Para la abogada estadounidense Eva Golinger, experta en injerencias estadounidenses en los pueblos del Sur, las intenciones del Imperio estadounidense no han cambiado. El gobierno estadounidense sigue igual a pesar de la presencia de Obama, y lo único distinto es la seducción que el presidente estadounidense causa a través de sus discursos de cambio, cuando en realidad no ha tocado ninguna de las estructuras fundamentales.
Juan Carlos Monedero, analista y profersor de la Universidad Complutense de Madrid, opina que Obama sí ha tomado pasos positivos al escuchar a los mandatarios latinoamericanos y estrechar la mano del Presidente Hugo Chávez, pero indicó que la solución que sus propuestas ante la crisis capitalista están basadas en el keynesianismo y son "puras mentiras", ante lo cual propone buscar nuevos modelos, como el socialismo, para confrontarla.
También resaltó que Obama intentó quebrar la integración del continente en sus reuniones con los mandatarios de Brasil y México, y recordó que la forma como opera la sociedad estadounidense, consumiendo muchos más recursos de los que consume el resto de los habitantes del planeta, requiere "recuperar cosas para este continente y quitárselas de lo que ellos tienen. Allí no puede haber un acuerdo pacífico".
Golinger: Obama persigue la misma polìtica imperialista, pero con otra apariencia.
"Gran parte de quienes influyen en la política exterior de EEUU son las mismas multinacionales, el mismo complejo militar industrial, los mismos think tanks". Incluso señaló a una cantidad de funcionarios de George W. Bush que conservaron sus puestos en el gobierno de Obama. "Sigue siendo la misma política imperialista y Obama mismo lo ha reafirmado. Lo que ha cambiado es América Latina", y Estados Unidos está, en opinión de Golinger, realizando estrategias para adaptar su polìtica imperial a los cambios de la región.
Explicó que "Obama firmó un presupuesto este año, aumentando el financiamiento a organizaciones como la NED y la USAID, operadores de subversión y contrainsurgencia que son muy activos en Venezuela y Bolivia; los aumentó en 35 millones de dólares por encima de lo solicitado, debido a que los presidentes del partido demócrata prefieren la estrategia de subversión, la invasión silenciosa y el golpe suave antes que una invasión militar, que es la estrategia preferida por los del partido republicano", como lo era Bush o Ronald Reagan.
"Obama no tiene ningún interés en implementar cambios de fondo. Quien tenga expectativas basado en un discurso preparado por equipo de escritores, ensayado y leído... ¡eso es una estrategia de marketing, es la venta de un producto", explicó Golinger refiriéndose a lo que algunos llaman "la Obama-manía".
Dijo que "lo que está haciendo Obama es una tremenda operación de seducción. Un discurso para seducir a la opinión pública internacional y a los jefes de Estado; yo noté en las declaraciones de ciertos jefes de Estado, que habían caído bajo el encanto de Obama". Indicó que la seducción de la que es víctima el pueblo estadounidense impide que protesten contra él pidiéndole cambios reales.
Monedero: Obama aguantó las quejas de 100 años del continente.
Monedero prefirió resaltar muchas de las cosas positivas de Obama en comparación con su predecesor, George W. Bush, como su capacidad de escuchar las quejas de los mandatarios latinoamericanos.
"Ni Obama-manía, ni Obama-latría, ni Obama-fobia. ¡No nos mintamos tampoco! Decía mucha gente que Obama no va a ganar, que un negro nunca va a ganar en los Estados Unidos, o que si gana lo van a matar. Y cuando gana, ¡empezamos a decir que no es el mismo, que todo es indiferente...! ¡tenemos que ser más ponderados en el análisis! En España cuando la muerte de Franco había una frase: 'contra Franco vivíamos mejor'. Ahora la gente va a decir que 'contra Bush vivíamos mejor'".
Resaltó que en la cumbre hubo, a su juicio, dos cosas impresionantes: "la foto de estos dos señores negros agarrándose la mano, a mí me ha emocionado. Ver un hombre negro de los Estados Unidos, agarrándole la mano a un presidente negro, indio y blanco de Venezuela, mirándose con todo lo que tienen ambos detrás... ¡eso es impresionante!".
