30 de junio de 2018.- En Venezuela la grave crisis económica golpea a la población más vulnerable. Los pueblos del interior del país dan la sensación de desolación en medio de una diáspora que cada vez se nota más en las calles.
La gente conquista el pan del día y se sienta con la mirada perdida en el horizonte, con la dignidad de abandonarse a la circunstancia propia del pobre.
A pesar de la búsqueda de alternativas a la crisis que surgen de ese mismo pueblo pobre, hay un pueblo con hambre, flaco, llevado por la languidez histórica y el abandono burocrático.
No salimos de la impresión que nos causa el efecto y avance tan rápido de la crisis. El foto-reportaje que se muestra parte de esa triste realidad