27 de junio de 2009.- Intervención de Emir Sader durante el encuentro "Intelectuales, Democracia y Socialismo":
Estar hablando
a ustedes en una reunión impar como esta, sobre temas latinoamericanos.
Para mí la reunión es de extrema utilidad. Yo comparto las preocupaciones
de ustedes, sin la propiedad que ustedes tienen porque las arrancan
de la realidad concreta, uno tiene preocupaciones, pero son un poco
abstractas porque uno mira desde afuera. Para mí es muy útil la reunión,
yo tengo dudas si lo que yo voy a hablar sea útil para ustedes porque
es un poco genérico, sobre la situación latinoamericana.
No voy a hablar
de la situación latinoamericana en general, más bien partir de la
idea de qué es lo que está pasando con esos gobiernos que salen de
los patrones urgentes en la década pasada. Cómo América Latina ha
pasado de ser el paraíso o infierno neoliberal, para ser lo que yo
llamaría el eslabón más débil de la cadena neoliberal, simplemente
porque vive una resaca de todo aquello. Pero qué es lo que caracteriza
a esos gobiernos. Estamos pensando qué forma asume la lucha antineoliberal
y anticapitalista.
Creo que lo
primero, aunque sea muy genérico, es decir qué naturaleza tiene el
periodo histórico que vivimos. El periodo es un periodo histórico
inaugurado con la Revolución del 17, que terminó con el fin de la
Unión Soviética, y mucho más que eso, el viraje del periodo histórico
de los años 70 para acá está marcado por tres cambios regresivos:
primero el paso del mundo bipolar al mundo de la unipolaridad bajo hegemonía
imperial norteamericana, lo que se llama una cosa brutal, habría que
pensar todas las consecuencias de aquello. Segundo, el paso de un ciclo
largo expansivo del capitalismo de segunda postguerra a un ciclo largo
recesivo, en que seguimos todavía. El tercero el paso de un modelo
hegemónico, regulador o keynesiano, de bienestar social, como se quiera
llamar, a un modelo desrregulado, neoliberal y todo. Es una combinación
brutal que hace concreta una correlación de fuerzas absolutamente regresiva
y negativa, basta con decir que desde que la palabra izquierda fue inventada
por los europeos, nunca la izquierda fue tan débil en el mundo.
América Latina
es una isla soplando contra un viento conservador en escala mundial,
no voy a hablar de las consecuencias de aquello, pero basta con decir
que la victoria del campo imperialista no fue una victoria apenas política
y económica, fue sobre todo una victoria ideológica. Había dos interpretaciones
del mundo antes de aquello: para el campo socialista, el antagonismo
fundamental se daba entre capitalismo y socialismo, para el campo imperialista
la contradicción se daba entre democracia y totalitarismo. Ganaron
ellos, se había derrotado el totalitarismo fascista, se derrotó el
totalitarismo soviético, stalinista y ahora están tratando de derrotar
el totalitarismo islámico, terrorista, lo que sea. Pero ‘democracia
liberal’ pasó a ser igual a ‘democracia’, ‘economía capitalista’
pasó a ser igual a ‘economía de mercado’. Es una victoria ideológica
brutal.
Y una segunda
consecuencia, que no me voy a detener pero que es la más importante,
el nivel más importante de la hegemonía norteamericana, capitalista
e imperialismo en el mundo no es el nivel económico, ni político,
ni tecnológico, ni militar, aunque siguen siendo los niveles no se
terminan en esta crisis, menos todavía en el capitalismo, debilitados
seguirán adelante, son hegemónicos. Pero el nivel más importante
de la hegemonía imperial en el mundo es el nivel ideológico. El modo
de vida norteamericano es el arma más importante entre los gramscianos
de la hegemonía capitalista en el mundo de hoy, al punto de que penetra
en los que deberían ser sus antagonistas. Yo tuve en China el fin año
pasado, me quedé impresionado, no soy de aquellos que desechan la experiencia
china, la consideraba muy en serio, pero está claro que ha inducido
estilos de vida norteamericanos. China que nunca se había dejado influenciar
por ninguna civilización externa, ni siquiera por la guerra con Inglaterra,
induce la utilización del automóvil, el coche, de la tecnología,
la forma de encarar. Entonces eso es hegemonía en el sentido gramsciano
de la palabra. Lo que debería ser el antagonismo lo hace el estilo
importado norteamericano.
