19 de junio de 2009.- Intervención de Rubén Alayón en el encuentro "Intelectuales, Democracia y Socialismo":
Hemos estado escuchando
esta mañana posiciones críticas, reflexiones que hacemos en grupo
pero públicamente no habíamos tenido oportunidad de darlas y que no
nos pongamos bravo. Me imagino que nos pondremos bravo después cuando
estas reflexiones se han convertido en un debate porque por lo menos
hay como cinco tópicos para debatir que han salido de aquí con
posiciones antagónicas inclusive. Yo creo que hay un elemento que ha
sido tocado y que es importante recalcarlo, que es el siguiente: creo
que fue Luís Britto quien dijo que estamos en un barril de pólvora,
y eso es bien cierto, no solamente porque tenemos petróleo que
es codiciado por el Imperio si no que además este petróleo nos permite
apoyar procesos revolucionarios en América Latina, somos codiciados
por eso. Entonces la idea es la siguiente: siendo o estando en
ese barril de pólvora, ¿Cómo no justificar los errores internos en
nombre de la política exterior? ¿Qué quiere decir esto? Hay todo
una estrategia del movimiento revolucionario latinoamericano, como nosotros,
que se ha visto, se justifica internamente cuestiones reaccionarias
en nombre de la política exterior, esto es peligrosísimo y nos dice
que debemos jugar bien, o dialécticamente, entre lo de afuera y lo
de adentro y creo que muchas veces no se esta haciendo. Claro, ese es
un debate en el sentido que muchos plantean que lo de adentro ya no
existe ni lo afuera tampoco pero es importante porque si he visto fuertemente
como se justifican cuestiones internas injustificables en nombre de
la lucha revolucionaria afuera. Y es aquí donde quiero traer unos elementos.
Roland Denis hizo énfasis esta mañana, Javier Biardeau también, en
la pérdida de independencia del movimiento popular. El movimiento popular
fue cooptado por el Estado. La pregunta es la siguiente: ¿Cómo pretendemos
hacer ejercicio del poder popular estando atados al Estado? Es una más
que tensión, es una contradicción en el seno de esta revolución.
Hasta el momento no se vislumbra una solución. Creo que es uno de los
puntos del debate, no de la reflexión.
Un segundo elemento que me parece que es grave. Yo considero que la revolución bolivariana vive un proceso de desencanto en términos Weberianos y eso es sumamente peligroso por lo siguiente: El proceso bolivariana tuvo una característica fundamental que fue el encantamiento, pues el proceso revolucionario logra romper las jaulas de hierro weberianas pero también lograr derretir las jaulas de goma posfordistas. Y el movimiento se lanza; y producto de ese lanzamiento se tiene el gobierno hasta el 2002. En el 2002, aquí son interesante algunas reflexiones vivénciales. En una discusión en la alcaldía de Caracas estábamos Freddy Bernal –habían varios-, estábamos discutiendo qué hacíamos con la movilizaciones que estaban llegando al centro de Caracas desde el este planteando “Con mis hijos no te metas”. Se discutió en el Partido Quinta Republica y el CTN decide que se evitará el enfrentamiento y el movimiento de los barrios y el movimiento popular rodeó a Miraflores e impidió que la llegada de la gente del este. Estos son pequeños datos que hay por ahí y que no nos podemos olvidar. Viene después el golpe y todo eso, la retoma, y vuelve nuevamente el proceso de desencanto.
Y es sumamente interesante
ver la relación del movimiento de desencanto con el nacimiento de las
Misiones. Fíjense. Yo participé en el equipo que elaboró Barrio
Adentro y nosotros nos metimos bien barrio adentro. Recuerdo que comenzamos
con el barrio 70, en El Valle, que es como una urbanización entre tres
barrios. La primera alianza que hubo que hacer fue con los malandros
para poder entrar. Hay datos interesantes; una noche se nos presentó
un grupo dándonos una lámpara de hospital porque ellos querían colabora
con Barrio Adentro de esa manera. Y se pudo incorporar a la gente que
vivía en el barrio al proceso de Barrio Adentro. Cuando Barrio Adentro
comenzó a desarrollarse como tal, a institucionalizarse, la gente abandonó
la participación y en lugar de construir, por ejemplo, la camilla,
la camilla popular eran cuatro gaveras de cerveza con unos trapos. Esos
comités de salud que nacen a raíz de la lucha como esa son cooptados
y los convierten en los lavadores de la ropa de los médicos cubanos.
Esos son datos muy interesantes y hay que tenerlos bien claros para
saber como la cooptación ha perjudicado y desencantado mucho a este
movimiento.
El otro elemento que
insisto hay que incorporar, está vinculado con el formalismo revolucionario.
Aquí se cree que con decretos se resuelven las cuestiones. Hay una
idea de que la élite política decide desarrollar una línea política
y terminarla y todo el mundo empieza a decretarla. Así fue con los
consejos comunales; repitiéndolo por todos lados y cuando uno se
les adentra en los consejos comunales y estudia los consejos comunales
--por cierto hay una investigación que se hizo después del trabajo
social sobre los consejos comunales en el Municipio Libertador— y
el promedio es más o menos lo siguiente: alrededor de 15 personas constituye
el promedio del consejo comunal pero solamente tres organizaciones sociales
también forman parte de el. Eso está diciendo algo, estoy hablando
claro. Esos consejos comunales también están corriendo la suerte de
todo, de todo proceso organizativo que se viene dando. ¿Por qué sucede
esto? Tiene que ver, en mi opinión, con las características
del proceso, aunque creo que debemos lanzar al debate y a la discusión
colectiva. Hay un ejemplo que yo estoy viendo ahora y que está repitiendo
nuevamente la historia, y que hay que debatirlo. Fíjense. Ahora el
alcalde Jorge Rodríguez hereda una situación de un enfrentamiento
entre Freddy Bernal y Juan Barreto. Siendo Rodríguez alcalde y el Aristóbulo
Isturiz era en ese momento vicepresidente del partido en Caracas.
Se repitió la misma historia entre Bernal y Barreto entre Rodríguez
e Isturiz de enfrentamiento. Mi pregunta es: ¿El enfrentamiento es
político o es ideológico? ¿Qué papel viene jugando el partido en
esa realidad? ¿Y que relación hay entre ese partido con la maquina
del Estado venezolano? Yo veo que hay una línea directa porque
así como hubo posibilidades de cooptar el movimiento popular, esa maquina
estatal, todo lo que le entre ahí lo destruye; porque en mi opinión,
está hecha solamente para provocar procesos de acumulación de capital.
Por eso no creo en el Estado.
El movimiento de los barrios tiene que agarrar en sus manos este proceso. Los intelectuales jugamos un papel decisivo ahí. Por eso, mi llamado es a ver cuáles son las contradicciones centrales que hemos analizado aquí y comenzar a organizar el debate pero incorporando al movimiento popular en estas reflexiones. Creo que es una de las salidas que nos puede permitir abrir el camino.