16 de abril 2009.- Los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y de Brasil, Luiz Lula da Silva, conversaron por teléfono para acercar posiciones sobre Cuba y la crisis mundial.
Estas posiciones las expondrán a partir de mañana en la Cumbre de las Américas de Trinidad y Tobago.
"Ambos aproximaron posiciones" sobre ambos temas, dijo a ANSA un portavoz del Palacio del Planalto (sede del gobierno brasileño).
La conversación telefónica entre Obama y Lula duró unos 15 minutos y parte de la conversación estuvo basada en la decisión de la Casa Blanca anunciada el lunes de aliviar restricciones para permitir el viaje de cubanos estadounidenses a Cuba y el envío de remesas.
Lula llamó a Obama luego de que el estadoundiense propuso a la mandataria chilena, Michelle Bachelet, una reunión con los gobernantes que forman parte de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur), que se realizará el sábado en Puerto España.
Según el portavoz gubernamental, el fin del embargo a Cuba, un reclamo que llevará Lula a la cumbre de Trinidad y Tobago, no figuró en la conversación entre los mandatarios.
Antes de partir a México, a donde llegó hoy, Obama dijo a CNN que la relación con Lula "es la de dos líderes de grandes países que están intentando solucionar problemas y crear oportunidades para sus pueblos y podríamos ser aliados en ello, porque no hay aliados grandes o pequeños".
Lula, que gobierna la economía más grande de América Latina, fue el primer latinoamericano recibido en la Casa Blanca por Obama.
Reclamar el regreso de Cuba al sistema interamericano -fue expulsada de la Organización de Estados Americanos (OEA) en 1962- y el fin del embargo económico es uno de los ejes del mandatario brasileño en la cumbre.
Al anunciar el viaje de Lula a Puerto España, el portavoz Marcelo Baumbach anunció que el presidente reclamará en la cumbre el fin del embargo que rige desde 1961.
"El presidente Lula considera que mantener el bloqueo es una anomalía en el ambiente internacinoal que hace mucho tiempo superó la confrontación de la Guerra Fría, sobre todo considerando que todos los países de América Latina y el Caribe tienen relaciones normalizadas con Cuba", dijo Baumbach.
Lula juzgó "positivas" las medidas para aliviar restricciones hacia Cuba, aunque las califica de "insuficientes en un ambiente de mayor buena voluntad".
Si bien Obama pidió una "señal" del gobierno de La Habana, el canciller Celso Amorim afirmó que "Estados Unidos no debe esperar gestos de Cuba para poder continuar tomando medidas para distender la relación bilateral".
En la primera Cumbre América Latina y Caribe realizada en diciembre de 2008 en Costa de Sauipe, estado brasileño de Bahía, el presidente cubano, Raúl Castro, afirmó que se sentaría a dialogar con Obama "sin condicionamientos de ningún tipo".
La conversación de Lula con Obama se produjo una semana después de que visitara Brasilia el nuevo canciller cubano, Bruno Rodríguez. Además de la agenda bilateral, que incluye el interés de Brasil en desarrollar soja (soya) para la provincia de Ciego de Avila, explorar petróleo en aguas profundas caribeñas y obras de infraesctructura carretera, Lula y Rodríguez hablaron sobre la Cumbre de las Américas.
Una fuente diplomática consultada por ANSA informó que en ese encuentro Lula no se propuso como mediador entre La Habana y Washington pero sí se comprometió a evitar que se quiebre el ambiente de "buena voluntad".
El diario O Estado de Sao Paulo publicó que el canciller cubano expresó reparos en que algún país aliado pueda tener una posición "incendiaria" que aborte un diálogo bilateral entre Cuba y Estados Unidos.
Brasil, que se convirtió en acreedor del Fondo Monetario Internacional por primera vez en su historia al aportar 4.500 millones de dólares para ser destinados a préstamos a países subdesarrollados, también buscará defender el desarrollo de los biocomustibles.
"El presidente Lula considera la cumbre una oportunidad para construir una agenda común que debe ofrecer elementos para enfrentar la crisis dentro de la soberanía de cada país y con un nuevo concepto de desarrollo", explicó Baumbach.
Lula dirá, según Baumbach, que "la actual crisis mundial no puede servir de pretexto para retroceder en los compromisos con tecnologías ambientalmente sustentables o el abandono de las fuentes renovables de energía".
Brasil es el principal productor mundial de etanol (alcohol combustible) hecho con caña de azúcar.
Lula habló con Obama sobre la posibilidad de que la caña de azúcar convertida en combustible sea un punto de partida hacia el desarrollo de las naciones caribeñas y centroamericanas. En ese punto, Brasil reclama el cese de las tasas que debe pagar el etanol brasileño al mercado estadounidense.