Pero mucho
peor para nosotros, los niños y jóvenes de la periferia, grandes metrópolis
que son la mayoría de nuestra sociedad, son en la mayoría pobres,
ambicionan consumibles, mercancías de marcas norteamericanas, son víctimas
de la sociedad de consumo. Eso es hegemonía en el sentido gramsciano,
cuando las víctimas privilegiadas del modelo inducen e incorporan valores
del modelo dominante. Entonces la lucha ideológica es más que fundamental.
El neoliberalismo hoy no tiene otra forma de sociabilidad que compita
con él. No es que la soviética fue una gran competidora, no era, pero
tampoco son los islámicos, ni los evangélicos, ellos avanzan solitos.
Hay espacios chicos de sociabilidad alternativa, pero nada que se necesite
a escala global.
Entonces no
hay que confundir debilitamiento político, económico, militar norteamericano
porque la hegemonía ideológica sigue siendo global absolutamente,
invadió Europa del Este, etcétera. Entonces es un marco globalmente
negativo, hay que planteárselo porque hay que ver en qué marco de
relaciones internacionales estamos.
El socialismo
hoy es un objetivo, levantado gloriosamente por Venezuela para debatir.
Pero la lucha fundamental hoy se plantea como lucha antineoliberal,
cómo podemos llegar a ser anticapitalistas, por acá en el Foro Social
se plantean “Otro mundo es posible”, ni siquiera enuncia qué mundo
es ese, está claro que es un mundo antineoliberal o postneoliberal,
como lo llamemos.
América Latina
tiene excepciones en todo aquello. Si uno agarra la trayectoria de los
últimos 50 años, yo lo llamo en mi último libro el nuevo topo,
que aparece espectacularmente sobre golpes extraordinarios y tiene una
capacidad de recomposición formidable. Si agarramos la cronología,
las derrotas que tuvimos en Europa fueron sesenta años de luto, sesenta
años de repliegue. La capacidad del topo latinoamericano
de recomponerse, sorprendentemente, como todo movimiento revolucionario,
sorprendente.
Yo creo que
vivimos hoy una resaca neoliberal, pasamos de una década de resistencia,
en que los movimientos sociales eran los protagonistas principales en
la madeja de construcción de alternativas, que empezó justamente hace
10 años con la victoria de Hugo Chávez. De ahí pasamos a una época
de disputa de hegemonía.
La línea divisoria
en América Latina, a mi juicio, no es una izquierda buena y una izquierda
mala, eso es lo que dice todo el que quiere dividir a la izquierda.
Con todo lo que es Lula, y con todo lo que es positivamente Hugo Chávez,
si los dos se pelearan los dos se debilitarían, porque se aislaría
más la alternativa más radical y Lula quedaría más disponible para
captaciones de alianzas de otro orden. Entonces es una alianza, digamos,
contingente pero que es positiva en cierto sentido.
La línea demarcatoria,
a mi juicio, está entre los que firman tratados de libre comercio y
los que están por la integración regional, esa es la línea divisoria
inicial. Los que tienen TLC están del otro lado, no hay integración
latinoamericana, se comprometieron estratégicamente con el libre comercio,
tienen una relación privilegiada con Estados Unidos. Miren México,
90% de su comercio exterior con Estados Unidos y corrió al Fondo Monetario,
el primero que llegó allá a golpear la puerta.
Mientras que
nos defendemos mejor porque tenemos los que vamos por la integración
regional, diversificamos le comercio internacional, caso de Brasil,
más comercio con China que con Estados Unidos, el conjunto de la región
tiene un 25% con Estado Unidos. Entonces sufrimos menos el efecto de
la crisis.
