), aseveró que los supuestos representantes laborales debieron consultar a la mayoría de los trabajadores a la hora de planificar esta acción violenta.

Hablando claro, Chirino aseguró que el grupo sindical está dirigido por ex presidiarios de quienes se desconoce cómo ingresaron en la General Motors.

¿Cómo se incorpora el sindicato nuevo en discusión del contrato?

- La agrupación paralela fue registrada en la Inspectoría del Trabajo con sólo 54 personas, a pesar de que el sindicato que administraba el contrato había introducido su proyecto e iniciado la discusión desde el pasado 17 de enero.

Esta situación se generó en componenda con las autoridades regionales del organismo laboral. La Inspectoría permitió que en el acto en que debían participar los representantes de la empresa con Sutra Automotriz Carabobo (sindicato que es apoyado por la mayoría de los trabajadores) participara el grupo minoritario (Sinvensoc), a fin de provocar un referendo que se desarrolló un mes después.

Esta consulta la ganó el Sindicato de Vencedores Socialistas, que mantiene la toma de la empresa, porque hicieron correr por la planta el rumor de que el Gobierno no quería al sector que estaban administrando.

Esto sucede porque los trabajadores actuaron como los empleados y obreros de la administración pública, que no discuten su contrato porque les dan un bono; son muy inmediatistas. Ellos creyeron que era la mejor manera de librarse de todo, pero les salió el tiro por la culata debido a que, después de la consulta, el sindicato nunca más tuvo información de cómo se desarrollaba la discusión de la convención; es decir, que a estas alturas no hay comunicado ni asamblea.

Aquí se observa una cosa contraria; no se entiende por qué Sinvensoc, que tenía la mayoría para discutir el proyecto, no reunió a los trabajadores o llamó a un referendo para decir que iba a realizar este procedimiento.

¿Por qué pasó esto?

- Muy sencillo, porque durante 18 meses este país estuvo sometido por el ministro de Trabajo (José Ramón Rivero) y por autoridades del Estado, que se metían abiertamente y participaban en las decisiones sindicales para favorecer por la vía de la parcialidad política a su gente, para desestabilizar los gremios conformados y en consecuencia las empresas.

Los sindicatos no son partidos políticos, y este señor Wilman Cedeño está irrespetando a los trabajadores porque es un prestamista, un usurero que les presta a éstos para quitarles cinco, seis u ocho por ciento de sus sueldos.

Yo me alzaba contra la explotación y me siento orgulloso de ello, pero ahora me alzo contra este sujeto que les quita a sus compañeros un porcentaje. Desde el punto de vista moral, esto es un poco cuestionado.

Como dirigente del Estado y del país, reclamo que son los trabajadores de General Motors de Venezuela quienes tienen que definir la situación, porque se está corriendo el riesgo de que la empresa cierre sus puertas como le pasó a Rualca, donde los tres dirigentes sindicales cuatro semanas antes recibieron 150 mil bolívares fuertes para que se fueran y dejaran a los trabajadores. Esta misma situación se presentó hace pocos días en Rudeveca, que bajó su santamaría.

¿Quién apoya o está detrás de este sindicato?

- Un grupo de diputados de la Asamblea Nacional miembros de una nueva central, que se han encargado de hacerles el puente en Caracas a estas personas para que sean recibidas en todos lados.

Estos asambleístas están apoyados por un grupo de abogados y pertenecen a la Comisión de Asuntos Sociales. Ellos fueron los encargados de ingresar a los ciudadanos violentos que desestabilizaron Firestone.

Este no es un problema de la planta automotriz, sino del movimiento sindical, porque lo que está de fondo es que en el contrato colectivo hay una cláusula de cupos donde la empresa otorga al sindicato a precios de fábrica 113 carros para que ellos los vendan.

El Sindicato de Vencedores Socialistas (Sinvensoc), solicitó en un principio a General Motors 200 unidades y que cambiaran del documento la palabra vehículos por el termino camión, lo cual deja en evidencia que se está en presencia de unos delincuentes, que después salieron declarando que ya no querían dicha reforma ni los carros.

