Washington, 26 Ago. ABN.- La tormenta política desatada por el llamado a asesinar al presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías, que emitió el pastor Pat Robertson recorre este viernes Estados Unidos con fuertes críticas a la Casa Blanca por su mutismo.
En su programa El Club 700 (The 700 Club, nombre original en inglés), transmitido por la cadena CBN, Robertson señaló que si el Mandatario venezolano “cree que estamos tratando de asesinarlo, pienso que nosotros realmente tenemos que ir adelante y hacerlo", rememoró Prensa Latina.
Las declaraciones levantaron una ola de protestas en diversos sectores religiosos, grupos sociales y políticos, así como en numerosos medios de comunicación.
Incluso el diario The New York Times, de amplia trayectoria en Estadios Unidos, reclamó este jueves en su editorial más severidad al Gobierno estadounidense con respecto al exhorto terrorista del reverendo de la extrema derecha, quien es ex candidato presidencial por los republicanos.
Sin embargo, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, mantiene silencio sobre las palabras del dirigente de la Coalición Cristiana, un poderoso grupo de presión de ultraderecha.
"La decencia común, para no mencionar un sentido racional del interés nacional, exige (a Bush) una condena a las declaraciones", señaló el influyente medio impreso en referencia. Además, recordó que Robertson fue indispensable para la reelección de Bush en 2004.
Por su parte, The Washington Post criticó la demora de las condenas de agrupaciones conservadoras y de la Casa Blanca.
El Gobierno está molesto con el predicador, pero demasiado asustado de tener "problemas con su estrecha pero fiel base de apoyo", subrayó.
Otros rotativos, como el californiano San Jose Mercury News y el Pittsburgh Post-Gazette, también rechazaron las palabras del religioso.
Asimismo, la líder demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, llamó al Presidente estadounidense a rechazar las declaraciones del reverendo.
“Bush debe responder con fuerza a las palabras de Robertson para dejar en claro que nuestras leyes prohíben el asesinato”, señaló la legisladora en un comunicado.
Pelosi hizo así alusión a una orden ejecutiva, firmada en 1976 por el entonces Presidente Gerald Ford, que prohíbe a las autoridades de la nación norteamericana participar en "conjuras para promover el asesinato político".
Según la congresista liberal, Bush debe "censurar sin equívocos el llamado escandaloso" del pastor.
Varios reverendos estadounidenses, como Rob Schenck, presidente del Consejo Nacional del Clero; Richard Cizik, de la Asociación Nacional de Evangélicos, y Graylan Scout, cuestionaron los comentarios del evangélico.
“Robertson no es cristiano, él y sus aliados utilizan la religión para fines políticos”, expresó Scott.