Segundo lugar,
la intensificación del comercio regional, es muy importante, sobre
todo para Chile, Argentina, Venezuela. Y tercer lugar, más importante,
desarrollo del mercado interno de consumo popular. Un tema de democracia
social muy importante que nos diversifica la economía, ahí nos defendemos
mejor, entonces estamos menos afectados por la crisis. Pero en los que
están por la integración regional algunos están avanzando para romper
con el modelo y otros no. Está claro que me refiero en segundo lugar
a Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, que han heredado modelos económicos
financieros, han mantenido sobre todo la dimensión financiera del modelo,
no necesariamente la económica, porque se han retomado la idea del
desarrollo económico que debe ser abolida, el papel del Estado como
inductor de la economía, pero han mantenido el modelo financiero que
es gravísimo, la hegemonía del capital financiero se mantiene como
sólida, fundamentada y dominada por tasas de interés estratosféricas,
por bancos centrales en la práctica autónomos, eso se mantiene, como
se mantiene el modelo de agronegocios, varios elementos graves del modelo
anterior están presentes. Y tampoco son gobiernos que se plantean el
tema de la ruptura del modelo, no está planteado que hay que romper
con el neoliberalismo, se democratizó elementos de espacios importantes,
cualquier análisis que diga que Kichner es igual a Menem está absolutamente
equivocado, como que Lula es igual a Cardozo está absolutamente equivocado.
Todo lo que
cambió, cambió para mejor, la política internacional mejoró, la
política social mejoró, la relativa re-composición del papel del
Estado claramente mejoró, son gobiernos contradictorios. Frente a esos
gobiernos hay dos posiciones de la izquierda posibles, una, es decir
que son los mejores administradores del neoliberalismo, porque mantienen
el modelo y engañan al pueblo, una versión posible de la otra izquierda
y ese modelo hay que destruirlo porque sino no vendrá nunca una izquierda
pura, libre, perfecta, etc., eso no sólo nos da cuenta de la realidad,
de las diferencias; la teoría no sirve para amalgamar, sirve para caracterizar
las diferencias. Con un segundo lugar, lleva alianzas con la derecha
contra su gobierno, y las alternativas terminan siendo esos gobiernos
o la derecha.
Y la segunda
es la posición con un gobierno contradictorio, que tiene un sector
progresista y otro conservador, y ojalá el gobierno de Tabaré y el
de Lula sean puentes hacia la ruptura del modelo, y que si llega a ganar
Mujica, si llega a ganar un candidato del PT Ese será un paréntesis
y volverá la derecha. Pero la pelea es por lo que viene después, si
viene ruptura del modelo o no.
Otros gobiernos
que ustedes conocen, Ecuador, Bolivia, Venezuela muy particularmente
tienen dos características importantes: primero, creo que representan
una tercera fase de la estrategia política de la izquierda latinoamericana.
La primera fue la estrategia de reformas, que fue muy importante, coincidió
con el ciclo largo expansivo del capitalismo, sincronización en la
periferia. Todas las democracias son social con regímenes populares
de Perón y Vargas, son típicos, Lázaro Cárdenas etc., modelos desarrollistas
que fueron muy importantes desde el punto de vista del desarrollo económica,
elaboración de proyectos nacionales, que se agotó, que se agotó no
sólo porque tuvimos la experiencia más famosa de Allende que fue derrocado.
Se agotó porque el ciclo largo expansivo del capitalismo se agotó,
se terminó, no era más funcional la convergencia desarrollista del
periodo.
La segunda
estrategia es la de la lucha armada, que trajo conclusiones fundamentales,
bastaría con la revolución cubana más la nicaragüense, pero la propia
conversión de la izquierda armada guatemalteca, salvadoreña, demostró,
reveló, que la correlación de fuerzas había cambiado conforme el
periodo internacional cambió. Es justa la lucha armada, pero muy correctamente
lo dice, Hugo Chávez le planteó a la Farc, son inviables como camino
de victoria, por la correlación de fuerzas nacional e internacional,
entonces se agotó también como alternativa.
Y una alternativa
nueva que de manera distinta que como Ecuador Venezuela, Bolivia plantean,
combina distintas formas de luchas, que la sublevación desemboca en
solución política electoral, pero busca refundar el Estado. Entonces
como que combina formas de luchas distintas, buscando construir un modelo
distinto, no está en la legalidad estricta, hay sublevación popular
que tiene un carácter militar acá, indígena en Ecuador, en Bolivia,
pero no queda presa de la idea de autonomía de movimientos sociales,
que es una idea equivocada, al contrario busca disputar hegemonía política.
Por eso es tan importante que los movimientos sociales bolivianos hayan
fundado el MAS, para pasar de la fase de resistencia a la fase de disputa
de la hegemonía, pero cuando se llega ya al contrario de reformismo
tradicional, no trata de cambiar la sociedad con la forma de Estado
existente, busca refundar el Estado que corresponda a un bloque
social nuevo con una correlación de fuerzas políticas distintas.