Resaltó la paciencia de Obama al escuchar las quejas -justificadas, por demás- de los mandatarios latinoamericanos: "Es impresionante ver al Presidente de los Estados Unidos aguantándole el cuaderno de quejas de 100 años del continente, y todos los presidentes diciéndole: 'ustedes son esto, y esto, y esto', y Obama teniendo que calarse todo ese discurso".
Crisis capitalista: Obama está equivocado
Sin embargo, Monedero no fue tan optimista cuando le tocó opinar sobre la crisis del capitalismo. Recordó que la sociedad estadounidense ya tiene un modo de vida que no va a abandonar fácilmente, y que, siendo apenas el 5 por ciento de la población mundial, consumen una inmensa cantidad de recursos y echan a la atmósfera el 25% del dióxido de carbono de todo el mundo. "La reconstrucción de América Latina (involucra) recuperar cosas para este continente y quitárselas a lo que ellos tienen. Allí no puede haber un acuerdo pacífico, sin más. Por eso, me gustó el apretón de manos del Presidente Chávez: Firme. Te doy la mano, pero estoy aquí, pero firme".
"Lo relevante, el parteaguas de la discusión, es si la crisis es una crisis en el capitalismo, o si es una crisis del capitalismo", dijo Monedero.
Señaló que hay cuatro propuestas para acabar con la crisis:
* No hacer nada.
* Insisir en el neoliberalismo. "Nadie se atreve a proponer eso", dijo.
* Una especie de keynesianismo global, con regulación, bajo la mentira de que la crisis del keynesianismo fue porque unos locos se portaron mal.
* La cuarta solución es que el sistema no da más de sí, y que hay que sustituirlo, que es lo que propone el Alba.
El keynesianismo es una teoría económica basada en las ideas de John Maynard Keynes, quien las propuso en 1936 como solución a las crisis periódicas del capitalismo, como la vivida en Estados Unidos en los años treinta del siglo XX. Propone que el Estado intervenga en la economía para aumentar la demanda de bienes y servicios, lo que reactiva la industria y disminuye el desempleo. Muchas de las propuestas de Keynes fueron aplicadas desde la Segunda Guerra Mundial en Estados Unidos, hasta la llegada de los años setenta, cuando una nueva crisis capitalista causó el nacimiento del neoliberalismo.
Tras el fracaso del neoliberalismo, Estados Unidos y la Unión Europea ahora proponen regresar al modelo anterior y construir un keynesianismo global, que es una mentira. “No se puede volver al keynesianismo porque colapsó desde dentro, por tanto esa mirada nostálgica de volver a un sistema regulado, donde todos eramos buenos y benéficos, es mentira”, expresó Monedero en una entrevista en Venezolana de Televisión.
Para Monedero, la solución a la crisis que ha presentado el Presidente estadounidense, Barack Obama, en el G20 y la que está detrás de la Cumbre de las Américas son puras mentiras.
El intelectual español explicó que las tres grandes fuentes donde el neoliberalismo se nutrió para solventar los problemas del keynesianismo están agotadas y que consistían en “explotar a los países del sur, explotar la naturaleza y seguir aumentando el déficit público”. Pero, “como esas tres fuentes están secas, la única solución es enfrentar la realidad y decir vamos a construir un nuevo sistema: el socialismo”, expresó.
Obama intentó debilitar unión latinoamericana
"No me gustó nada que Obama haya intentando quebrar lo que yo creo que es la solución del continente: la integración latinoamericana. Cuando Obama pretende ser un interlocutor privilegiado con Calderón en México y con Lula en Brasil, intenta debilitar la construcción alternativa, que yo creo que es donde América Latina tiene que prestar toda su fuerza".
Sobre el caso Cuba, indicó Monedero que lo importante es pedir a Estados Unidos eliminar el bloqueo contra la nación antillana, pero que la insistencia en que esté en la OEA "está demás". Dijo que "Cuba no está en la OEA, pero la OEA es el ministerio de colonias de Estados Unidos. Cuba ha sido la estrategia de Estados Unidos para entrar de una forma suave a esta cumbre. Cuando el resto de los países de América Latina han reconocido a Cuba y tienen relaciones con ella, ¿a quien le importa a último en importancia que Estados Unidos la acepte o no la acepte".
Recomendó al equipo de Chávez que le regalen a Obama el libro "Las Venas abiertas de América Latina" pero en inglés, dado que el presidente estadounidense difícilmente va a aprender español para leerse el libro.
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