Haz muerto camarada.
En el ardiente amanecer del mundo.
Haz muerto cuando, cuando apenas
Tu mundo nuestro mundo amanecía.
Llevabas en los ojos, en el pecho,
Tras el gesto implacable de la boca
Un claro sonreír, un alba pura.
Te imagino cercado por las balas,
Por la rabia y el odio pantanoso.
Como tenso relámpago caído.
Como blanda presunción del agua.
Prisionera de rocas y negrura.
Te imagino tirado en lodazales
Caído para siempre, sin máscara, sonriente.
Tocando ya sin tacto, las manos de los otros muertos
Las manos camaradas que soñabas.
Haz muerto entre los tuyos, Por los tuyos
A la orilla del mundo.
Hoy 26 de enero a horas del fallecimiento de nuestro compañero
Yorsiño Carillo “Calcibón” La indignación inunda los corazones de los revolucionarios.