Entonces, ese es un elemento embrionario, por eso es la nueva estrategia política, lo cual es muy significativo, no por acaso son los que más avanzan. No sólo es romper con el modelo, romper con esos instrumentos políticos tradicionales de producción de las relaciones sociales, el Estado triacionó los países para cambiar la sociedad, hay que tratar de reproducir la sociedad tal y cual es. Con su inercia, con su burocracia, con su corrupción, no son los instrumentos idóneos, ni para democracia política, ni social, ni transformación económica. Entonces eso son los temas que se plantean nuevos, no está claro si van a resultar o no, pero esos son los elementos más avanzados.
El neoliberalismo
nos plantea un dilema equivocado, el campo teórico, como diría el
burgués y el neoliberalismo, es estafar lo privado. Y es una trampa,
destruyen el Estado y dicen ¿quieren defenderlo o se vienen para nuestra
esfera que es la privada? La esfera de ellos es la esfera privada, es
la esfera mercantil. Lo que hace el liberalismo es mercantilizar todo,
transformar todo en mercancía, todo tiene precio, todo se vende y todo
se compra. Es la esfera de ellos hay que denominarla por su nombre
real. La esfera privada es la esfera de los derechos individuales, por
ejemplo nos expresaron mucho, pero el que pone el tema va a poner el
nombre que le conviene, lo de ellos es esfera mercantil y hay que llamarla
como tal. Y lo nuestro no es una esfera estatal, es una esfera pública,
de la universalización de derechos. El Estado, es decir el burgués,
siempre tiene una mano izquierda y una mano derecha, de lo que se trata
es de un espacio de disputa hegemónica entre los intereses públicos
y los intereses mercantiles.
El Estado puede
ser perfectamente mercantilizado, financializado, como lo es a menudo,
los estados latinoamericanos cobran impuestos, del mundo del trabajo,
de la producción y los transfieren al capital financiero mediante el
pago de la deuda. No tiene siquiera el papel anterior de contrarrestar
desigualdad de mercados, es un espacio de disputa, no de políticas
sociales, esos gobiernos contradictorios son la mano izquierda, el Banco
Central la mano derecha , es una disputa política, económica, clara.
Es un tema fundamental para nosotros, desplazar el debate teórico para el tema. El socialismo en el fondo es una inmensa esfera pública, universalización de derechos, democracia, participación popular. Entonces estamos hablando no sólo del antineoliberalismo, democratizar es desmercantilizar, traer para la esfera pública lo que estaba en la esfera mercantil. Lo que hace el ALBA, y lo que ha hecho desde el comienzo el intercambio Venezuela – Cuba es ejemplar, es lo que en el Foro Social Mundial lo llaman comercio justo, intercambio en base a lo que es necesario y que es posible, que cada país puede dar lo que necesita, no a precios de mercado.
Por eso es
que siempre que hablo de los grandes templos de avance antineoliberal
están en el ALBA, está la Operación Milagros, está la formación,
la formación de nuevas simetrías, generaciones de médicos pobres
en América Latina, reducir el analfabetismo en Venezuela y en Bolivia,
son hechos en la esfera pública, la esfera de la solidaridad, la complementariedad,
que es el espacio de la desmercantilización. Yo digo que se está construyendo,
yo llamaría de post-neoliberal como una visión descriptiva, no es
una categoría, no hay un periodo histórico post-neoliberal,
es un periodo en que se discute qué carácter va a tener el post neoliberalismo,
cuanto más desmercantilicemos, más estamos poniendo espacios anti-capitalistas.
Los fines del anti- capitalismo es des-mercantilizar, qué paradoja
más profunda que es mercantilizar a todo. Entonces hay una valoración
importante que vemos en el ALBA y en los países que están avanzando
en la ruptura de un modelo.
Refundar el
Estado alrededor de la escala pública, tiene que asegurar de derechos,
des- mercantilizar, esos son avances extraordinarios, están en
la contramano de lo que pasa en el mundo, conocemos casos de economía
que dicen: bueno, hay cosas que tienen valor de uso y no tiene valor
de cambio. El agua, era el ejemplo clásico, tranquilo quedamos, se
paga todo, todo se llegó a un nivel de mercantilización espectacular,
no sólo como práctica económica sino como concepción de las cosas.