Los trabajadores que he consultado opinan que esta cláusula debe ser erradicada para que estos recursos pasen a un fondo social, para que una comisión haga el trámite con las concesionarias y las ganancias que se produzcan se entreguen a los empleados que necesiten una ayuda, para que de esta forma se acabe con esta fuente de corrupción.

No es posible que estos dirigentes sindicales que tienen tomada GM le pasen a la empresa cartas para que les descuenten a los trabajadores un porcentaje.

Si Sinvensoc sale, ganamos nosotros porque estamos liquidando un sector del movimiento sindical que está en la Central Socialista de Trabajadores, agrupación a que pertenecen los parlamentarios de la Asamblea Nacional.

Yo combatí en Carabobo varios sindicatos y triunfamos con elecciones dignas y democráticas.

¿Qué está pasando con los grupos sindicales en Venezuela ?

- Lamentablemente hay una crisis muy grande en la dirección del movimiento sindical venezolano, que en estos momentos se encuentra atomizado, dividido por la intervención grosera y abusiva de parte del Estado.

Además el sector tiene una enorme confusión porque, para que te puedan respetar, tienes que avalar lo que diga el Ejecutivo y ponerte una gorra roja; de lo contrario, te sacan.

A mí me botaron y ahora me persiguen por no estar de acuerdo con estas políticas del Gobierno, y aparte de mi caso, hay muchos más en el país.

El Gobierno debe pronunciarse sobre legalidad de la toma

Para Chirino, es importante que el Gobierno y el Ministerio del Poder Popular para el Trabajo y Seguridad Social se pronuncien sobre la legalidad de la toma, ya que los trabajadores de la General Motors se trasladaron el pasado martes 2 de septiembre a Caracas para rechazar las acciones que se están presentando en la compañía.

El sindicalista aseguró que esta medida no fue preparada por la empresa, sino por un grupo de personas que se reunieron en su casa.

- Les expliqué que la mejor manera de resolver esto era ir a los organismos competentes y hacerle un llamado muy fuerte al Gobierno, porque no puede ser que 300 ó 400 trabajadores se impongan sobre 3 mil 200.

Chirino manifestó que no le pide al sector corrupto del Ejecutivo que se pronuncie ni a los que apoyan a los "vagabundos" para mantenerse en los cargos, sino al sector honesto que todavía queda en el Gobierno.

¿Qué puede hacer el Estado en este caso?

- Garantizar la seguridad y la vida de la gente. No lo está haciendo y tampoco les ha dicho a los venezolanos que lo que está sucediendo en la GM es legal o ilegal. Además ellos saben que este sector impunemente apostó en la empresa sectores armados.

Es bueno comentar que hace tres semanas un grupo de trabajadores introdujo un recurso de amparo solicitando el derecho al trabajo, y a las 10 y media de la mañana se decía en los pasillos del Tribunal Laboral que se iba a declarar con lugar; pero de repente se generó una maniobra para que se hiciera una inspección a la empresa, y cuando llegaron los fiscales al sitio, habían quitado las cadenas. Por eso terminaron declarando inadmisible la solicitud de los trabajadores.

Situación de General Motors

La empresa General Motors genera el 70% del valor agregado nacional y representa el 75% de las exportaciones. Esta compañía involucra a más de 30 mil empleados directos o dependientes y más 100 mil de manera indirecta, tomando en cuenta las empresas fabricantes de autopartes, repuestos, insumos nacionales, servicios de distintas índoles, pues produce cerca de 180 mil unidades anuales.

La industria paralizó su actividad debido a las dificultades con el acceso de divisa, situación que fue solucionada, pero el 28 julio los miembros del Sindicato de Vencedores Socialistas (Sinvensoc) decidieron tomar la planta de Valencia, por problemas en la discusión del contrato colectivo, para esta fecha 2 mil 900 trabajadores se encontraban de vacaciones colectivas.

Aunque la empresa no ha informado sobre el monto de la pérdidas económicas, se conoció que en junio la compañía ensambló 7 mil vehículos, en julio alcanzó 2 mil 600 unidades, se presume que la cifra de agosto sea cero por la acción sindical. Esta situación echa por el suelo los planes de GM que tenía planteado para este año ensamblar 150 mil unidades.

¿Pero no vino una delegación del Ejecutivo a Carabobo?

