18 de abril 2009.- El presidente Rafael Correa declaró el sábado que, en la V Cumbre de las Américas, Ecuador insistirá en una mayor atención a la crisis financiera global, el caso Cuba y el respeto a los derechos de los migrantes.
Al llegar a Puerto España al amanecer, Correa dijo que "no es posible" que en un mundo de globalización donde los bienes materiales y la información circulan sin limitaciones "se penalice, se criminalice a los seres humanos".
"Eso éticamente, técnicamente, es una contradicción", agregó.
Correa no será el único presidente que toque el tema de los inmigrantes en la cumbre, cuya declaración hace también una referencia al caso cuando dice que los migrantes, al margen de su estatus, merecen la "protección total de sus derechos humanos".
Correa, uno de los críticos de Estados Unidos, no llegó a tiempo para la inauguración y un primer saludo con el presidente estadounidense Barack Obama, quien ha dado la mano por iniciativa propia a todos los gobernantes de la región presentes.
En la inauguración de la cumbre el viernes, el presidente Daniel Ortega, de Nicaragua, dijo que las migraciones no se resolvían levantando muros en las fronteras sino promoviendo el desarrollo en sus países de origen para darles buenos empleos, una tarea en la cual Estados Unidos debería tener una mayor participación.
Correa dijo que esta cumbre no podía llevar el nombre de "Cumbre de las Américas" mientras siga negándole participación a Cuba, por lo que hablará también sobre su situación al estar actualmente suspendida de la OEA y sometida a bloqueo comercial de Estados Unidos.
El documento final de la cumbre, cuyo tema es "asegurar el futuro de nuestros ciudadanos promoviendo la prosperidad humana, la seguridad energética y la sostenibilidad ambiental", no ha causado mayor expectativa, dijo Correa.
"Con base al documento, que se ha preparado... y por la dinámica que tiene, son cumbres muy tibias, que por contentar a todos, dicen todo y a la vez no dicen nada", comentó.