Toda actividad es remunerada, cuando un político hablaba de profesionalización,
no es para hacer las cosas mejor, no es que la prioridad de nuestras
vidas, como dirían los bolcheviques y Lenin, es porque es remunerada.
Eso lo está destruyendo los partidos de allá, el PT, todo incluido,
profesionalizar es que yo hago, porque me pagan, no es que haga sólo
porque me pagan, pero combino la militancia política con la remuneración,
lo cual, está bien si fuera manera de liberar más tiempo para el trabajo,
pero la idea de la generosidad de la militancia va en contradicción
con esa forma de hacer.
Ustedes saben
cómo la democracia liberal fue corrompida por el neoliberalismo con
la transformación de la lucha política, la lucha de marketing, son
las campañas electorales que son des-caracterizadas como el debate.
Entonces, es una base inmensa de neo-liberalismo. Yo diría que hay
dos análisis que circulan por allí que son a mi juicio equivocados:
una, de decir que se terminó el neoliberalismo y que el capitalismo
se va al suelo ¡Mentira! ¡Mentira! ¡Falso! Si no se le tumba ni siquiera
el modelo neoliberal, seguramente habrá adecuaciones, pero el modelo
neoliberal no es un modelo económico de gobierno, es una reconstrucción
de la sociabilidad al hablar de mercado, eso es inmenso.
China que es
la que más crece en el mundo expande eso de manera espectacular, positivamente
hay un desarrollo económico, pero, no sé si toda la industria privada
es china, hay quienes dicen China es privada, probablemente casi toda,
lo cual es una cosa de una dimensión espectacular de economía mercantil.
Brasil, México y Argentina están profundamente penetrados por la ideología,
por la práctica neoliberal, no hay que subestimar al enemigo en esos
temas, tampoco la hegemonía norteamericana va a caer, porque no hay
otra hegemonía en el horizonte, yo creo que con esos factores tenemos
por delante un periodo histórico de turbulencias e inestabilidad. Verídicamente,
la hegemonía norteamericana sin que se configure un país o un conjunto
de países que pueda sustituirlo.
En segundo
lugar, el modelo se agota y no estamos todavía con un modelo alternativo
para proponer, para construir. Entonces es periodo largo de disputa
económica, política, ideológica entre alternativas al neoliberalismo,
qué es lo que viene después del neoliberal.
Entonces no
quería alargarme mucho, a lo mejor son consideraciones absolutamente
genéricas. Preocupaciones claro que las tenemos, uno sobrevuela por
aquí y por allá, cree que conoce mucho en verdad uno volando, conoce
más que horarios de aeropuertos que los procesos en concreto. Pero
cuando uno llega a un país, los compañeros bolivianos los encontré
muy preocupados, están mirando los árboles y los bosques están hechos
de árboles, y claro que hay preocupación respecto a Venezuela porque
es el proceso más importante desde el punto de vista político de abajo,
por lo que es, por lo que fue y por el liderazgo que tiene en
toda América Latina. Entonces uno mira con cariño especial, con preocupación
especial pero yo no me voy atrever a, (sic) yo quería más plantearles
preguntas que, me desquité mucho con los planteamientos que hacen ustedes.
Yo terminaré
diciendo que juntamos un fantasma más de los que planteó Monedero
ayer, un fantasma que nos cae durísimamente y que fue analizado por
Perry Anderson en el libro Consideraciones del Marxismo Occidental:
la ruptura entre intelectualidad y práctica política. Intelectualidad,
teórica, buena, sin práctica política y práctica política sin reflexión
teórica. No por acaso los periodos de generaciones de marxistas, todos
son dirigentes revolucionarios e intelectuales. No intelectuales que
tienen interés político, no, dirigentes, así como Evo y García Linera
lo son, por eso hay que valorarlos mucho, y de alguna manera Rafael
Correa, no digo que no los hay en Venezuela, pero es fundamental que
no sea una relación externa entre reflexión política y práctica
política. Es una tragedia para nosotros, no se es marxista si no se
es a la vez militante, dirigente y con reflexión teórica.
Difícilmente vamos a construir alternativas al capitalismo si no logramos construir instrumentos que se relacionen o que articulen reflexión teórica. No por acaso los grandes nombres siguen siendo los viejitos: Marx, Lenin, Trosky, Gramcsi, Luxemburgo que eran dirigentes revolucionarios, entonces la efectividad de sus reflexiones era insuperable, así como los intelectuales latinoamericanos tienen una reflexión teórica muy grande, pero estamos rezagados respecto a los procesos reales.