- Ellos vinieron porque se acordó en la reunión de Caracas que el ministro del Trabajo, Roberto Hernández, y el viceministro Abraham Mussa, al igual que el titular de Industrias Ligeras, William Contreras, realizarían una asamblea dentro de la empresa con todos los trabajadores; pero el sindicato que tomó las instalaciones (Sinvensoc) durante la noche apostó su gente por todos los lados e impidió el paso a las instalaciones a la inmensa mayoría de trabajadores que querían escuchar los planteamientos del funcionario.

Lo positivo de la visita es que el titular del Trabajo y el del Milco constataron con sus propios ojos lo que estaba pasando dentro de la compañía. La interrogante en este momento es: ¿Cuál va a ser la acción del Gobierno?

Sabemos que es bueno tratar de resolver las cosas por vía del diálogo, pero hay evidencia de que un grupo de personas que actúan como malandros están violando el estado de derecho y los derechos de los trabajadores.

Esto no quiere decir que no reivindique enormemente la presencia de los ministros Hernández y Contreras, pero ellos deben hacer un pronunciamiento inmediato porque no pueden alcahuetear esta situación o hacerse los locos.

Nosotros convocaremos a los sindicatos serios de Carabobo para darles un apoyo masivo a los trabajadores que quieren laborar y que se acabe esta situación, porque hay que imponer que sea todo el sector laboral de la GM -los sindicalizados y no- el que resuelva el problema, porque lo que se está discutiendo no es si es bueno o malo el contrato.

La empresa ofreció como aumento salarial a la mesa técnica 28 bolívares fuertes para la firma del convenio; es decir que el que menos ganará del sector cobrará 68 bolívares fuertes diarios más las incidencias, decisión que mantiene acorralado a Sinvensoc, que estaba solicitando 27 bolívares fuertes más.

Lo que quiero preguntarles a los trabajadores que apoyan al Sindicato de Vencedores Socialistas es si quieren correr la misma suerte de Invepal o quedarse en la General Motors.

¿Qué pasaría si la directiva de GM decide cerrar la empresa?

- Sería una desgracia total porque el Estado quedará como si hubiera apoyado a unos delincuentes que dejaron sin su sustento a 3 mil 500 trabajadores.

Además otros gremios podrían tomar este ejemplo para perjudicar a otras compañías.

Algunos dirán que soy un hablador de pistoladas o un pendejo que, en vez de ponerse a hacer real, anda por ahí haciendo denuncias. Lo hago porque los riesgos hay que correrlos ahorita, pues no se trata de uno, de dos o de tres, sino de una mitología que está gozando y de un poco de dignidad en estos casos.

Sé que el Gobierno no quiere estatizar la General Motors, porque me he reunido con algunos de ellos y no tienen intención de expropiar ni nacionalizar la compañía.

Ellos no lo hacen porque se está hablando de una empresa que tiene prestigio en Suramérica, que está ligada con la industria de las autopartes.

Esta situación puede también perjudicar porque Venezuela quiere ingresar en el Mercosur, y esto podría dañar su imagen ante el resto de los países.

La Unión Nacional de Trabajadores, reivindica las nacionalizaciones, pero éstas tienen que ir más allá.

En estos momentos el Estado está quitando al empresario privado para poner a un burócrata que convierte la empresa en la caja chica del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv).

La idea de la estatización es que haya mejoras en la calidad de vida de la gente, el salario y la distribución de las riquezas, además de que se garantice un sistema asistencial y de seguridad mejor. Nada de esto se está dando en el país, y por eso estamos en contra de estas medidas.

¿Debe la empresa ceder a las peticiones del sindicato?

- Esa es una decisión de la General Motors, pero desde mi punto de vista no se trata de ceder o no. Se trata de que quede absolutamente claro quién es el responsable de este desastre, porque los trabajadores tienen ya cinco semanas que no cobran.

Aquí no sólo se está hablando del salario, también de las incidencias y que el sector sacará mucho menos en sus utilidades. La paralización de las actividades también afectarán las vacaciones, los intereses y el día de descanso.

