11 de julio de 2009.- "Paz, paz, paz... el mundo pide paz", letra de una conocida canción de
un compositor chileno, se repite hasta el cansancio en la televisión
oficial de Honduras, convertida desde el golpe de Estado en un medio de
propaganda enfocado en cuestionar la injerencia del presidente
venezolano Hugo Chávez.
La melodía, que sostiene que sólo la paz trae la paz y que en 1983 fue
donada a las Naciones Unidas por el compositor chileno Joakín Bello,
acompaña junto al no menos conocido Himno de la Alegría los mensajes
que apoyan la destitución del presidente Manuel Zelaya, ocurrida el
pasado 28 de junio.
A dos semanas de la destitución de Zelaya, el gobierno de Roberto
Micheletti mantiene un control relativo de los medios de comunicación,
censurados parcial y temporalmente en el inicio de su gobierno de
facto, a través de sucesivas cadenas nacionales.
La Televisión Nacional de Honduras, cuyas instalaciones fueron las
primeras en ser tomadas por los militares tras el golpe, dedica buena
parte de sus espacios a transmitir programas que cuestionan las
actuaciones de Chávez y el apoyo que le brinda a Zelaya.
La televisión oficial apenas si menciona la violencia para hacer
enfásis en que ésta es provocada por los partidarios del retorno del
detituido mandatario y evitan informar sobre la forma en que han sido
reprimidas las manifestaciones o sobre las denuncias de detenciones que
hacen los opositores al golpe.
Chávez es presentado como el principal instigador de la inestabilidad
política, y el canal repite grabaciones de declaraciones suyas en las
que insulta al mandatario estadounidense Barack Obama o al secretario
general de la Organización de Estados Americanos (OEA) José Miguel
Insulza, a quien llamó en una oportunidad "pendejo insulso".
"La democracia no se construye con insultos", señala uno de los mensajes transmitidos por el oficial Canal 8.
"Mel venía en un avión de Chávez, con piloto de Chávez y viola
soberanía hondureña (...) No más injerencia extranjera ¡pedimos
respeto!", afirma otra consigna oficial sobre el fallido intento de
Zelaya de retornar a Tegucigalpa el domingo pasado.
Se reproducen también insistentemente declaraciones de un ofuscado
Zelaya, llamando a instaurar un régimen socialista en Honduras.
Horas después del golpe, varios medios afines a Zelaya fueron
violentamente acallados. El Canal 6 y el Canal 66 Maya TV fueron
sacados abruptamente del aire, además de la estadounidense CNN y la
multiestatal Telesur, mientras que la Radio Progreso sufrió un
allanamiento y periodistas del diario El Heraldo fueron amenazados.
La independiente Radio Globo también fue cerrada el 28 de junio, pero
la emisora seguía transmitiendo este sábado, siendo una de las pocas
voces disidentes que se escuchan hoy en los medios de Honduras.
Los mensajes del presidente Micheletti o de otros miembros de su
gobierno, interrumpen sin aviso las transmisiones de la radio y la
televisión, incluida la programación de la televisión por cable, en una
situación que comienza ya a irritar a los hondureños.
Eso sucede mientras la Televisión Nacional y otros medios afines -que
son mayoría en Honduras- difunden insistentemente consignas a favor de
la paz, y mensajes en contra del presidente venezolano Hugo Chávez y el presidente constitucional de Honduras Manuel Zelaya en busca de deteriorar su imagen y popularidad en beneficio del régimen de facto en el poder a raíz del Golpe de Estado.