No es el caso
de ustedes, pero me atrevería a decir que es el caso grave que es el
caso en gran parte de la universidad venezolana, con dolor que desde
CLACSO, el único país latinoamericano que la mayoría de los centros
son de derecha es Venezuela, y tienen el proceso más avanzado de América
Latina, ¡Por Dios! Es una cosa, no incomprensible, uno sabe las razones,
pero es trágico.
No es que la
teoría vendría de allá, pero es síntoma de algo que en la práctica
política no está articulada a la reflexión teórica en particular.
Entonces genera esos dilemas tremendos que hay, lo que ustedes están
haciendo es intentos extraordinarios por buscar dirimir esas distancias.
Como en Bolivia, es posible el proceso de Evo Morales, porque había
el Grupo Comuna, que no era suficiente pero era indispensable. Este
análisis de Álvaro García Linera, crítico del economicismo
de la esfera lo tradicional es condición de que Marx existiera y quisiera
volver de nuevo. Creo que ustedes conocen qué es lo que decía la escuela
tradicional boliviana: se dirigía al indígena y le decía: ¿en qué
tú trabajas? En la tierra, entonces tú eres campesino, olvida
el ayamra, el quechua, campesino, pero era aliado vacilante de la clase
obrera, ya viene el obrero minero a decir qué es lo que tiene que hacer,
olvídate de identidad histórica, hubo que hacer la crítica del marxismo
soviético, economicista, la forma de reproducción de la vida define
la conciencia social.
Además el
indígena boliviano trabaja la tierra comunitariamente, ni siquiera
competir, por eso está a la vanguardia de la lucha anti-neoliberal
y tiene una dinámica extraordinaria de transformación revolucionaria.
Entonces, una
teoría acoplada la práctica, es fundamental, nadie se pregunta por
qué lo escogieron, porque fue un grupo que con una parte en la universidad
y otra afuera sigue produciendo lo mejor de América Latina hoy día.
Entonces ese es un elemento indispensable.
Yo creo señores
que los intelectuales solitos no somos absolutamente nada, podemos hacer
la fotografía que queramos de la realidad, la realidad nos polariza
y estamos obligados a definirnos respecto a ella, pero la riqueza de
esos procesos, no es un dilema, es novedad, todo proceso revolucionario
es nuevo. Decía Gramsci la Revolución Rusa se hace contra el capital,
la Revolución Cubana se hace contra el quehacer, no en las leyes generales,
allí se reproduce la concepción de Lenin de vanguardia, pero no bajo
la forma de partidos tradicionales y seguimos negando y reafirmando,
pero tenemos que ayudar a descubrir los caminos.
Está claro
que estamos llegando a ciertos límites para construir, porque no es
que pasamos del neoliberal al socialismo, no pasamos, hay que construir
el bloque social alternativo, la fuerza hegemónica alternativa, nunca
se hizo revolución diciendo: al socialismo muchachos, no, se hizo con
paz, pan y tierra, con la historia me absolverá, con caminos progresistas,
con programas de transición, hay que descubrir esos caminos. Sabemos
que son desmercantilizar, construir la esfera pública, ya tenemos algunos
elementos, pero ¿qué estado es posible y necesario para superar el
neoliberalismo, desmercantilizar a la sociedad y empezar a construir
un camino anticapitalista y socialista?
Creo que lo
hablo es también muy genérico, y termino diciendo que de alguna manera
la globalización nos hizo un daño porque los análisis a veces
tendían a ser muy genéricos, y en el fondo ganamos cuando articulamos
análisis y esfuerzos a nivel de cada país, allí se rompen los eslabones
de la cadena, avanzamos en Venezuela, en Ecuador, en Bolivia, porque
logramos constituir una correlación de fuerzas a nivel nacional, y
tenemos que volver a tener esa capacidad concreta de análisis, proceso
de acumulación, bloques hegemónicos, alternativos, etc., a nivel de
cada país, con todo los condicionales nacionales e internacionales
que hay.
No quiero extenderme más, tenemos un balance importantísimo de todo lo que se ha dicho ayer. Yo traje uno que otro librito, uno en castellano, otro en portugués, aquí tengo el de castellano para los que quieran eventualmente tomar estas ideas pequeñas que yo he desarrollado. Muchas gracias.