Sabemos que Wilman Cedeño es prestamista y que cuenta con muchos millones, pero no creo que utilice su dinero para pagar los gravísimos daños que le ocasionó a la masa laboral de la empresa General Motors. Insisto en mi llamado a los representantes de los entes competentes, porque no se sabe cuál es la explicación de que la inspectora, la coordinadora del trabajo, los ministros y el viceministro se tarden en tomar una decisión sobre esto. No sabemos por qué el gobernador del estado Carabobo Luis Felipe Acosta Carlez se mantiene en silencio, ¿o será que en la región nos paseamos por el abuso de tener dos mandatarios? El segundo es el que tomó el hospital y tiene un programa para insultar y vejar a todo el mundo.

Yo les pido a Dios y a los trabajadores que no voten por este señor porque esto sería una desgracia para Carabobo.

¿Cuál es la salida a este conflicto?

Al ser consultado al respeto Orlando Chirinos no duda en afirmar que para él se debería: - Primero se debe construir en las próximas 24 horas una derrota contra Sinvensoc, pues de esta manera derrotamos el terrorismo sindical que desestabilizó a Rualca y a los que de manera irresponsable llevaron al cierre de Rudeveca.

Luego de esto deben abrirse las puertas de la empresa, y que las propuestas que tienen el sindicato y la mesa técnica sean llevadas a consulta ante los trabajadores, para que sean ellos los que decidan si se firma o no la convención colectiva. Después de este paso, debe determinarse la administración del documento. La convención colectiva de la empresa debe ser manejada por una dirigencia sindical que nazca de un proceso electoral, donde se dé la oportunidad a los empleados de escoger a sus 14 dirigentes; de esta forma se resolverá el problema del paralelismo que se dio por una trácala de la inspectora y de la coordinadora de trabajo.

Este proceso debe ser avalado por el ministro Roberto Hernández, porque sería una desgracia para la empresa que tenga al final que discutir el contrato con el gremio tomista. La otra salida es que el Gobierno y la inmensa mayoría de los trabajadores saquen la cláusula de cupos de carro, que es una fuente de corrupción, y de esta forma se liquidaría el problema de la desestabilización, para que los beneficios lleguen a todos.


Ventana

Luchador social por convicción

Alejandrina Uribe-Betancourt

Más de 30 años tiene Orlando José Chirino Zavala en la lucha gremial, donde se ha convertido en un abanderado de los trabajadores en el país y hasta en "la piedra en el zapato" que incomoda a políticos de oficio y a oportunistas del mundo laboral, que ven en sus denuncias, carentes de ambigöedades o de un lenguaje de medias tintas, a un hombre de postura firme sin miedo a llamar las cosas por su nombre o a nombrar a quienes hacen mal las cosas.

Oriundo de Coro, estado Falcón, se casó hace 37 años con una médico que es su compañera inseparable en estos años plenos de luchas, alegrías, riesgos y hasta de momentos difíciles.

De su matrimonio nacieron tres hijos, y dice con orgullo que "todos son profesionales; el mayor es TSU en contabilidad, el segundo es contador público y mi hija, que es la menor, es licenciada en administración". Comenta satisfecho mientras apunta que sólo su primogénito es coriano, porque los otros dos nacieron en el Hospital Central de Valencia.

De su formación desarrollada entre las aulas, que tuvo que abandonar por el fragor de la vida laboral y las exigencias de levantar un hogar, indica: "Me gradué de bachiller en ciencias y luego estudié hasta el tercer semestre de ingeniería en la Universidad del Zulia; después saqué el ciclo básico en la Universidad de Carabobo de ciencias sociales y económicas; y luego me gradué de político y sindicalista". En 1974 se inició en la vida gremial, mas su bautizo como activista fue en su época de bachiller. Luego militó en el MIR, Movimiento de Izquierda Revolucionaria. "Mi militancia de izquierda es de toda la vida y por convicción, pues me formé con la idea de una sociedad socialista donde se erradicaran la explotación y la desigualdad". Esa que él añora y ve como una utopía en la actualidad, dadas las ambiciones desmedidas de quienes ostentan el poder y la falta de moral en los que, haciéndose pasar por defensores de los trabajadores, sólo buscan su provecho personal. Por ello, dice que seguirá luchando "por una central obrera con plena autonomía y profundamente democrática, que tenga una visión de solidaridad".


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La fuente original de este documento es:
Notitarde (http://www.notitarde.com/desayuno_redaccion/)



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