15 de julio 2009. - Un día después de que Zelaya llamara al pueblo a la insurrección, decenas de maestros, obreros, sindicalistas e integrantes de distintas organizaciones sociales volvieron a marchar por las calles de Tegucigalpa para reclamar que el mandatario depuesto sea restituido en el cargo.
"En Tegucigalpa, San Pedro Sula (norte) y otras localidades donde hayan condiciones para ejecutar esas tomas en puntos estratégicos se van a hacer", afirmó Israel Salinas, de la Confederación Unitaria de Trabajadores de Honduras (CUTH), en una rueda de prensa. Aseguró que la medida de presión "tiene que estar combinada con la acción absoluta y total de todos los trabajadores".
"Habrá tomas de los edificios, tomas de las carreteras y no trabajará nadie", sostuvo Salinas, quien señaló que esperan coordinar con los sindicatos del sector privado para que se sumen a esta protesta. Anticipó que organizaciones de países vecinos, entre ellas de El Salvador y Nicaragua, han manifestado su disposición a sumarse en los próximos días a bloqueos en las fronteras.
Juan Barahona, de la CUTH, confirmó que están organizando concentraciones en la capital hondureña, así como en San Pedro Sula, la segunda ciudad en importancia del país, para presionar por el retorno de Zelaya, quien fue sacado del país y del poder el pasado 28 de junio por militares. "No estamos dispuestos a abandonar las calles, porque es en las calles donde el pueblo tiene que reflejar su malestar y su repudio en contra de los golpistas", añadió.
Barahona reclamó el regreso de Zelaya, el cual fue obligado a viajar a Costa Rica el 28 de junio, tras lo cual el Congreso aprobó su destitución y nombró presidente a Roberto Micheletti, hasta entonces titular del poder legislativo. "Esperamos que el presidente Zelaya ingrese al país de cualquier manera, por aire, tierra o mar, pero que ingrese, porque la presencia de él fortalece la resistencia popular y fortalece la insurrección popular que el pueblo en este momento está sosteniendo", indicó Barahona. Los manifestantes, que partieron desde un punto en el este de Tegucigalpa, se dirigieron hoy hacia la sede del Parlamento, que permanece resguardada por un fuerte cordón militar.
